Lo dicen Edurne y los astros: estas son las joyas inspiradas en el zodiaco que más brillan esta temporada
Edurne, embajadora de la firma en España, nos presenta los nuevos charms del zodiaco de la colección ‘Moments’: 12 joyas con un recubrimiento en oro de 14k, dedicadas a cada una de las constelaciones, que celebran las distintas personalidades de la feminidad escritas en las estrellas.
Las estrellas, como decía Saint-Exupéry en El Principito, son distintas para cada persona. Para los que viajan, son guías. Antes de que existieran mapas o brújulas, todos los que necesitaban encontrar una dirección echaban la vista al cielo: los marineros se guiaban por las constelaciones para moverse por la oscuridad de la noche y, si nos remitimos a la literatura, la Estrella Polar ha hecho que muchos hayan encontrado su Norte. Para otros, estas pequeñas lucecitas son capaces de burlar el tiempo y la distancia –al fin y al cabo, estar a años luz no impide que nos llegue su brillo–. El cine se ha encargado de dotarlas de esa romántica narrativa, con enamorados que encuentran consuelo mirando el mismo manto y personajes que se permiten echar de menos, sintiéndose arropados por ellas. Pero las estrellas también pueden ser joyas, en todos los sentidos: Pandora se ha encargado de capturar su luz en una nueva colección Moments, con cuidados detalles que emulan las constelaciones del zodiaco adornadas con circonitas cúbicas transparentes y con un recubrimiento en oro de 14k.
La cantante Edurne, una orgullosa Capricornio –la artista madrileña protagonizó un divertido momento a principios de año cuando la aparición de Ofiuco, una constelación que cada cierto tiempo aparece para revolucionar el calendario astrológico, le hizo creer que en realidad era Sagitario– pone rostro a la propuesta más ensoñadora y mística de la firma. Una colección delicada y vibrante que recoge la complejidad de las cartas astrales y nos invita a llenar la nueva cadena con tachuelas de Pandora con los charms de nuestros signos del zodiaco o los de nuestros seres queridos.
En palabras de los directores creativos de Pandora, A. Filippo Ficarelli y Francesco Terzo, se trata una colección que celebra el amor y la amistad –incluye también nuevos símbolos de la suerte, como la herradura, el trébol de cuatro hojas y los corazones–. «Representa los amores, intereses y valores compartidos que nos unen para formar una comunidad fuerte y solidaria». El resultado es una nueva línea de charms que trasciende los límites del Universo, para contar su historia y la nuestra (o acompañarnos a la hora de escribirla).
Para optimistas como Acuario
Sadalmemelik («el afortunado del rey») y Sadalsuud («el más afortunado de los afortunados») son las estrellas más brillantes de Acuario, dos nombres árabes que apelan a la suerte. Porque la constelación de Acuario, una de las más antiguas y grandes de la astronomía, suele relacionarse con el agua, pero podría decirse que la fortuna es la que marca su caudal. Los antiguos egipcios lo asociaban al dios del Nilo, que hacía desbordar las aguas del río para regar los campos de cultivo y saciar su sed. Quizás por eso se dice que las Acuario también son mujeres seguras de sí mismas, optimistas y muy, muy altruistas. Personas que siempre están ahí, dispuestas a ayudar y alegrarte el día. Este charm de Pandora es su mejor amuleto de la suerte.
Para confidentes como Tauro
Al noroeste de Orión, Tauro es conocida por la intensidad y belleza de sus estrellas, como los destellos rojizos de Alberadán, considerada el ojo de la constelación. En concreto, el ojo de ese cautivador toro en el que Zeus se transformó para conquistar a Europa. Esa tenacidad y perseverancia está también presente en las personas Tauro, sobre todo, en el entorno laboral. Sin embargo, quizás para resarcirse de las caprichosas fechorías del padre de los dioses, en lo personal, destacan por su bondad y lealtad desmedida. Todos tus secretos estarán protegidos si tu confidente ha nacido bajo este signo, uno de los mejores amigos del universo. En otras palabras, esta pieza de joyería, en el corazón de un collar o pulsera, es la mejor celebración de la amistad.
Para fraternales como Géminis
Las dos estrellas brillantes de la constelación de Géminis, según la mitología griega, son los gemelos Cástor y Pólux. Conocidos como los Dioscuros, existen muchos mitos sobre su nacimiento: algunos dicen que nacieron de un huevo, después de que Zeus, transformado en cisne, sedujera a su madre, la reina Leda de Esparta; otros coinciden en que solo Pólux pertenecía al Olimpo, mientras que Cástor era tan mortal como su padre, el rey Tindáreo. De lo que no hay duda es de lo unidos que estaban, se querían tanto, de esa forma incondicional que quieren los hermanos, que cuando a Cástor le llegó su hora, Pólux le rogó a Zeus compartir con él su don de la inmortalidad. Y se lo concedió, a cambio de que pasaran seis meses en el Olimpo y otros seis en el infierno. Y así lo harían, juntos para la eternidad. Está escrito en las estrellas y en este charm de Pandora, para presumir de vínculo fraternal. Porque ese carácter imaginativo y empático –por partida doble–, define la esencia de las Géminis. Personas muy comprensivas y desprejuicidas, dispuestas aportar siempre nuevos puntos de vista. Porque así es como ven la vida: sopesando los dos lados de las cosas por igual.
Para hogareñas como Cáncer
La constelación de Cáncer es pequeña y tenue, pero tampoco hay que dejarse engañar por su aparente sencillez. Si cáncer en la astrología es considerado un signo muy familiar e intuitivo –la madre del zodiaco–, en su constelación alberga nada más y nada menos que un ‘pesebre’: una nebulosa formada por un cúmulo de estrellas destellantes que ha dado pie a todo tipo de leyendas. Algunas culturas aseguran que es el portal por el que las almas alcanzarán la eternidad, otras, haciendo honor a su nombre, creen ver a los dos asnos que llevaron a Dionisio y Hefesto a la victoria frente a los titanes. Historias muy diferentes que, sin embargo, remarcan el carácter hogareño de las Cáncer, mujeres de gran profundidad emocional y sensibilidad creativa. Este charm es perfecto para regalar a aquella persona que consideremos nuestra casa.
Para magnéticas como Leo
Leo resplandece con la primavera y podría decirse que es de las pocas constelaciones, si no la única, cuya posición estelar representa con tanta claridad lo que es: un león, agazapado en el suelo, con la melena sobre las estrellas y la cola en forma de interrogante. Porque si algo destaca de una Leo es su presencia y magnetismo. Ser el centro de todas las miradas es algo que les sale de forma natural; algo, además con lo que sienten muy cómodas y confiadas. De hecho, su figura siempre ha estado asociada con el Sol y las deidades más peleonas e interesantes de la historia: era Ishtar, la diosa del amor y la guerra de los sumerios, y Sekhmet, la diosa guerrera de los egipcios. Este charm de Pandora es para todas estas líderes. Lo más probable es que ellas mismas se encargarán de autoregalárselo.
Para ordenadas como Virgo
Son las más trabajadoras y curiosas del zodiaco: las mujeres Virgo son conocidas por su carácter disciplinado y su sentido del orden. No es casualidad que las estrellas más brillantes y preciosas de su constelación, famosa por la magnitud y variedad de tonalidades que derrochan los astros de esta constelación, se llamen Spica (la espiga) y Vendiamiatrix (la vendimiadora). Su historia está asociada al mito de Perséfone que dio origen a la primavera –solo cuando Hades libera a la joven del inframundo vuelven a renacer las flores en la Tierra–, y al amor de la diosa babilónica Isthar por Tammuz, el dios de la cosecha, capaz de bajar al mismísimo infierno para buscarlo. Mujeres tan ordenadas y metódicas como el calendario estacional y tan valientes y arrolladoras como una fuerza de la naturaleza.
Para auténticas líderes como Aries
Conocidas por su ambición, liderazgo y la valentía, Pandora ha confeccionado un icónico vellocino recubierto en oro de 14k (y brillantes circonitas) para las Aries. Grandilocuentes y luminosas, las estrellas Alpha, Beta y Gamma brillan en esta constelación con forma de aquel bello cordero alado que libró a Frixo y Hele de los celos de su cruel madrastra. Porque las mujeres Aries son sinónimo de energía y tenacidad. ¿Qué mejor amuleto para todos aquellos momentos en los que necesitamos un empujón?
Para curiosas como Libra
La balanza de la justicia. Así denominaron los romanos a la constelación de Libra que resplandece en el cielo con una hipnótica luz azul. Asociada a la armonía, el equilibrio y la ética, lo curioso de esta constelación es que ha encontrado el equilibrio entre la astrología y la ciencia. Alberga astros fascinantes, como Matusalén, una estrella con más años incluso que el propio Universo, o los planetas Gliese 581c y Gliese 581d que tanto fascinan a los científicos por las posibilidades de albergar agua. Libra no es fácil de ver a simple vista, como tampoco son fáciles de definir las personas de este signo. Mujeres que destacan por su inteligencia y su curiosidad, con tantos intereses y contradicciones. Este es su emblema.
Para carismáticas como Escorpio
El único que consiguió vencer al gigante Orión fue este diminuto escorpión. Dice la leyenda que los dioses le concedieron a ambos un sitio entre las estrellas, pero los separaron como a los niños que se pelean, poniéndolos en dos extremos opuestos de la habitación. Por eso solo vemos Orión en invierno y, en verano, con toda la claridad, las pinzas y la cola de esta constelación. Esa tenacidad y confianza en una misma está muy presente en las Escorpio, mujeres que destacan por su trabajo duro y su gran carisma. Aunque se necesita tiempo y paciencia para desarmarlas, detrás de esa imagen imponente, hay un gran sentido del humor. Es hora de reivindicarlo, palabra de Pandora.
Para hedonistas como Sagitario
Aunque el símbolo de Sagitario suele ser un centauro arquero, mitad caballo mitad hombre; intelectuales, como el astrónomo griego Eratóstenes o el científico español Higino, defendía que la constelación representaba a un sátiro llamado Croto que vivía con las Musas en el monte Helión. Dicen que fue él quien inventó el aplauso, mientras las escuchaba admirado. Porque si hay algo que caracteriza a una Sagitario es su curiosidad intelectual y su necesidad de escapismo y evasión. Una Sagitario siempre tiene el pasaporte en la mano, dispuesta a improvisar y embarcarse en las aventuras más extraordinarias. Necesitaría una pulsera de Pandora para llenarla de charms, recuerdos de todos sus viajes y personas que le han marcado por el camino. Para empezar, este es el mejor emblema de su independencia y libertad.
Para trabajadoras como Capricornio
Ahora que el lujo silencioso está tan de moda, podríamos decir que esta joya de Pandora es para personas como Capricornio, que conocen muy bien el encanto de la sencillez y el valor de la discreción. Su constelación es una de las más antiguas y reservadas: apenas tiene estrellas brillantes y, sin embargo, su pasado está asociado al cuerno de la abundancia. Uno de los mitos es que Zeus le concedió esta constelación a Almatea, la cabra que lo amamantó de niño, y a la que le rompió un cuerno mientras jugaba con sus rayos. Para compensarla, lo transformó en esa mitológica Cornucopia, capaz de concederle a quien lo poseyera todo lo que deseara. Quizás este charm no conceda deseos, pero sí habla de mujeres muy disciplinadas, ambiciosas y persistentes. Cuando una Capricornio tiene un objetivo, hay que tener por seguro que será cuestión de tiempo que lo consiga (y se marque otro nuevo).
Para soñadoras como Piscis
La constelación de Piscis es una de las más grandes del universo y también una de las que alberga más historias. Algunos dicen que los peces que trazan las estrellas (con mucha imaginación) son los que salvaron a la hija de Afrodita, la diosa asiria Derceto, una noche que, despistada, se cayó a una laguna. Otros, que son los peces que ayudaron a huir a Afrodita y Cupido de las garras del Tifón, durante la guerra de la Tierra contra el Olimpo. Ambas son una muestra de la imaginación, la dulzura y la bondad de Piscis. Mujeres que siempre están dispuestas a entenderte y apoyarte sin necesidad de que digas nada.
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