Guía definitiva para comprar unas planchas de pelo
Te ayudamos a elegir la plancha que mejor se adapta a la personalidad de tu cabello para sacarle el máximo partido.
Las planchas de pelo o stylers de última generación nada tienen que ver con aquellos artilugios que, no hace tanto tiempo, nos freían el pelo al usarlas. Ahora tienen nuevos materiales y tecnologías para que prácticamente cualquier persona pueda usar una. Pero antes de decidirte, conviene que sepas unas cuantas cosas importantes para que encuentres la más adecuada para tu cabello.
¡Cuánta variedad! Titanio, cerámica, iones… ¿necesita mi pelo tecnología espacial?
Las planchas de pelo proporcionan calor a través de sus placas. Son éstas las que estarán en contacto directo con él, por lo que hay que prestar especial atención al material con el que están hechas, ya que es fundamental que resbalen bien por nuestro pelo, sin engancharlo. En este sentido el material rey es la cerámica. Prácticamente todas las marcas, basan sus stylers en cerámica en sus gamas medias y altas, ya que son capaces de ofrecer una temperatura estable, tienen una gran duración, y hacen que el pelo resbale bien entre ellas, reduciendo la fricción y en gran parte la electricidad estática. Para ayudar a que nuestro cabello elimine este último problema, casi en su totalidad, hay determinados modelos, como algunos de Philips o Braun, que incorporan ionizadores. Los iones negativos que se generan contrarrestan los iones positivos de nuestro pelo, haciendo que éste se muestre menos encrespado, más suave y brillante.
En combinación con la cerámica se puede usar la turmalina, un mineral con gran capacidad para generar iones negativos y así tener un cabello más sedoso. Otra de sus propiedades es que emite calor infrarrojo más suave y menos dañino para el pelo. Algunas de las marcas que trabajan este mineral son Ga.Ma Italy y Artero.
Hay incluso planchas que combinan placas de cerámica con placas de mármol como el modelo SalonStraight Duo de Philips. Esto permite que el pelo no contenga el calor durante tanto tiempo y que sufra menos.
Además de cerámica hay marcas como Corioliss, que usan otros materiales en sus placas, el titanio. El titanio es un elemento químico capaz de ofrecer mayor durabilidad a las placas que la cerámica, por su alta resistencia a golpes y a la corrosión. También adquiere una alta temperatura en menor tiempo y transfiere al cabello más calor que las de cerámica, por lo que con una sola pasada suele ser suficiente. Admite mejor que las de cerámica tratamientos ionizantes y generan su calor a través de infrarrojos, lo que resulta menos dañino para el pelo que si se usase cualquier otra fuente de calor con metal, dejando el pelo brillante. Además las planchas GCK de titanio permiten obtener rizos y ondas de una forma más sencilla.
A las placas también se le pueden añadir distintos componentes como queratina, acondicionadores, tecnologías para protección del color, e incluso nanotecnología de partículas de plata que realizan una acción antibacteriana.
Seco o mojado
La mayoría de las planchas para el cabello están creadas para trabajar sobre cabellos secos. De hecho no es conveniente usarlas mientras el pelo siga húmedo, ya que se puede dañar. Pero hay marcas como Remington con sus modelos Wet2Straight, que han desarrollado planchas que se pueden usar en seco, o en mojado con un programa especial. Gracias a unos orificios en una de sus placas, la humedad se evapora y deja el pelo liso. El sistema funciona muy bien y te ahorras someter tu cabello a dos tipos de tratamiento de calor. Por contra se tarda más tiempo en planchártelo y las raíces siguen manteniendo un poquito la humedad. Además con el pelo húmedo resulta más difícil usar la plancha para realizar peinados más elaborados que el alisamiento, lo que puede requerir de una segunda pasada.
¿La temperatura importa?
¡Desde luego! La temperatura que has de aplicar al cabello depende mucho de cómo sea éste. Las planchas pueden ir desde los 80º a los 235º aproximadamente, aunque también las hay como las de GHD con una temperatura fija de entre 180º y 190º. Esta es la temperatura que un pelo normal, ni muy fino, ni grueso, necesita. Si tu pelo es muy fino y muy quebradizo deberás aplicarte el menor calor posible. Si te compras una de temperatura personalizable, puedes ir probando distintas niveles hasta dar con la adecuada para tu tipo de pelo.
¿Puedo hacer algo más que alisarme el pelo con ella?
Claro. Las planchas de pelo no sólo sirven para realizar el perfecto alisado. Con ellas puedes crear distintos tipos de peinado de una manera rápida y sencilla, como hacerte ondas y rizos. Sólo es necesario que le dediques un poco de tiempo al principio para aprender a manejarte y luego será pan comido. Para que sea lo más versátil posible elige un modelo que no sea muy ancho, ni muy fino, a no ser que tengas una necesidad específica.
Si por el contrario lo que buscas es alisártelo, en poco tiempo podrás hacerlo, jugar con las puntas para darle un poco más de movimiento al peinado, un alisado lacio, con volumen… Y sin tener que pasar continuamente por la peluquería o estar horas con el secador.
No sé qué tamaño de plancha me viene mejor…
Todas las marcas trabajan distintos formatos en sus planchas de pelo, así que puedes encontrar desde pequeñas planchas de viaje hasta planchas con placas muy anchas. La decisión depende de lo que vayas a hacer con ella y de cómo sea tu pelo. Las más pequeñitas, más cortas y estrechas, son perfectas para viaje (fíjate en el voltaje), para llevar en el bolso y retocar tu peinado. Eso sí, estás planchas siempre deberían ser un complemento a la que tienes más que una compra única.
Después tendríamos las planchas de largo normal con placas finas, que son ideales para peinados con rizos muy marcados, para pelo corto y para compartir con nuestro chico. En el lado opuesto tenemos las de placas anchas, que sobresalen del cuerpo. Están pensadas para alisar y moldear cabello grueso y/o largo, aunque en la mayoría de las ocasiones, las intermedias cumplen bien con este cometido.
Las planchas más comunes son las intermedias, sus placas miden entre 2 y 3cm de media, y son, sin duda, las más versátiles. Con ellas es más sencillo crear peinados, son más redondas y uniformes y aunque te cambies el look podrás seguir usándolas (salvo si te vuelves loca con la tijera, claro).
¿Merece la pena invertir un poco más en una plancha?
Sin duda, por dos razones. La primera es que si son buenas, son un producto de belleza de larga duración y no se van a quedar obsoletas en poco tiempo. Ya ofrecen un nivel de calidad suficientemente bueno como para que las nuevas mejoras no miren por encima del hombro a tu plancha durante un tiempo. La otra razón es que la gran mayoría de las que usamos una plancha de pelo, ya no podemos vivir sin ella. Lo que en principio podría ser una adquisición de uso ocasional termina convirtiéndose, gracias a sus buenos resultados, en algo de uso habitual. Así que conviene que sea lo más respetuosa con tu pelo.
Más cosas a tener en cuenta
Hay otros detalles menos importantes que la calidad de las placas, pero que no hay que dejar pasar. Uno de ellos es el apagado automático de la plancha. Cuando usamos una plancha normalmente no es para quedarnos en casa, y puede resultar fácil olvidarnos de apagarla. Busca una plancha que se apague automáticamente, pasado un tiempo sin uso, para evitar que se estropee o que pueda generar otros problemas.
Para un manejo más cómodo es conveniente que el cable sea largo y que sea giratorio en 360o. Hay posturas de peinado que requieren de una muñeca hábil que no tenga restricciones con el cable. También resulta cómodo que tengan un bloqueo de la apertura de las placas para que no se dañen con otros objetos y/o una funda para guardarla y transporte. Ayudará a que dure más tiempo.
Por último, sólo queda recordar que las planchas no dejan de ser agresiones externas a nuestro cabello, y que hay que mantenerlo hidratado todo lo posible para minimizar los daños. Así que es muy recomendable usar productos termoprotectores, especialmente sprays que se aplican justo antes del alisado.
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