El bolso de esta temporada tiene nombre de reina

Cada diseñador tiene una musa, a quien le debe –y le debemos– sus mejores creaciones. Y cada pieza con nombre propio guarda una historia fascinante detrás, como la que se ha propuesto contar Carolina Herrera con su colección Insignia. La firma de Nueva York empezó a celebrar en 2016 su larga trayectoria en el mundo del lujo y la moda –35 años defendiendo la elegancia femenina, incluso cuando la costura impone lo contrario–, y lo ha hecho encapsulando sus pensamientos en objetos únicos. ¿El último? Su bolso Victoria Insignia, una pieza artesanal que rinde homenaje a las mujeres fuertes que inspiran la firma, entre ellas, la Reina de Inglaterra.

Para entender su esencia debemos remontarnos al siglo pasado cuando una adolescente monarca subía al trono de Inglaterra para dar comienzo a la esplendorosa época victoriana. Admirada por sus capacidades políticas y sus dotes de gestión, durante el largo mandato de la Reina Victoria –tan longevo que se conoce como la abuela de Europa–, se llevaron a cabo distintas reformas, como la regulación postal. En aquella época el sistema de correos era caótico; el destinatario era quien pagaba la cartas y el precio estaba sujeto a los kilómetros de distancia y a la buena voluntad del cartero. Para ponerle orden, el inglés Rowland Hill propuso hacer un sistema de sellos, fijando el precio del envío en esas pequeñas estampas de coleccionista.

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El Penny Black, como se conoce en el mundo de la filatelia, fue el primer sello de la historia emitido por Reino Unido en 1840. Hill eligió la efigie de la Reina Victoria para ilustrarlo, un perfil tan reconocible que no consideró necesario apuntar el país de emisión; trazando, sin saberlo, un logo en sí mismo. Esta imagen tan icónica ha servido de inspiración para los bolsos Victoria. No solo a la hora de bautizar este accesorio aristocrático donde priman las líneas puras y atemporales, también en el momento de desarrollar la paleta de colores. Así, cada modelo de esta colección sigue la declinación cromática de los distintos sellos que fueron haciéndose con la figura de la reina: ciel, desert, peony, magnolia y, por supuesto, el imprescindible rojo Carolina Herrera.

Carolina Herrera siempre ha vestido a mujeres elegantes, a las que hizo sentirse seguras de sí mismas dentro de sus creaciones. Porque como ella mismo dijo: “La mujer solo tiene un defecto, no reconoce lo valiosa que es”. Así, con los cuatro bolsos que forman esta colección, la firma se encarga de reivindicar la figura femenina, tan silenciada en la historia. También recuerda el valor de la artesanía y los materiales de calidad. De ahí que sus bolsos estén confeccionados en pieles excelentes, como la napa Ylang y la piel Sabina, procedentes de tenerías españolas.

De forma discreta y muy sutil, cada bolso lleva incorporado el logo Insignia. Un detalle que recupera las iniciales tridimensionales del brazalete con el que nació esta colección y que han sido reinterpretadas a lo largo de ella. En este caso, las intersección entre las letras CH invita al inconsciente a completar la imagen, y evoca la figura de Carolina Herrera y de todas las mujeres influyentes como ella.