Dime dónde te sientas y te diré quién eres
Durante la temporada de desfiles, la adjudicación de asientos, o ‘sitting’ sirve de barómetro de poder en la industria de la moda
Cualquiera que haya organizado una boda, sabe lo complicada que es la tarea de sentar a los invitados. Pues ese rompecabezas, elevado a la máxima potencia, es lo que implica un sitting para un desfile de moda. Mucha gente que sentar y la mayoría poseedora de un ego más pronunciado que el de cualquier tía abuela.
Lo que antes era un juego de alternar directores de revistas, compradores y famosos, se ha complicado con la llegada de los insolentemente jóvenes blogueros y profesionales de países potencias emergentes. Un lío.
El caso es que no importa que se publiquen online las fotos de las colecciones, o cuántos streamings se hagan. Esto no tiene que ver con observar la ropa más o menos de cerca, es jerarquía pura y dura. En la época de pasarelas, tú eres tu asiento. Los equipos dedicados a adjudicar sitios siguen unas normas básicas.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que para los pesos pesados de la industria, la segunda fila es Siberia. La primera línea es para editores de publicaciones, compradores con poderío y caras famosas. Las estilistas se quedan en los asientos de atrás hasta que consiguen una cartera de clientes estelar.
Para evitar que grupos editoriales rivales pasen el trago de sentarse juntos, se dejan dos asientos de seguridad entre ellos. Como separación se colocan a directores de revistas más indies o famosos almohadilla. Pero hay que andarse con pies de plomo: si una actriz del momento o cantante famosa es sentada al lado de una de las directoras, las otras pueden verse infravaloradas. O al contrario, a alguien le puede ofender que le coloquen junto a un tronista.
Otro punto a tener en cuenta son las divisiones nacionales. Los famosos de países como China, se colocan todos juntos para que a los fotógrafos no se les escape la nueva celebridad de ese año. A pesar de la férrea organización, alguien puede verse en primera fila por casualidad. Eso sucede si esa persona tiene el morro suficiente para colarse y el relaciones públicas no se da cuenta o prefiere dejarlo pasar. O si está a punto de empezar el desfile y se han quedado vacíos asientos, algo que da mala imagen.
La disposición de los asientos, también ayuda a deducir hostilidades o alianzas en la industria. Las directoras del Vogue Italia y Vogue París (Franca Sozzani y Emmanuelle Alt) deben mantener una buena relación porque tienden a sentarse juntas.
Recién finalizada la época de desfiles, en Smoda.es hemos recopilado una galería con consejos para tener en cuenta la temporada siguiente. Pero ya se sabe: nuevas colecciones, nuevos dramas.
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