"La interoperabilidad es el primer reto del Internet de las cosas"
Miles de millones de objetos conectados. Es un tópico ya del mundillo tecnológico, el Internet de las cosas (IoT), un paradigma que estima cifras estratosféricas a muy corto plazo del número de sensores conectados a Internet en cualquier utensilio físico. Escalar hasta ese punto la dimensión online de lo real tiene numerosos retos por resolver: la ciberseguridad, los marcos legales, el consumo energético... Pero Alicia Asín, CEO de Libelium —startup que diseña y vende sensores conectados a la nube de más de 100 países—, cree que hay una cuestión previa a resolver: "Sin desmerecer a todos estos desafíos, creo que la primera cuestión básica a solucionar es la interoperabilidad. Hoy en día hay miles de opciones a elegir en IoT, tanto en los sensores como en las plataformas on cloud que gestionan sus datos. Esto da mucha flexibilidad a la hora de elegir la mejor solución, pero también hace que la integración sea muy complicada. Esto es una de las principales barreras para adoptar esta tecnología". Asín es ponente de RETINA, el foro iberoamericano tecnológico de EL PAÍS, un encuentro pensado para los profesionales que lideran la transformación digital. Puedes comprar tus entradas para el evento aquí.
Este problema ha centrado la estrategia de Libelium durante los últimos dos años: "Podemos recoger cualquier tipo de dato en cualquier tipo de sensor y transmitirlo con cualquier protocolo inalámbrico con cualquier software en la nube. Y para ello estamos haciendo las alianzas con empresas como IBM, Esri o Telefónica", afirma Asín. Alianza es una palabra que parece ligada irremediablemente al Internet of things. En un sector tan competitivo como el tecnológico, crecen cada vez más la unión de fuerzas a medio o largo plazo entre grandes y pequeñas empresas. "La palabra más repetida en todos los foros de IoT es ecosistema. Microsoft, Google... todas están admitiendo que esta revolución tecnológica es tan grande que ninguna compañía puede asumirla en solitario. Es vital el poder colaborar. Creo que esto forma parte de un cambio de paradigma en los negocios, pues se está entendiendo que colaborar no impide ser competitivo sino todo lo contrario".
"La palabra startup o emprendedor se han desgastado totalmente. Estamos demasiado envenenados con los éxitos de Silicon Valley"
Asín y Libelium han tenido éxito siendo una suerte de linces tecnológicos. Un CEO mujer en una startup que no se alimenta a base de rondas de rondas de financiación sino de buscar el beneficio desde el inicio. En 10 años, han pasado de tres trabajadores a una plantilla de 72. Los dos socios fundadores siguen siendo propietarios del 100% del accionariado. Asín cree que su ejemplo, dispar del prototípico de la nuevas empresas digitales, puede servir para mostrar otro tipo de camino y de ambición a la de fundar el próximo Uber o Facebook: "La palabra startup o emprendedor se han desgastado totalmente. Estamos demasiado envenenados con los éxitos de Silicon Valley. Lo que sale en los medios son los pelotazos, pero no te enteras de los casos mucho más numerosos de compañías que se van a la quiebra. Y no te enteras tampoco de esas empresas que se quedan en un término medio, sin dar negocios multimillonarios pero generando beneficios y empleo. Creo que es muy importante transmitirlo a los emprendedores, porque se está adquiriendo el hábito de querer vender la idea antes de llevarla a cabo y probarla en el mercado. Y es mucho más fácil vender un producto si uno ha fundado una empresa y ha demostrado ser capaz de atraer clientes".
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