El único hombre capaz de hacerle sombra a Ryan Gosling
Andrew Garfield, el nuevo Peter Parker de la saga Spiderman y novio de la chica de moda, tiene el carisma suficiente para conseguir que aparquemos al estupendo de Ryan Gosling.
Andrew Garfield se enteró de que había sido elegido para encarnar al hombre araña en la cuarta entrega de la saga cinematográfica de Spiderman mientras se encontraba promocionando La Red Social en Cancún. Fue en julio de 2010. Marc Webb -encargado del filme en sustitución de Sam Raimi y director de (500) Días juntos– improvisó entonces una rueda de prensa con la que sorprendió a un aturdido Garfield que aceptó la invitación al evento, organizado por Columbia Pictures, pensando que iba a otra cosa totalmente distinta.
La primera vez que Andrew, nacido en Los Angeles aunque criado y educado en el condado de Surrey, Inglaterra, vio las aventuras de Spiderman: no fue en el cine; aunque de pequeño devoraba sus cómics con ahínco. Así lo reconocía él mismo en una entrevista que le hizo Tobey Maguire en la revista VMan "Tenía 19 años y me compré el DVD pirata en Portobello para ver la película en mi roñoso apartamento del Norte de Londres junto a mi amigo, el cámara cinematográfico Terry McGuiness. Estuve repitiendo la escena final frente al espejo varias veces y mi colega me dijo que jamás podría interpretar a superhéroe ninguno". Mucho ojo, desde luego, no tenía, porque diez años después, y no sin antes pasar por una de las más reputadas escuelas de actores del mundo- el Central School of Speech and Drama de Londres- ese mismo chico es Peter Parker.
En 2011 Garfield se presentaba en la Comic-Con de San Diego vestido de Spiderman aunque al más puro estilo Jimmy Jump, pronunciando un sinceramente emocionado discurso de agradecimiento con el que se metía al público, y a su compañera de reparto, Emma Stone, su actual pareja -ambos protagonizan el número de agosto de la hermana adolescente de Vogue– en el bolsillo.
Andrew, a punto de cumplir 29 años, empezó su carrera en la televisión británica -participó en varios episodios de la tercera temporada de la serie Doctor Who– y le entró al cine con sendos papelitos en Leones por Corderos y Las hermanas Bolena hasta que le dio vida a Anton en el filme fantástico El imaginario del Doctor Parnassus. Pero la fama y el reconocimiento le llegaron, siempre con prudencia, con su personaje de Eduardo Severin, el cofundador playboy de Facebook, en La Red Social. No sin antes compartir cartel con Keira Knightley y Carey Mulligan en la adaptación al cine de la novela de Kazuo Ishiguro Nunca me abandones.
Ahora, no ha sido hasta que ha empezado con la gira promocional de The Amazing Spiderman cuando nos hemos dado cuenta de que, además de entrañable y guapetón, el chico tiene estilo como pocos. Entre otras cosas ha puesto de moda los náuticos o zapatillas deportivas con traje, para los estrenos; y lleva como nadie diseños de Balenciaga, Alexander McQueen o Armani que combina con camisetas cualesquiera, cazadoras de Fred Perry o sudaderas de American Apparel y slippers de TOMS, haciendo peligrar seriamente el reinado de Ryan Gosling.
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