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La escena musical que inspira a los diseñadores

La segunda ciudad más grande de Estados Unidos es una factoría de talento emergente. Su espíritu y su estética sirven de inspiración para la moda.

LA

La fotógrafa Kristin Cofer se mudó hace un año a Los Ángeles con su cámara de fotos, una lámpara victoriana y muchos vestidos negros. San Francisco, su ciudad natal, se había llenado de adinerados ingenieros encandilados por la abundancia de Silicon Valley, convirtiendo la bohemia urbe en la meca del negocio de Internet y los alquileres impagables. Ella y otros muchos artistas se vieron obligados a iniciar un éxodo hacia el sur que les llevó a tierras angelinas. Kristin ya llevaba un tiempo combinando su trabajo como fotógrafa de moda para marcas como Modcloth, con su afición por retratar figuras del rock como Chelsea Wolfe. Este combo ha tomado un nuevo significado al llegar al sur de California, donde la unión de los conceptos música y estética parece ser la clave de una nueva fase histórica para Hollywood y sus aledaños. «Siento que con mis imágenes estoy capturando un momento muy especial de Los Ángeles. Nunca pensé que viviría aquí, mi percepción sobre este lugar y su vida artística era muy pobre, pero desde hace un año o dos todo ha cambiado. Vine un día de visita y me sentí totalmente atraída por su energía», asegura Kristin, que en los últimos meses ha trabajado con bandas como Prettiest Eyes, Death Valley Girls, L.A. Witch o Feels, algunas de las que protagonizan esta revolución cultural que tanto parece estar influyendo, también, en las pasarelas internacionales.

La cantante de Feels, Laena Geronimo, ha sido otra de las seducidas por el huracán angelino. De violinista profesional ha pasado a dedicar su vida al rock and roll: «En cada época parece que las cosas pasan en un espacio determinado. Por ejemplo, la gente tiene la sensación de que Nueva York era el sitio donde todo ocurría a finales de los setenta. Yo pienso que Los Ángeles es ahora mismo la metrópolis donde hay que estar y la industria de la moda también lo sabe». Sofia Karchi, teclista y corista del reconocido grupo Connan Mockasin, asiente y cree que Saint Laurent es la firma que mejor ejemplifica la atracción por L.A. (desde 2012, el estudio de la firma se ubica en la ciudad): «Las colecciones de Hedi Slimane (director creativo de la casa) están determinadas por lo que aquí pasa. El hecho de que muchos de sus modelos sean músicos y de que las playlists de sus pasarelas las formen canciones de grupos locales, lo dice todo». A Sofia se le ve a menudo en fiestas del este de Hollywood junto a su pareja Tomas Dolas, líder de la banda de rock psicodélico Mr. Elevator and The Brain Hotel, que precisamente puso música a la campaña otoño-invierno 2014 de la maison. Slimane le vio tocar en Burgerama –uno de los festivales más potentes de Los Ángeles–, y le pidió personalmente una colaboración.

Otros grupos residentes como Ty Segall, Thee Oh Sees, Mystic Braves o Cherry Glazerr también han captado la atención del creador. Julian Ducantezeiler, cantante de Mystic Braves, cuenta que Hedi les propuso adaptar el tema Bright Blue Day Haze para su desfile primavera-verano 2015 tras un concierto en el festival Desert Daze. «Después me llamó para hacer una sesión de fotos en su estudio de Culver City. Yo llevaba una camisa de lunares y por un momento él dudó de si formaba parte de su colección. En realidad la había comprado en una tienda de segunda mano», recuerda.

El mítico club The Viper Room abrió en 1993 en Sunset Strip. Fue propiedad de Johnny Depp hasta 2004 y ha sido lugar de reunión de la élite de Hollywood.

Jose Girl

Fue hace un par de años, comprando discos de vinilo, cuando Slimane conoció por primera vez a Jeff Fribourg, excomponente de Froth. Y Jeff acabó desfilando para él. Fue a partir de ahí cuando el diseñador comenzó a relacionarse con los jóvenes de la escena independiente y empezó a visitar lugares como Lolipop Records, uno de los sellos discográficos a la cabeza de esta corriente, junto con Burger Records. Iggy González, cofundador de Lolipop, lo recibe de vez en cuando en el estudio de grabación: «Una de las últimas veces que vino tomó fotografías de Tracy, el cantante de Corners. Está muy interesado en la comunidad de músicos que se ha formado en la zona».

En la estética de esta nueva rebelión musical angelina se detecta una clara vuelta a la psicodelia. Flecos, pantalones de campana, croché, túnicas… Cualquiera de estos estilismos pueden verse cualquier noche en las salas de conciertos de Los Ángeles, llenas de personajes que parecen haber asaltado el armario de Jimmy Hendrix en 1969. Causalmente estos han sido también los elementos protagonistas de las últimas propuestas de muchos grandes diseñadores. Como ejemplo, Jeremy Scott acaba de presentar una colorida colección otoño-invierno 2015 que algunos han definido como un viaje mental de LSD. La fotógrafa Kristin Cofer cuenta: «Las drogas psicotrópicas vuelven a ser influyentes. El otro día estaba cenando en West Hollywood con Sophia Amoruso, la fundadora de Nasty Gal, y me fijé que llevaba puestas dos chapas en las que ponía ‘LSD’ y ‘Ácido’. Le pregunté si ella había consumido alguna vez estas sustancias y me dijo que no. Era simplemente un complemento de moda».

Los famosos jeans cósmicos que el músico Ty Segall lució en su última gira mundial fueron diseñados por Judith Rothman-Pierce, creadora de la firma independiente angelina Rusty Cuts. Y es que la moda alternativa de Los Ángeles también está teniendo impacto sobre el rock de difusión internacional. Diseñadores y músicos reescriben la historia de una ciudad que hace unos años parecía estar en decadencia y que ahora «es donde ocurren las cosas que inspiran», afirma Judith.

Lolipop Records es uno de los estudios discográficos del momento. Uno de sus dueños es Iggy González, teclista de Mystic Braves. En la foto, junto a otro de los componentes del grupo, Cameron Gartung.

Jeff Fribourg

Mr. Elevator and The Brain Hotel (con Tomas Dolas a la cabeza, izda. de la foto), otra de las bandas referentes.

Jeff Fribourg

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