En busca del verdadero ‘Gangnam Style’

Una semana después del estreno de su segundo single, Psy ha vuelto a agitar la bandera del k-pop más pintoresco. El increíble precedente del tema Gangnam Style situaba la nueva empresa en algo más que un imposible, pero el rapero surcoreano ha demostrado dominar a la perfección la receta del éxito, esta vez con una sátira sobre el hombre vulgar -y con algo menos de gracia que el hit precedente-. Gentleman es una oda a los clichés más superados del ligoteo occidental, lo que inevitablemente nos conduce a sentir cierta nostalgia por el anterior single. La letra de aquel tema se inspiraba en el exclusivo distrito de Gangnam, una de las zonas más cool de Seúl. Se trata de un importante hub comercial, repleto de firmas de alta gama y emisarios del mejor street style, que poco tienen que ver con el aspecto estrafalario de Psy.

La canción más internacional de la historia de Corea del Sur vio la luz en julio de 2012, y pronto alcanzó cotas antes impensables para una melodía de letra incomprensible. Las plataformas digitales hicieron el resto, y los bailes del secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon, el primer ministro británico David Cameron y el alcalde Boris Johnson, o el mismísimo presidente Obama ayudaron a su éxito. La caricatura que con tanta efectividad popularizó Psy se inspira en el Gangnam style o estilo de Gangnam, un concepto asociado al estilo de vida del barrio homónimo de Seúl. "Una especie de Beverly Hills", en palabras del propio Psy, poblado por verdaderos estetas y fashion victims con dinero, bastante alejados de los wannabes y posers (advenedizos en cristiano) a los que se critica en la sátira del rapero.

El distrito de Gangnam es la zona más ilustre de la península coreana, donde la norma no escrita de sus adinerados habitantes es el de la nobleza obliga. Con casi 40 kilómetros cuadrados de extensión y medio millón de habitantes, es el cuarto gu (distrito) más poblado de la ciudad. Hay veces en las que también se habla del Greater Gangnam Area, que comprende dos distritos más, y cuenta con dos zonas libres de humo en plena calle. La concentración de restaurantes de moda, bares de copas y tiendas de lujo sirven de excusa para ofrecer la imagen de un país sobresaliente. Como no podía ser de otra forma, Louis Vuitton, Gucci, Prada, Salvatore Ferragamo, Fendi y Christian Dior son las firmas que poseen los mejores locales.

Psy ofrece un concierto en el programa ‘Today’ de la cadena norteamericana NBC.

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Otros nombres asociados a Gangnam son Vera Wang, donde tiene su tercera tienda más grande del mundo, o la flagship store en Asia de Vera Wang Bride. Diseñadores locales como Lie Sang Bong, Kathleen Kye, Choi Bo Ko o Son Jung Wan ofrecen propuestas interesantes y de fácil digestión para el público occidental. MCM es el Loewe surcoreano, una marca de origen alemán que ha alcanzado el estatus oficioso de enseña de lujo nacional. Su local de la calle Cheongdam es un monstruo de dos fachadas e interiores inspirados en las directrices de la Bauhaus, diseñados por el artista británico Richard Woods. En esa misma arteria se encuentra también una de las dos impresionantes sucursales de 10 Corso Como en Seúl.

Sin embargo, no todo es tan sutil y refinado por estas avenidas. La nota sórdida que tan bien ridiculiza Psy suele llegar de la mano de los militantes más fanáticos de la música k-pop y las doenjang girls. Estas últimas reciben el nombre de un plato de pasta típico y baratísimo de la gastronomía patria. Se trata de auténticas shopaholics que ahorran en lo básico para costearse caprichos en Gangnam. Aunque Psy se ría de estas chicas y de los novios que las jalean, el verdadero k-pop cuenta precisamente con una base social de esta naturaleza. El cuarteto 2NE1, las chicas de SNSD, la boyband Big Bang o el dúo Sistar19 son los culpables de confundir a tanta gente y convertir el Gangnam style en el disparate que un día conquistó el mundo.

Las integrantes del grupo k-pop 2NE1 posan en Nueva York.

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