Gucci ficha a Dapper Dan, el sastre de Harlem que copiaba su logo para la gente de la calle
La casa italiana contrata al diseñador de los 80 que vistió a la comunidad negra de Nueva York como imagen para sus campañas. También financiará la reapertura de su famoso taller.
«Dapper Dan fue Tom Ford antes de que apareciera Tom Ford. Debería haber sido contratado en vez de clausurarle. Deberían haberle contratado como diseñador para alguna firma de élite de la época porque tuvo la visión de hacer entonces lo que cinco o diez años después empezaron a hacer otros». Con estas palabras defiende el aclamado rapero Nas a la leyenda de la moda hiphopera de los 80 en el documental Fresh Dressed (Netflix). La misma que Gucci acaba de fichar. Ha tenido que llegar Alessandro Michele, director creativo de la casa italiana, para cumplir los deseos de los fanáticos del diseñador: darle un merecido lugar en la industria 30 años después de su éxito. Dan no es solo la imagen de la campaña masculina de la firma para este invierno, también creará una colección cápsula que se pondrá a la venta en las tiendas Gucci la próxima primavera. Muchos seguirán preguntándose quién ese ese tal Dapper Dan y por qué es el nuevo fichaje del lujo. Vayamos por partes.
Años 80. Nueva York. Harlem. Los chicos del barrio sueñan con vestir los diseños de marcas como Louis Vuitton o Gucci, pero ni pueden permitírselas ni tienen el valor de entrar en tiendas en las que los dependientes les miran por encima del hombro. Es entonces cuando Dapper Dan –que en realidad se llama Daniel Day– decide versionar los logotipos de esas grandes firmas e incluirlos en sus diseños. Y claro, arrasó. «Abrí mi tienda las 24 horas del día durante ocho años. Nos tomábamos un descanso de tres horas y dejábamos la puerta entreabierta para que los raperos y los buscavidas pudieran entrar», explica el propio Dan en el mismo documental tres décadas después de aquello. El que fuera bautizado como «The hip hop tailor of Harlem» (algo así como «el modisto del hip hop de Harlem») supo convertir las firmas con las que soñaba la comunidad negra en prendas asequibles adaptadas a sus tallas y gustos. Y también en otras tantas que acabaron costando casi igual que los originales. Él creó la moda urbana de lujo. Vendía pantalones de cuero por 1.000 dólares, cazadoras de borrego de 2.000 pavos y lo mismo creaba la tapicería de un coche con el logo de Louis Vuitton que lo transformaba en las mangas de un abrigo.
Es precisamente uno de esos abrigos el que ha vuelto a traer su nombre a los titulares y a encender la polémica. Gucci, la misma firma que acaba de ficharle, versionó una de sus creaciones ochenteras y la subió a la pasarela el pasado mes de mayo, en su desfile Crucero 2018. El original era un abrigo de piel con las mangas abullonadas en las que podía verse el logo de Louis Vuitton, un diseño que Dan creó para la corredora olímpica Diane Dixon en 1989. Alessandro Michele repitió la misma fórmula sustituyendo el anagrama de la competencia por la ‘doble G’ de Gucci. A pesar de que la intención del diseñador parecía ser homenajear al de Harlem, cuando saltó la noticia de que Dapper Dan no había dado su autorización, las redes sociales no tardaron en hablar de plagio. La propia Diane Dixon afirmó en su cuenta de Instagram que él lo había hecho primero. «Entiendo que estoy metiéndome en un jardín: la comunidad negra. Pero me encanta la comunidad negra. Creo que tienen una gran voz en términos de moda», declaró Michele a The New York Times dejando claro que el polémico abrigo tenía mucho más de tributo que de copia.
Por si quedaba alguna duda, Gucci ha elegido al modisto del hip hop como imagen de su última campaña. Dan posa para el objetivo de Glen Luchford (fotógrafo de cabecera de la era Michele) en el mismo barrio que vió crecer su fama y cerrar su taller: Harlem. Porque después de su época de gloria, la ley se encargó de acabar con su imperio y su legado. Le hicieron una redada en su estudio de la calle 125 y le arruinaron por haber creado prendas con logos de otras firmas sin tener los derechos de reproducción. «Después se encargaron de eliminar cualquier obra mía», recuerda. Pero su nueva alianza con Gucci no se traduce solo en unas cuantas imágenes y una colección. Dapper Dan volverá a abrir el estudio que se vió obligado a cerrar hace 25 años, con parte del mismo equipo que le rodeó entonces y patrocionado por la casa italiana, que se encargará de proporcionarle el material necesario para que el genio desarrolle sus colecciones. «Estamos reconociendo el poder de este trabajo. El mensaje para mí es que, de alguna manera, hemos reconocido una gran parte de la historia de la marca. Es hora de decir que la moda no es solo los escaparates de una tienda de la Quinta Avenida. Es más. Se trata de cultura. Se trata de autoexpresión. Se trata de la expresión de un punto de vista», ha declarado Alessandro Michele.
El hombre que fue capaz de llenar Harlem de Bentleys y Rolls-Royces hace 30 años, volverá a llenar el barrio de clientes ávidos de su visión única de la moda. Y también podría llegar al museo. Paola Antonelli, curadora de arquitectura y diseño del MoMA, declaró a The New York Times que planea incluir piezas de «este pionero» en la exposición Items: Is Fashion Modern?, que se estrena el próximo 1 de octubre. «Desconocía el impacto que estaba causando porque yo solo quería servir a mi comunidad. Me conformaba con ganarme el respeto de mi barrio», reflexionaba el propio Dapper Dan en Fresh Dressed. Ahora también se ha ganado el de la industria de la moda.
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