Jean-Paul Goude convierte el desfile de Desigual en Nueva York en una ‘perfomance’

«Visualizar, conceptualizar y dar coherencia a la imagen de Desigual. Esa es, según Daniel Pérez, Director de Comunicación Global de la marca española, la misión del fotógrafo, ilustrador, realizador y artista gráfico Jean Paul Goude (76 años). Apenas una semana después de que se hiciera público el nombramiento del francés como director artístico de Desigual, Goude [artífice de portadas como Nightclubbing, Island Life o Bulletproof Heart, de Grace Jones] ha aprovechado el desfile de la firma en la Semana de la Moda de Nueva York para escenificar el primer paso de una transformación total. En lugar de una pasarela convencional, una perfomance que recupera los valores originales de Thomas Meyer. «Es una revitalización de todo el espíritu festivo, la celebración, la diversión y el sentido del humor, que siempre han caracterizado a esta casa», dice.

«En mi vida siempre ha habido dos constantes: el dibujo y, como mi madre tenía una escuela de danza, también el baile. Las artes escénicas siempre han sido importantes para mí», cuenta Goude a S Moda en el backstage. «Desde niño soñaba con hacer musicales. Empecé con la danza; pero no era suficientemente bueno. Así que continué dibujando. Pero el sueño de fusionar ambos mundos nunca me abandonó. Este proyecto es un sueño hecho realidad. En la historia hay ejemplos de colaboraciones escénicas que siempre me han obsesionado. Piensa en Diáguilev. Él sería Diáguilev; y yo sería Cocteau», sueña en voz alta.

«Mi vida es un musical», dice Goude. «Y en este backstage se respira el ambiente de un auténtico musical». En el show-espectáculo de Desigual han participado 14 modelos y 40 bailarinas de distintas agrupaciones de danza de Nueva York, que han tenido dos semanas para ensayar la coreografía de Ryan Heffington, ganador de un premio MTV por su trabajo en el videoclip Chandelier de Sia. ¿El casting? Multicultural, desigual, inclusivo, fiel a la filosofía de la marca. «No solo he querido incluir chicas de razas distintas, también de diferentes estaturas y siluetas. Porque el racismo existe más allá de la discriminación étnica. También se marginan algunas tallas, o la fealdad. Me interesa mostrar que todo el mundo es atractivo a su manera. En el show hay, por ejemplo, chicas bajas y corpulentas. ¡Están fantásticas! Sobre todo en movimiento. También altas. Y otras amateur. Dos de ellas jamás habían actuado antes. Era fácil advertirlo. Parecían perdidas, asustadas… Pero eso no me preocupa, siempre que sean capaces de seguir el ritmo», reflexiona. Un ritmo a veces tribal otras veces militar. «Me interesan las formaciones de tropas. Para mí detrás no hay un significado militar. Es orden. Porque si quieres mostrar algo radical, tienes que hacerlo con orden para que la gente lo entienda», analiza.

Además de crear el concepto del desfile (después llegarán las campañas publicitarias, nuevos eventos, la imagen de las tiendas e incluso el diseño de las bolsas corporativas), Thomas le pidió que creara una pequeña cápsula en la que Goude expresara su visión de Desigual en forma de producto. El resultado son 16 looks que estarán disponibles en puntos seleccionados de la marca. «Es la primera vez que diseño», confiesa el francés. Thomas Meyer está muy cerca, también en el backstage. Es algo excepcional. El fundador de Desigual rara vez se deja ver. Pero él mismo había elegido a Goude. «Sentía que era la persona que mejor podía entender y representar la marca», explica Pérez. ¿Fue sencilla la comunicación con Meyer? «Estuvo de acuerdo con todo lo que le propuse», contesta el artista al instante. «Es fantástico. Cumple su palabra. Y hoy me ha dado carta blanca. Pero lo mejor es que Meyer está sonriendo. Y eso significa que está contento».