Sobrevivir a ‘Crepúsculo’: cómo Kristen Stewart y Robert Pattinson consiguieron que los tomaran en serio (contra todo pronóstico)
Siete años después del estreno de la última película de la saga ‘Crepúsculo’, la mediática pareja protagonista puede presumir de una posición de privilegio en la industria.
Muy lejos quedan ya los años en los que Kristen Stewart y Robert Pattinson eran las caras más habituales de los Razzie, los galardones que cada año premian los trabajos menos inspirados de Hollywood. Durante las cuatro películas que alumbraron el inesperado fenómeno Crepúsculo –la primera entrega fue concebida como un filme de bajo presupuesto–, su pareja protagonista fue objeto de mofa de los cinéfilos más integristas que no supieron o no quisieron ver más allá de la palidez de los rostros de aquellos vampiros que disparaban los decibelios en cada aparición pública. Burlando los antecedentes históricos que auguraban un futuro de encasillamiento y/o postergación (Daniel Radcliffe, Elijah Wood), los intérpretes decidieron calcar una exitosa hoja de ruta para cimentar su estatus como estrellas del séptimo arte. Cuando se cumplen siete años del estreno de la última película de Crepúsculo, Stewart y Pattinson pueden presumir de ser referentes del cine de culto, favoritos en la próxima temporada de premios y cabezas de cartel de próximos taquillazos. Así han demostrado que los pronósticos se equivocaron con su talento:
Comenzaron de cero en la industria
En pocas ocasiones dos de los actores más famosos en todo el mundo renuncian por voluntad propia a seguir siendo miembros de la conocida como lista A de Hollywood. Cuando en 2012 se estrenó Amanecer Parte 2, Stewart y Pattinson decidieron reiniciar sus trayectorias en la meca del cine alejándose lo más posible de todo lo que oliera a taquillazo. Un ejemplo: el londinense rechazó un cheque millonario para dar vida a Christian Grey en la adaptación cinematográfica de 50 sombras de Grey.
La industria independiente no tardó en acoger con los brazos abiertos a personalidades dispuestas a ajustar su salario y poner sus muy célebres rostros al servicio de proyectos destinados a recorridos discretos por las carteleras. Stewart ha estrenado dos filmes a las órdenes de Olivier Assayas, además de trabajar junto a cineastas como Ang Lee, Woody Allen y un buen puñado de directores semidesconocidos o noveles. El actor, por otro lado, puede presumir de haber sido dirigido por figuras como David Cronenberg, James Gray, Claire Denis o los hermanos Safdie.
Pacto de silencio sobre su relación
Entre 2012 y 2013 protagonizaron una de las grandes historias de la prensa rosa en aquel tiempo. La infidelidad de Stewart con el director Rupert Sanders, que la dirigió en Blancanieves y la leyenda del cazador, acabó con un romance muy mediático, casi generacional por lo que significó para la cultura emo con Pattinson. El final de su amor fue también el de cualquier declaración al respecto. Solo la actriz, en apenas un par de ocasiones, ha querido referirse a lo vivido durante aquellos años y la presión mediática que experimentaron. “La gente quería con tanta fuerza que Rob y yo estuviéramos juntos que la convirtieron en un producto. No parecía parte de la vida real. No quería formar parte de una historia concebida para el entretenimiento”, aseguró en T Magazine.
Apostaron por erigirse en iconos de moda
El paralelismo de sus carreras también abarca todo lo no relacionado con el séptimo arte. Tras el final de la saga escrita por Stephenie Meyer, ambos entendieron como fundamental su posicionamientos como figuras relevantes dentro del mundo de la moda y apostaron por casas francesas de prestigio. Kristen Stewart se convirtió en embajadora de Chanel y Robert Pattinson en imagen de Dior Homme, cada uno con su propio anuncio televisivo del perfume correspondiente.
Favoritos de los festivales europeos…
En el último lustro, tanto Pattinson como Stewart se han convertido en caras habituales de certámenes como Cannes y Venecia. Este mismo año ambos han sido protagonistas de sendos festivales con el estreno de El faro y Seberg (basada en la trágica vida de la actriz Jean Seberg) respectivamente. La californiana formó parte incluso del jurado de Cannes 2018, dejándonos varios looks para el recuerdo con la que fuera presidenta del mismo, Cate Blanchett.
…Pero rechazados por los académicos estadounidenses
Mientras que la crítica independiente y la industria internacional se rinde a la redención cinematográfica de la pareja que protagonizara Crepúsculo, ni los Oscar ni los Globos de Oro parecen querer olvidar todavía su pasado como ídolos adolescentes. Un hecho que puede cambiar este año. Con sus papeles en El faro y Seberg, ambos forman parte de todas las quinielas para lograr sus primeras nominaciones en los premios de la Academia cinematográfica de Estados Unidos.
El círculo se cierra: regreso a los taquillazos
Con el respeto del mundo cinéfilo ya conseguido, Stewart y Pattinson parecen por fin dispuestos a abrazar los proyectos multimillonarios que declinaron al final de su etapa crepuscular. A la actriz la veremos a partir del próximo noviembre liderando la nueva adaptación de la franquicia de Los Ángeles de Charlie, junto a Naomi Scott y Noah Centineo. Por su parte, el londinense encabezará el próximo año el reparto del esperadísimo último proyecto de Christopher Nolan, Tenet, calificado como un thriller de espionaje con elementos de ciencia ficción.
Habrá que esperar sin embargo hasta 2021 para ser testigos de su controvertido debut como Bruce Wayne en The Batman, una película que ya cuenta con el apoyo explícito de su ex. “Siento que es el único hombre que puede interpretar ese papel”, declaró Stewart en una entrevista con la edición estadounidense de Harper’s Bazaar, asegurando además que Pattinson “tenía los pómulos perfectos” para dar vida al justiciero murciélago. Quién sabe si podremos ser testigos de un reencuentro enmascarado, una vez que la propia intérprete ha asegurado que estaría encantada de dar vida a una heroína gay después de que la productora Marvel rechazara contar con ella por su ‘demasiado visible’ homosexualidad.
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