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El valor de la risa

Alternativas 2.0 al hilo, blanqueamientos aptos para bocas sensibles y nuevos activos. La sonrisa seguirá siendo un enigma, pero la manera de mejorarla no.

Risa

1. UN RASGO SOCIAL Y UNA BUENA INVERSIÓN

La sonrisa es un gesto misterioso. Por eso la de La Gioconda de Leonardo Da Vinci sigue siendo un enigma. Los científicos todavía no saben por qué sonreímos. Han descubierto cómo reímos (basta con contraer los músculos cigomáticos, situados en los pómulos) pero aún investigan los estados de ánimo que nos empujan a hacerlo. Darwin le dio vueltas al tema durante años. «Es un gesto muy expresivo y tiene un gran impacto social», opina Germán Gómez, dentista en tres clínicas de Valencia y asesor de Philips. Los estudios lo confirman: quien sonríe tiene más posibilidades de encontrar un trabajo, según Eva Krumhuber de la Universidad de Ginebra. Sobran las razones: las personas sonrientes parecen líderes y más seguras de sí mismas, según un estudio de la Universidad de Virginia; y más fiables, según otro de la Universidad de Alaska.

02. GUÍA PRÁCTICA EN CINCO PASOS

– La experiencia hace al maestro «La retroalimentación funciona. Para saber si sonreímos adecuadamente, se debe pedir opinión a un amigo o un familiar», afirma Gómez. También ayuda practicar una sonrisa delante de un espejo.

– Errores comunes en la higiene. «Se suele usar un cepillo demasiado duro cuando lo mejor es cepillarse con uno medio o suave», explica Débora R. Vilaboa, directora de la Clínica Vilaboa. Y añade: «Otro fallo es no emplear el dentífrico adecuado. Por ejemplo, si existe un historial de muchas caries en la infancia se debe emplear un dentífrico específico con efecto antisarro, como Fluocaril», añade la profesional.

– Dos minutos, mínimo. «La limpieza ha mejorado bastante en España. Pero todavía queda por hacer. Muchos piensan que se cepillan durante dos minutos, pero en realidad no llegan ni al minuto. Por eso, recomiendo cronometrarse y cepillarse por cuadrantes, primero los dos derechos y luego los dos izquierdos», sugiere Gómez.

– Siempre vertical. Para no dañar las encías, es importante colocar el cepillo vertical y no paralelo a los dientes. De esta manera se arrastran más restos.

– El hilo dental es primordial. «Los pacientes se comprometen a usar la seda dental después de una limpieza en consulta. Pero tras una semana, tiran la toalla», relata Gómez. AirFloss, un cepillo que limpia el espacio entre los dientes con microrráfagas de agua, es una buena alternativa.

03. SOLUCIONES 2.0, GUERRA DE APLICACIONES

Los teléfonos inteligentes sirven para un roto y un descosido. También son útiles en cuestión de estética bucal. La herramienta Philips Zoom (gratuita para iPhone y iPad) funciona como un simulador. «Permite comprobar qué tono de blanco nos favorece. Basta con fotografiarse y definirlo», explica Gómez. Sirve para retocar fotos y subirlas a Facebook. Hay más aplicaciones digitales; para eliminar tensiones, funciona Taller práctico de risoterapia (6,99 euros; iPhone y iPad) con juegos de desbloqueo, motivación y autoestima. Otra que arrasa es Smile2Shoot camera (gratis; iPhone y iPad) hace fotos y anima a sonreír a golpe de bromas.

Thinkstock

04.NUEVOS ACTIVOS Y TÉCNICAS REVOLUCIONARIAS.

-Adiós al mal aliento. El 53% de las mujeres y el 47% de los hombres padecen halitosis, según el Instituto de Mal Aliento. La solución pasa por productos con aceite de oliva virgen y de perejil. «Estos activos no enmascaran, sino que eliminan el mal olor», aseguran desde la marca Air-lift.

-Lo último en blanqueamiento. «El sistema Zoom de Philips permite blanquear los dientes en ocho tonos y en 45 minutos; es la técnica más recomendada por los dentistas en EE UU», detalla Gómez. Este nuevo tratamiento acaba de aterrizar en España, se basa en la luz LED y está indicado en casos de sensibilidad en las encías. «Existen dos modalidades: una en consulta [500 euros aprox.] y otra en casa [250 euros]». Esta última se puede usar de día (DayWhite) o de noche (NiteWhite). El sistema diurno es ideal para las personas con bruxismo que chirrían los dientes inconscientemente cuando duermen.

-Todo en uno. Una anécdota: los romanos se limpiaban los dientes con orina (contiene amoniaco, un potente blanqueador). Hasta el siglo I d. C. cuando el médico Escribonius Largus inventó la primera pasta de dientes con vinagre, miel, sal y cristal machacado. «La última revolución son los dentífricos de blanqueamiento con peróxido de carbamida, como Yotuel All in Ones», afirma Débora R. Vilaboa, directora de la Clínica Vilaboa.

05. LA IMPERFECCIÓN TRIUNFA EN LA DENTADURA

La sonrisa Profident ya no se lleva. Hace 10 años, triunfaban el blanco cegador y los dientes alineados. «Pero hoy nadie entendería que las prótesis o las carillas de porcelana fueran todas iguales», asegura María Ciudad Cano, dentista de las Clínicas Mato Ansorena. Hoy arrasan las dentaduras personalizadas. «Los clientes exigen unos dientes que se adapten a sus facciones. Ya no quieren que sus amigos y familiares noten que se han hecho un blanqueamiento», insiste la experta. Una tendencia alentada por los avances en tratamientos. «Antes solo disponíamos de peróxido de carbamida [el ingrediente esencial para blanquear] al 10%, hoy tenemos concentraciones superiores», informa la odontóloga Silvia Barragán.

Los japoneses han llevado la imperfección hasta el extremo: allí triunfan los dobles dientes (uno encima del otro). Un defecto natural, conocido en Japón como yaeba, que las mujeres insisten en reproducir en la consulta por unos 350 euros. Y es que hoy no solo se personaliza el color, también la forma. «Unos caninos afilados son perfectos para un empresario porque dan un aspecto más agresivo», razona Ciudad Cano. En el caso de una mujer, los incisivos laterales (a la izquierda y derecha de las paletas) deben ser más pequeños y redondos. Forman una sonrisa suave y, por lo tanto, más femenina e infantil.

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