Trío celestial de la Gala Met: Jesucristo Leto, la Virgen Cardi B. y el ángel Perry

El asalto a los cielos definitivo de Cardi B. se certificó anoche cuando apareció de la mano de Jeremy Scott, diseñador pop por antonomasia, en la alfombra roja del Metropolitan. Muchas otras apostaron por el aspecto virginal, pero el embarazo de la del Bronx y el exceso de su diseño de Moschino la encumbraron como virgen barroca de la noche. Victoria para la artífice de Bodak Yellow –tema que la convirtió en la única cantante capaz de igualar el hito de Nicki Minaj en 2014 de tener un solo de hip hip en el top 10 de Billboard–. Cardi B demostró cómo el poderío de una ex bailarina de clubs de striptease reconvertida en ídolo de masas (y de likes en Instagram) se puede hacer con la narrativa de una gala elitista en la que se pagan hasta 30.000 dólares por cubierto (y 275.000 por mesa).

El Jesucristo de la noche fue Jared Leto, acompañado por su clon, Alessandro Michele. Ambos  lo apostaron todo a sus melenas, coronas metalizadas y barbas vestidos, cómo no, de Gucci. El ángel de Victoria Secret caído fue  Katy Perry: ¿cómo lo haría para cenar? ¿tendría hueco en el ropero para las alas?

Pero ante el alud de mujeres aspirando a ganarse al cielo de manera virginal, la monja de la noche fue una estupenda y acertada Greta Gerwig, con look de The Row.