El DIY del otoño fija la mirada en tu bolso: el auge de las correas intercambiables
Las firmas han visto en esta asa un filón de negocio que va un paso más allá en la ambiciosa personalización del lujo.
El deseo por tener un bolso más personal relega a Karlito a un segundo plano. El entrañable peludo con forma de Karl Lagerfeld y otros charms de Fendi han dado paso en la firma a un accesorio que va a hacer mucho ruido esta temporada: las correas. Más allá de colores, tamaños y estampados, la pasarela centra la mirada en esa denostada asa. Anya Hindmarch es una de las pruebas: en su colección de otoño hemos podido ver diferentes versiones con apliques y motivos de cereza que son el toque perfecto a su colección ‘Pacman’.
El auge de los bolsos tipo bandolera podría justificar parte de este boom: apetecibles accesorios como los de Gucci o los de Prada se adaptan a nuestras necesidades dejando libres nuestras manos. Y sin tener que renunciar a la estética. Esta temporada, la industria ha dado un paso más allá en cuanto a embellecer nuestros bolsos se refiere gracias a las correas intercambiables que se venden por separado. Un filón para las marcas que tendría cabida en esa efectiva estrategia de la personalización del lujo. Sería impensable renunciar a una parte de este pastel tan suculento.
Un ejemplo es Valentino. Tanto en su colección de otoño femenina como en la de hombre, la casa incluyó este tipo de correas hechas de algodón y decoradas con bordados de inspiración navaja. Disponibles en su tienda online, ya hay algún modelo que ha colgado el cartel de ‘agotado’. Y no son precisamente baratas: 650 euros cuesta cada una de estas piezas. En la misma línea se mueve Alexander Wang, que sacó para esta temporada alguna correa en cuero negra con tachuelas y arandelas. A la venta en tiendas como Bergdorf Goodman, puede adquirirse por unos 352 euros aproximadamente. Algo más asequibles son las de Rebecca Minkoff, que imitan las correas de guitarra como hizo Tod’s la primavera pasada con su línea de bolsos.
La apuesta más fuerte viene de la mano de Fendi. Y no solamente sobre la pasarela. Su propia web deja muy claro por dónde van los tiros este otoño con una categoría a la que ha denominado «Strap you” (por el término en inglés de ‘correa’). Partiendo de diferentes materiales como la piel o el terciopelo, la firma ofrece un espectáculo visual que va desde los diseños más discretos, jugando con diferentes tonos contrastados, a mezclas en las que incluye otras texturas, como el pelo, o el pitón, muy en la línea de los ‘bandoulières’ de Louis Vuitton. El ante, los bordados y los remaches le sirven a Fendi para sus correas más llamativas: aquí la timidez no tiene cabida.
Dolce & Gabbana y Prada son las que firman las correas de lujo más ‘arty’. Bajo el hashtag #DGStraps, los italianos invitan a personalizar nuestro bolso gracias a correas de piel reversibles con rayas marineras, decoradas con lunares, o embellecidas con aplicaciones y flores. Hasta tienen un tutorial con la divertida Anna dello Russo explicando el partido que se le puede sacar a cada una. Los motivos florales también son el leitmotiv de las correas de Prada. El cristal, el pexiglás y el cuero decoran asas de algodón y de piel Saffiano (material icónico de la marca) como si de una obra de arte fuese.
El siguiente movimiento vendría de mano del low-cost, pero por ahora no hemos podido encontrar gran variedad. Zara, la alumna aventajada, es la que se ha adelantado al resto con propuestas que incluyen clones (un tanto descarados) de las piezas de Gucci y bolsos con dobles correas que nos ofrecen la posibilidad de ir variando. En cuanto a las demás, todavía toca esperar. Pero viendo que Alessandro Michele sigue apostando por ellas y que Loewe ya las ha incluido para la próxima temporada, creemos que a las correas personalizables todavía les queda cuerda para rato.
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