Locuras de la moda: Se lleva el traje tradicional ucraniano
Más que una tendencia entre las ‘it-girls’ del momento, el auge del traje folclórico ucraniano podría convertirse en un símbolo de reivindicación.
Resulta bastante difícil imaginarse a algunas it-girls vestidas de falleras o a punto de arrancarse una jota aragonesa (bueno, a algunas como dello Russo no tanto), pero la última locura de la moda pasa por enfundarse un traje regional ucraniano.
Hace unos días veíamos a Giovanna Battaglia paseando por Venecia luciendo un modelo en color negro, de mangas abullonadas y con bordados florales decorando todo el brazo, los cuellos y los puños de la prenda. No ha sido la única. También se ha podido ver recientemente a Anna dello Russo con un modelo malva o a Leandra Medine con un modelo más acorde con el clásico traje tradicional, en tonos blancos y con motivos bordados en color rojo.
¿Quién está detrás de estos vestidos? La diseñadora ucraniana Vita Kin. Su interpretación del traje pasa por inspirarse en la camisa tradicional ucraniana, llamada “vyshyvanka”, para hacer largos vestidos, blusas e incluso monos en vivos colores, pero manteniendo las mangas amplias, los bordados y las discretas borlas que unen ambas partes del cuello.
El clan ruso de 'it-girls', con Miroslava Duma al frente, fue de los primeros en sucumbir a sus encantos. También lo hizo Marina Poroshenko, primera dama de Ucrania, que apareció en la portada la edición ucraniana de la revista Elle enfundada en una vyshyvanka firmada por Vita Kin poco después del nombramiento de su marido como presidente.
Una foto publicada por Anna Dello Russo (@anna_dello_russo) el 10 de May de 2015 a la(s) 9:38 PDT
La estilista Ekaterina Mukhina con una blusa inspirada en la ‘vyshyvanka’
instagram @vyshyvanka_by_vitakin
Podría haberse tratado de una tendencia nicho más propio de referentes más ‘locales’, pero nos encontramos ante un fenómeno de mayores dimensiones. Y no solamente porque it-girls de diferentes partes del mundo hayan caído rendidas ante los diseños de Kin. La pasarela, liderada por Valentino, también ha apostado esta temporada por referencias y motivos de inspiración eslava, como demostró en su colección de alta costura primavera-verano 2015.
Su conquista ha llegado hasta las firmas de la calle. Desde las inspiraciones más claras de Talitha, a las reminiscencias vistas en Zara, Mango o Topshop, el low-cost también reclama en sus colecciones un verano marcado por las blusas y vestidos de algodón con bordados florales y geométricos. A medio camino entre el ad lib y la estética de Chloé, las vyshyvanka parecen la opción perfecta para conjugar una temporada setentera marcada por el ante, las faldas abotonadas o los pantalones de campana.
Inspiraciones de Mango, Topshop y Zara.
¿Por qué ahora?
En este fuerte revival de la década de los setenta, es imposible no mencionar la marcada influencia de Yves Saint Laurent, más aún cuando fue él uno de los responsables en traducir el folclore de las culturas de Europa del este en vestidos sobre la pasarela. Inspirado por Henri Matisse, el diseñador dio vida en su colección de 1981 a ‘la blouse roumaine’ (blusa rumana), pintada por el artista en 1940.
Pero dejando de la lado el mundo de la moda, el auge de esta tendencia podría también estar vinculada al panorama político por el que está pasando Ucrania en este momento, según palabras de Daria Shapovalova, directora creativa de Mercedes Benz Kiev Fashion Days. Para The Guardian, el revival del traje tradicional supone un cambio de confianza por parte de los diseñadores ucranianos, que están volviendo a sus raíces para sus próximas colecciones como respuesta al conflicto en el país, como es el caso de la firma Ksenia Schnaider.
Aunque hay diseñadores ucranianos que no quieren vincularse a la política como Vita Kin, otros como Lena Ivanova creen que el patriotismo es fundamental para la creatividad ucraniana: “Debemos ser conscientes de nuestras tradiciones e intentar usar algo que hemos acumulado durante siglos, algo que es realmente el adn de nuestro país”, declaraba para el diario británico. Quizá en un momento en el que el país parece desmembrarse, el vestido tradicional no solo sirva como elemento de reafirmación, sino como elemento de unificación. Un guiño de solidaridad por parte de los diseñadores a aquellos que luchan por mantener una Ucrania unida.
instagram @vyshyvanka_by_vitakin
So polo is not at all Ukrainian weave inspired?
Una foto publicada por Man Repeller (@manrepeller) el 30 de May de 2015 a la(s) 12:11 PDT
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.