6 lecciones de marca personal por Aless Gibaja, el Paris Hilton español
Sabíamos que el futuro estaba en el ‘Personal Branding’. Lo que no podíamos imaginar era que íbamos a aprender las claves de la mano del fenómeno pop español.
“¡Hola, bebés! ¡Os súper amo!”.
Así comienza casi todos sus vídeos Aless Gibaja. Una entradilla happy, cursi e infantiloide a la altura de su apodo: “el Paris Hilton Español”. Sin embargo, Aless y la millonetis americana tienen en común mucho más que su afición por el rosa, el brilli brilli y las playas de Ibiza.
El youtuber e instagramer más feliz de Internet se parece a Paris de la misma forma en que se parece a Madonna, a Risto Mejide, a Tavi Gevinson o al mismísimo rey de la palabrería motivacional, Paulo Coelho.
Como todos ellos, Aless Gibaja es un emprendedor (aunque probablemente él se denominaría #super #sexy #entrepreneur #around #the #world). Es un maestro del personal branding, un experto en construcción de marca, ¡un visionario del siglo XXI!
Quizás el mundo todavía no esté preparado para ver en Aless al nuevo Steve Jobs, pero todos estamos de acuerdo en que lo de este chico es de caso de estudio.
Hoy desgranamos las lecciones que podemos aprender de él con la esperanza de que algún día el estilo Gibaja se enseñe en las universidades de todo el mundo. (Cosas más raras se han visto).
¡¿Preparados, bebés?!
¡Dentro superconsejitos!
Busca una identidad única.
Aless no es normal. En eso no hay discusión posible. Su peinado, su ropa, su forma de hablar y hasta su físico parecen literalmente de otro planeta. Lejos de intentar encajar, Aless explota su personalidad sin vergüenza y la lleva hasta el extremo. Puede dar un poco de susto al principio, pero hay que reconocer que es memorable.
Soy un #Skater PINK !! ? #pink #sk8ter #fun #pool #SexySummer ?
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Si tu identidad se agota… ¡reinvéntate!
Esto es de primero de diva del pop. Si sientes que tu imagen empieza a desgastarte, invéntate algo nuevo, potencia otra faceta, busca un nuevo proyecto del que hablar. Cuando su canal estaba saturado de superconsejitos y ya nadie se sorprendía con su look, Aless sacó una canción de verano.
Cuando la canción se diluyó, decidió erigirse en héroe antibullying y hacer de esta su lucha más personal. ¡El caso es dar de qué hablar!
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Encuentra tu nicho y explótalo
Este chico no es para todo el mundo, y paradójicamente eso es lo que lo convierte en un ídolo de masas. Aless tiene en los adolescentes a su target natural y, a pesar de que su popularidad ya alcanza a todos los públicos, él no se doblega ni cambia su tono. Sigue hablando como ellos y para ellos. Así su mensaje se fortalece, sus fans se fidelizan todavía más y el resto… el resto no podemos parar de flipar.
Para muestra, su tradicional mensaje de ánimo en los exámenes.
Monetiza tu talento, no tus canales.
Man Repeller y su cuidada estrategia de colaboraciones, Tavi Gevinson y Rookie, Emily Weiss y Glossier. Los pesos pesados del mundo digital saben que su verdadera fortaleza no está solamente en sus followers, que pueden ir y venir, sino en su talento.
Como el 9 % de blogueras e instagramers de medio pelo, Aless podría estar forrándose a base de fotos patrocinadas y menciones a marcas. Sin embargo, en lugar de abaratar su imagen ofreciéndose al mejor postor, decide concentrar sus esfuerzos en vender algo que sólo él puede ofrecer: SU MARCA. Aless actúa como DJ (ok, ahí no ha sido precisamente innovador), colabora con programas de televisión e internet y tiene una tienda en la que vende productos perfectamente alineados con su marca. Esto es: tatuajes de purpurina y selfie sticks (Palos Sexys).
Redunda. Repite. Machaca. Crea tu propio lenguaje para convertirlo en cultura pop.
“Superconsejitos”, “around the world”, “bebés” u “os súper amo”. Estas expresiones no solo funcionan como plantillas para no tener que pensar demasiado las palabras. También ayudan a solidificar la marca para hacerla identificable. Y, lo más importante: nos facilitan muchísimo la tarea de imitarlo. (Quien no haya hecho el “hola bebés” a sus amigos que tire la primera supersexypiedra). Todo el mundo sabe que no eres nadie hasta que no te imitan.
Además, en otra muestra de su capacidad creativa, Aless ha ido un poco más allá y no solo ha creado un lenguaje propio, sino también un acento único a caballo entre el mexicano de Paulina Rubio cuando está “cansada”, el deje pijo de la Falcó y el acento que se les pone a nuestros artistas patrios cuando vuelven de su gira por Miami.
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Sé amable.
Está bien. Aless no sigue las normas. Puede parecer un provocador. Pero nadie puede negar que representa un ejemplo a seguir bastante más sano que muchos otros ídolos adolescentes. (Sí, Justin, te estoy mirando a ti). Aless es educado, cariñoso, amable y agradecido. Habla en voz baja y jamás dice palabrotas.
Cuando la inquisitiva Beatriz Montañez acusó a nuestro querido Aless de mentir al afirmar que era embajador de PETA, el youtuber no perdió la paciencia y mantuvo una actitud humilde y tranquila. Cierto, acababan de pillarle con el carrito de los helados, pero en lugar de responder a las acusaciones de mentira desvió el tema reconociendo que había cometido un error al llevar bolsos de piel.
El mensaje: “no nos centremos en que he mentido, hablemos de lo humano que soy”.
Así fue como la Montañez y el mundo entero empezamos a entender que la candidez triunfa más que la soberbia, y que se puede ser un ídolo de las redes sociales sin atacar a nadie, sin vender polémicas y cultivando el #respeto, la #igualdad, la #tolerancia, la #buenavibra y el #superlove.
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