Trucos para un buen maquillaje de Nochevieja (según el experto de Givenchy)

Buscar la naturalidad en el maquillaje es el mantra que Nicolas Degennes, director artístico de la división de color de Givenchy desde el año 2000, se repite cada vez que se pone manos a la obra. Parece estar de acuerdo con James Vincent, director de educación y relaciones artísticas de la feria The Makeup Show (la mayor dedicada a la industria cosmética de Estados Unidos), quien aseguró en la pasada edición, celebrada en Chicago, que en las alfombras rojas, pasarelas y redes sociales ha primado una «piel que mantiene la apariencia de piel».

Sobre ese lienzo, una buena base, Degennes incita a divertirse con el colorido según el momento, y siempre con un propósito claro: «Tienes que escucharte, saber exactamente quién eres y quién quieres ser, puedes defender cientos de papeles dependiendo de la ocasión», cuenta. De cara a las celebraciones navideñas, el director artístico aconseja enmarcar la mirada con sombras de tonos vivos y diferentes texturas, apostando por los brillos y líneas contemporáneas inesperadas. «A veces necesitas destacar, ser diferente», comenta. Que las mujeres ganen en autoestima es uno de los objetivos de Degennes: «Creo en ellas. Hay que luchar aún más por sus derechos. Y yo quiero jugar un papel en esta lucha porque lo merecen».

En el desfile primavera-verano 2019 de Givenchy, Clare Waight Keller, directora creativa de la firma desde hace tres temporadas, volvió a recibir el reconocimiento del sector. El aspecto andrógino de la escritora y fotógrafa suiza Annemarie Schwarzenbach sirvió de inspiración a una colección en la que abundaron las siluetas rectilíneas. El maquillaje contribuyó a un look que, según Waight Keller, «es un cruce entre identidades de género». Para lograr el efecto natural de la tez (con puntos de luz estratégicamente situados), se aplicó en el centro del rostro unas gotas de base (Teint Couture Balm) y se difuminó con la punta de los dedos hacia fuera, añadiendo más producto en las áreas que así lo requerían. Para manchas, ojeras y zonas que necesitaban luminosidad, se utilizó el corrector Teint Couture Embellishing, presionando, rodando y mezclando también con las yemas de los dedos o con un pincel pequeño hasta que se derretían en la piel, desvaneciendo al instante las imperfecciones. El iluminador Teint Couture Radiant Drop, sobre la parte superior de los pómulos, el puente de la nariz y el arco del Cupido, aportó un acabado húmedo e iridiscente en las mejillas, y con Poudre Première Mat & Translucent-Finish Loose Powder aplicado en la «zona T» se minimizó el brillo.