Jourdan Dunn: «Los días de las zancadillas entre mujeres se acabaron»

Vencer las convenciones y echar por tierra los muros (físicos y mentales) construidos en torno a la belleza no está en las manos de una modelo, aunque las redes se hayan convertido en un espacio combativo y la nueva generación alce la voz para hacer historia. Sin embargo, hay maniquís cuyo rostro representa la imagen del cambio. Féminas cuyo éxito trasciende la pasarela y convierten la fama en un altavoz para la regeneración social. Jourdan Dunn (26 años) es una de ellas. En 2008, y tras debutar un año antes con Marc Jacobs, esta londinense rompió la barrera racial de Prada.

Hacía 13 años que una mujer de color no formaba parte del casting de la marca. «En ese instante no eres consciente de lo que significa. En la industria, Prada tiene fama de rechazar a algunas chicas en el último minuto. “Sigo aquí”, me repetía una y otra vez. Pensaba que en cualquier momento alguien podía acercarse y decirme “estás fuera”. No me quité esa angustia hasta que el director de casting, Russell Marsh, me dijo “es tu momento”, salté a la pasarela y me convertí en el centro de las miradas». Esa temporada, participó en 75 desfiles y se llevó el premio a la maniquí del año en los British Fashion Awards.

La moda, como la política y la cultura, atraviesa un momento complejo. La última edición de fashion weeks ha sido la más plural de los últimos tiempos. También la más convulsa y reaccionaria. «En parte por Trump y en parte por el sentimiento de revolución que alientan las redes», señala. «Esa es la gran diferencia respecto a otras décadas. Ya nadie puede ocultarse ni mantenerse ajeno a debates que están en la calle, como la inmigración. Si el público detecta un comportamiento incorrecto, lo denunciará. Si la gente no está de acuerdo con la gestión de una marca, hará ruido hasta que su mensaje sea viral. Y este es solo el inicio», vaticina.

Jourdan habla sin tapujos. Y aunque cuentan las malas lenguas que le han aconsejado que no critique la mano que le da de comer, ella siempre se ha mantenido firme en su lucha. «La belleza no tiene color. Es cierto que la situación ha mejorado desde que empecé, pero todavía queda mucho por hacer. De hecho, no es un asunto que afecte solo a modelos. Es un problema global, que atañe a todos los sectores de la industria. Necesitamos que haya diversidad entre fotógrafos, maquilladores, estilistas, diseñadores… Debería ser algo normal, pero todavía nos sorprende ver a una joven musulmana desfilar en una de las principales pasarelas, o ver a una chica negra en una gran campaña de cosmética», reflexiona Dunn, que hace tres años se convirtió en la primera británica de color que entraba en la lista de modelos mejor pagadas de Forbes [que se publica anualmente desde 2006].

La generación sin miedo

«El miedo no es una opción». Jourdan tiene tatuada esta frase en el antebrazo izquierdo. Es una cita de las memorias de Diane von Furstenberg: The Woman I Wanted to Be. «Es una mujer inspiradora; y una de las voces más influyentes del circuito». Para Dunn, que fue descubierta por la misma agente que fichó a Kate Moss (Sarah Doukas), la moda es una forma de autodeterminación. «Cuando eres adolescente no lo entiendes, pero con cada elección estás haciendo una declaración estética, que habla de tu personalidad». ¿Y qué dice la ropa de esta joven que creció –y aún hoy vive con su familia– en Greenford, en el oeste de Londres? «Sentirme cómoda y segura de mí misma es mi manera de seducir». La confianza es una de las virtudes que más admira de su ídolo de infancia: Beyoncé. En 2013, la inglesa apareció en uno de los videoclips de la diva junto a Chanel Iman y Joan Smalls. «Cuando me llamaron para decirme que querían que participase en el vídeo de Yonce, me quedé de piedra. ¡Cuando tenía 10 años me encerraba en mi habitación para escuchar sus discos! Para mí era un sueño hecho realidad».

«Beyoncé es un referente de empoderamiento. No se siente intimidada por otras féminas. Todo lo contrario. Y ese es un mensaje positivo para su legión de fans», opina. «Como cualquier otra niña de mi edad, yo crecí escuchando los temas de Destiny’s Child. También los éxitos de Spice Girls», continúa la modelo, que además ha hecho cameos en la secuela de Zoolander, la cinta Absolutamente fabulosas, y el último clip de Nicki Minaj, Regret In Your Tears, dirigido por el tándem Mert and Marcus. «Los días de zancadillas entre mujeres se acabaron». Entre las maniquís hay un sentimiento de camaradería. Karlie Kloss y Cara Delevingne son las mejores amigas de Dunn [con Cara comparte incluso un tatuaje: DD, por las iniciales de sus apellidos].

«Nos apoyamos en todo», dice. También en los proyectos más personales. En el caso de Dunn, está involucrada en las campañas de concienciación sobre anemia falciforme (una enfermedad genética que diagnosticaron a su hijo Riley cuando nació). «Cuando tienes gente que sigue todo lo que haces [ella tiene 2,1 millones de seguidores solo en Instagram], tienes que utilizar esa plataforma para luchar por aquello en lo que crees».