La noche del repaso épico de las ‘seniors’ a las más jóvenes
O cómo la madurez dio una lección de elegancia a la juventud en la noche de los premios de la academia de televisión.
Solo hubo una hermandad capaz de hacer sombra a la sororidad feminista liderada por Reese Witherspoon y su séquito de féminas combativas de Big Little Lies. No, no se trata del escuadrón distópico de The Handmaid’s Tale ni el equipo carcelario de Orange is the New Black. Hablamos del momento en el que Jane Fonda, Dolly Parton y Lily Tomlin, las chicas del Nine to five (Cómo eliminar a tu jefe, 1980), invadieron el escenario de los Emmy para recordar a todas estas nuevas jefas del empoderamiento televisivo que mucho antes de que Elisabeth Moss luchase contra el patriarcado más terrorífico, hubo una tríada que personificó aquella segunda ola del feminismo emancipador de principios de los 80. «En 2017 todavía seguimos rechazando ser controladas por un fanático sexista, egocéntrico, mentiroso e hipócrita», dijo Lily Tomlin, haciendo paralelismos entre el ficticio Franklin Hart Jr. y Donald Trump.
Su presencia sobre el escenario escenificaba lo que había pasado poco antes en la alfombra roja: un intervalo en el que las seniors golearon a las más jóvenes en esto del estilo y la actitud. (No a las más precoces, Millie Bobby Brown, de Calvin Klein by Appointment, y Kiernan Shipka, de Miu Miu, acertaron de pleno con modelos de aires naíf acordes a su edad).
De lo más comentada fue el postizo-coleta a lo Ariana Grande y el juvenil flequillo que se marcó Jane Fonda. Si bien su peinado no fue lo más acertado de su look, la nominada por Grace and Frankie dejó a todo comentarista presente sin respiración cuando apareció con su vestido fucsia de Brandon Maxwell y el collar que caía por el escote de su espalda.
El tándem Jessica Lange-Susan Sarandon también fue uno de los más esperados de la noche. Ambas demostraron que su feud de la ficción se queda ahí –interpretan a Joan Crawford y Bette Davis– y posaron así de espléndidas en la alfombra roja. Lange con un Gucci y Sarandon de Zac Posen. Como es habitual desde hace un par de años, la intérprete exhibió escote contra todos aquellos que esgrimen que una mujer madura no debe enseñarlo.
Y para rematar la lección de estilo, Judith Light (Transparent) le puso muchas más ganas y actitud al posar que los mohínes sin sentido de otras frente a los focos; o Michelle Pfeiffer, que con un sencillo Oscar de la Renta –en las antípodas de los escotazos que exhibía en El precio del poder– demostró por qué no pasan los años por uno de los rostros más simétricos de Hollywood. Con permiso de Claire Foley (la reina de Inglaterra en The Crown que optó por un mono de Oscar de la Renta con guiños a la solemnidad monárquica) el God save the Queen de la noche se entonó, en plural, para todas estas seniors que siguen reinando en el valle de las estrellas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.