«La reina Bad Gyal con Letizia»: la insólita foto (y los ‘looks’ de Puig) que está dando la vuelta a las redes

Anoche se entregaban los premios de La Vanguardia en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Seis personalidades catalanas fueron galardonadas por su labor, entre ellos, la empresaria Sol Daurella, la artista Lita Cabellut o Marc Puig, CEO del grupo Puig; pero hubo una imagen que, como no podía ser de otra forma, se hizo viral en redes en cuestión de segundos: Bad Gyal, premio al talento joven internacional posaba junto a los anfitriones de la gala, los Reyes de España.

La foto dio la vuelta a las redes en cuestión de segundos. Fiel a su estilo, Bad Gyal llevaba un vestido corto y semitransparente, nada menos que una pieza de archivo de Rabanne (que se pudo ver en la pasarela de las colecciones del próximo otoño) y que consistía en varias piezas de metal engastadas que dejaban ver el cuerpo de la artista. «La reina Bad Gyal con Letizia», bromeaban en Twitter, donde también se hacían eco de cómo contrastaban las elecciones indumentarias de ambas. «Se ha pasado el juego», comentaban en la red sobre lo atrevido del atuendo de la artista.

Mientras que Bad Gyal optaba por Rabanne, firma que ha vestido en varias ocasiones durante su gira, la reina elegía un vestido largo y negro de esocte en barco estampado con sutiles flores doradas. Lo firma el creador belga Dries van Noten, un diseñador que ya ha lucido en otras ocasiones relevantes, como en su primera cena de Estado tras el confinamiento, en 2021, allí optó por un vestido, también con estampado floral pero de inspiraión asiática.

Curiosamente, la reina combinó el vestido de van Noten con unos zapatos negros de tacón  y un bolso de mano, ambos de Carolina Herrera, Aunque parezcan muy alejadas entre sí, las elecciones de Bad Gyal y Letizia no lo son tanto. Tanto Rabanne como Herrera y Dries van Noten son firmas que pertenecen (junto a otras como Nina Ricci y Jean Paul Gaultier) al grupo catalán Puig. La compaía adquirió Dries van Noten en 2018 en una jugada inesperada, dado que el diseñador belga mantiene un perfil discreto e independiente, para desarrollar su línea de perfumes y cosméticos. La relación entre Paco Rabanne (aunque ahora el nombre de la marca es sólo el apellido) y Puig es de las más longevas de la industria: data de los años sesenta, cuando la familia catalana decidió asociarse al diseñador español para comenzar a lanzar una serie de perfumes súperventas. Puede que no sea casualidad que ‘las reinas de la noche’ hayan elegido vestirse con sendas firmas en una gala en la que se premiaba a Marc Puig.