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«Nos hemos empujado a ser mejores»: figuras públicas que aceptaron la derrota con total elegancia Porque saber perder no siempre es fácil, aquí recopilamos algunos ejemplos de deportividad ante el fracaso por parte de políticos, intérpretes o estrellas del deporte. Glenn Close, la eterna nominada al Oscar que se ha ido de vacío hasta en siete ocasiones, aseguró que se sentía “muy, muy bien” después de perder de nuevo la estatuilla en 2019, que fue a parar a manos de Olivia Colman (La favorita). “No siento que necesite la validación de ningún premio para sentirme realizada. Lo que cuenta es que yo sepa, en mi corazón y en mi alma, que he cumplido con los desafíos que cada personaje me ha presentado (…) Solo lo siento por toda la gente que apostó que yo iba a ganar. A toda esa gente en Jersey, mis disculpas”, declaró. Alberto E. Rodriguez (Getty Images for HFA) “A la gente joven en particular, espero que escuchéis esto. He dedicado toda mi vida adulta a luchar por aquello en lo que creo. He tenido éxitos y reveses. Algunas veces, algunos muy duros. Vosotros también tendréis éxitos y reveses. Esta derrota duele, pero por favor, nunca dejéis de creer que merece la pena luchar por lo que es correcto”, manifestó Hillary Clinton en 2016, después de conceder la presidencia de los Estados Unidos al sorprendente vencedor, Donald Trump. El magnate ya ha demostrado no haber aprendido un ápice de la cortesía con la que Clinton aceptó su derrota. JEWEL SAMAD (AFP via Getty Images) Antes de convertirse en una de las cantantes más famosas sobre el planeta, con más de 75 millones de discos vendidos en solitario, una Beyoncé de solo 9 años fracasó en su paso por un programa televisivo infantil y los sueños de triunfar en la música llegaron a arruinar a su familia antes de que Destiny’s Child se hicieran un hueco en la industria. “La realidad es esta: a veces, pierdes. Y nunca eres demasiado bueno para perder. Nunca eres demasiado grande para perder. Nunca eres demasiado listo para perder. A veces pasa”, evoca la tejana. Gareth Cattermole (Gareth Cattermole/Getty Images f) John McCain, candidato republicano a las elecciones de Estados Unidos y héroe de la guerra de Vietnam, firmó uno de los discursos de concesión más elegantes de la historia cuando Barack Obama le venció en 2008. “Insto a todos los estadounidenses que me apoyaron a que se unan a mí no solo para felicitar a Barack Obama, sino para ofrecerle a nuestro próximo presidente nuestra buena voluntad y esfuerzo para encontrar formas de unirnos (...) Encontrar formas de dejar a nuestros hijos y nietos un país mejor y más fuerte del que heredamos. Cualesquiera que sean nuestras diferencias, somos ciudadanos. Y créanme que ninguna asociación ha significado más para mí que eso”. Viendo sus formas, no es de extrañar que Donald Trump considerara a McCain, que falleció en 2018, un enemigo dentro del Partido Republicano. ROBYN BECK (AFP via Getty Images) Las palabras de Maya Angelou son las de una superviviente que nació y creció en la pobreza, que fue violada siendo una niña y que se enfrentó como pocas al racismo sistémico de Estados Unidos. “Tal vez te enfrentes a muchas derrotas, pero no deber sentirte derrotado. De hecho, tal vez necesites toparte con esas derrotas para que puedas saber quién eres, para saber cómo te puedes levantar y cómo podrás salir de ahí”, argumentaba la activista pro derechos civiles y una de las poetas más influyentes de nuestro tiempo. Jack Sotomayor (Getty Images) El manacorí Rafa Nadal ha demostrado durante las dos últimas décadas ser uno de los deportistas que mejor aceptan la derrota, relativizando una trayectoria en la que, según él, “ni ganar es tan fantástico ni perder es tan traumático”. “Siempre he dicho que me encantaría terminar mi carrera siendo el jugador con más Grand Slam. No hay dudas sobre eso. Pero no voy a estar todo el día pensando que Novak tiene este o que Roger ha ganado este otro. No puede estar siempre triste porque tu vecino tiene una casa más grande que tú, o un barco más grande o un teléfono mejor. Tienes que vivir tu vida. Eso es lo que hecho toda mi carrera: intentar seguir mi camino, dar lo mejor de mí cada día”. Ryan Pierse (Getty Images) Y su eterno rival no ha sido menos. El suizo Roger Federer es tan elegante dentro de las pistas como fuera de ellas, como demostró al felicitar a Nadal cuando le igualó en número de Grand Slams en el pasado torneo de Roland Garros: “Siempre he tenido el mayor respeto por mi amigo Rafa como persona y como campeón. Como mi mayor rival durante muchos años, creo que nos hemos empujado mutuamente para convertirnos en mejores jugadores”. Al Bello (Getty Images) Thomas Edison, mítico inventor y padre de miles de patentes, realizó centenares de intentonas antes de conseguir dar con una bombilla comercialmente viable. Preguntando sobre la gestión de los conatos, el estadounidense fue claro: “No he fallado diez mil veces. No he fallado ni una sola vez. He tenido éxito al saber que hay diez mil formas en las que no funcionará. Cuando haya eliminado las formas en las que no funcionará, encontraré la forma en la que sí lo hará”. Hulton Deutsch (Corbis via Getty Images) Hasta Michael Jordan, el mejor jugador de la historia del baloncesto y un animal competitivo que como demostró el documental de The last dance hacía lo que fuera con tal de ganar, sabe que en el deporte casi siempre son más las derrotas que las victorias: “He fallado más de 9000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. 26 veces han confiado en mí para tener el tiro ganador y he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida, y es por eso por lo que he tenido éxito”. DANIEL LIPPITT (AFP via Getty Images) Antes de convertirse en la reina de los medios de comunicación e icono pop por antonomasia, Oprah Winfrey vivió varios sinsabores tanto en su carrera como presentadora como en su carrera como actriz. En un discurso en la Universidad de Harvard, la periodista aseguró que “una derrota no es más que la vida intentando llevarnos en otra dirección”. “Cuando estás en el hoyo parece que has fracasado. En ese momento está bien sentirse mal y darse tiempo para lamentar lo que creas que hayas perdido. Pero después, esta es la clave: aprende de cada fallo, porque cada experiencia, y particularmente los errores, están ahí para enseñarte y forzarte a ser más quién eres”. Barcroft Media (Barcroft Media via Getty Images) Antes de fundar una de las marcas de moda más célebres de este siglo, Vera Wang fue una patinadora artística que en 1968 no consiguió entrar en el equipo olímpico de Estados Unidos. Según sostiene, la vida no siempre se mide por resultados tangibles, sino por lo aprendido en el proceso. “No importa lo mal que se pongan las cosas, no importa lo desanimada o fracasada que me sienta –y eso se aplica a la maternidad, la amistad, a todo–, trato de creer que hay una razón y una experiencia de aprendizaje. Como dicen los skaters, ‘No tengas miedo de caerte’. Un 90% serán caídas porque, de lo contrario, no dominarías nada. Puedes hacerte daño en el trasero, romperte el tobillo o una costilla. En la vida es igual. No tengas miedo de fracasar, no intentarlo es peor que fallar. Ten el coraje de intentarlo. Si no, ¿para qué estamos aquí?”. JP Yim (Getty Images) Hasta el boxeador más grande de todos los tiempos, que flotaba como una mariposa y picaba como una abeja, besó la lona hasta el cinco ocasiones. Muhammad Ali aceptó cada una de ellas, asegurando que “solo un hombre que sabe lo que se siente al ser derrotado puede llegar hasta el fondo de su alma y sacar ese extra de energía necesario para ganar un combate que está igualado”. Bettmann (Bettmann Archive) “Mi madre quería que entenderíamos que las tragedias de tu vida un día tienen el potencial de convertirse en las historias cómicas del siguiente”, aseguró la inolvidable periodista, escritora, guionista y directora Nora Ephron. Con una filmografía en la que se encuentran clásicos de la comedia romántica como Cuando Harry conoció a Sally, Algo para recordar o Tienes un e-mail, la neoyorquina mantuvo una larga batalla contra la leucemia antes de morir en 2012 a los 71 años. Stephen Lovekin (Getty Images) La inseguridad es otra de las condiciones naturales del oficio de intérprete. Según declaró al Express en 2013 una de las actrices más taquilleras, Sandra Bullock, una vez que se libró de ella su carrera despegó por completo. “Tenía miedo de ser un fracaso, de pasarlo mal o de ser una gallina. Pero cada año que me hago más vieja pienso, ‘¿A qué le tenía miedo el año pasado?’ Te acabas olvidando y pasas página”. Kevin Winter (Getty Images) Tampoco podía faltar en esta lista una Coco Chanel a la que ya se le atribuyen casi tantas frases inspiradoras como a Churchill, Einstein o Gandhi: “El éxito a menudo lo logran aquellos que no saben que el fracaso es inevitable”. Evening Standard (Getty Images)