Luchar por una talla global
El grupo Alda promueve la diversidad de siluetas en la industria. ¿Conseguirá eliminar la etiqueta ‘plus size’?
Que una modelo de talla grande sea portada de una revista pronto dejará de ser algo excepcional. Esta es la creencia y finalidad de Alda (vocablo islandés que significa «ola»), una asociación liderada por Ashley Graham, Inga Eiriksdottir, Marquita Pring, Julie Henderson y Danielle Redman y creada hace algo más de un año para promover la diversidad en la moda. Desde entonces, los miembros de este grupo han multiplicado su participación en castings –hace dos semanas posaron desnudas en una sesión para la edición islandesa de Glamour– y han cumplido objetivos a priori ambiciosos, como aparecer en el semanario Sports Illustrated: Graham hizo historia en febrero al convertirse en la primera mujer con una talla 14 (una 44 española) en su anuario de biquinis.
Si bien hace tiempo que bellezas voluptuosas como la de Candice Huffine o Tara Lynn, aplaudidas por la industria, apuntaron hacia este cambio, la nueva aspiración es pasar de lo anecdótico a la integración. De hecho, Alda se ha asociado recientemente con la agencia IMG (que lleva a tops como Gisele Bündchen), que nunca ha tenido sección plus size. La idea, precisamente, es eliminar esa etiqueta. «Toda modelo debería ser representada igual», comenta Eiriksdottir, quien sufrió mucho cuando a los 22 pasó de una 2 (36) a una 6 (40).
A la vez que aumenta el mercado de prendas para este público –la firma francesa Kiabi acaba de presentar la línea específica SoaSoa, tras publicar que «un 40% de las mujeres se visten con la 44 o más»–, crece la moda de la no diferenciación: «Sería un error hacer distinciones, es una cuestión de patrón, tejidos, etc.», comenta Guillermo Corominas, director de Comunicación de Mango, en referencia a su línea Violeta. «Cada vez hay más editoriales de moda enfocados a este segmento. Esto influye en la percepción general», añade. El año pasado, Aerie, la firma de lencería de American Eagle, anunció que renunciaba al retoque fotográfico en sus campañas. Sus ventas han aumentado desde entonces un 9%, algo que han interpretado como una mayor demanda de realidad.
En Londres, el eslogan «¿Tienes listo tu cuerpo de playa?» de los suplementos Protein World generó airadas respuestas en la Red hace unas semanas.
Cordon Press
Anuncios vs. pasarela
«En el sector publicitario hay una doble tendencia: resaltar el atractivo de la personalidad e impulsar parámetros estéticos más responsables que en la década anterior (especialmente evitar la delgadez extrema como canon de belleza)», apunta Iolanda Casalà, directora de Análisis Estratégico de la agencia de publicidad Ogilvy&Mather (Barcelona), que ha trabajado para marcas como Dove, Barbie y Optifast (sustitutivo nutricional para casos de sobrepeso).
«La pasarela ya es otra historia», apunta Joaquín Hortal, de la agencia de modelos View Management. «Todo el mundo intenta cambiar… pero nunca cambia. Hay excepciones: para lograr un efecto concreto o si se trata de un rostro conocido. Pero no creo que la responsabilidad sea de los diseñadores, es lo que el consumidor pide», argumenta. Su empresa trabaja con (solo) dos chicas fuera del cánon, «aunque no las clasificamos así», explica. Una de ellas, María Benavides –que con 19 años y una 38 se sale de la norma–, ya ha trabajado con El Corte Inglés: «Con mis medidas es muy difícil trabajar en España», asegura.
Ya el 9 de mayo de 2012, S Moda se adelantó al fenómeno publicando a Candice Huffine en la ‘cover’. Le ha seguido Tara Lynn el pasado mes de enero.
Damon Baker para S Moda
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