El desafío de proteger a los huérfanos digitales
Expertos en educación debaten en el proyecto Tendencias sobre el impacto de la tecnología en una generación que nace pegada a las pantallas y sobre la necesidad de formar al profesorado en las nuevas herramientas
La transformación que está causando la tecnología en la sociedad trae consigo retos formidables, también para la educación. Padres y formadores se preguntan cuál será el impacto de los dispositivos y las plataformas en el desarrollo intelectual de una generación que ya nace pegada a las pantallas. Los avances, muy especialmente los que tienen que ver con la inteligencia artificial, pueden aportar valiosas herramientas pedagógicas, pero al mismo plantean preguntas cuyas respuestas apenas se esbozan antes de que surjan nuevos interrogantes. Niños y jóvenes son nativos en un mundo digital en el que se manejan, al menos técnicamente, mejor que quienes deben orientarles. Pero a la vez están huérfanos en ese ámbito, expuestos y desprotegidos, con su intimidad a un clic de hacerse viral y con una gran preocupación por su popularidad.
Sobre estos asuntos conversaron este lunes en Madrid, en el acto inaugural del proyecto Tendencias, organizado por EL PAÍS, expertos en educación, juventud e infancia moderados por la periodista del diario Ana Torres. Esta recordó que hace unos años nos enfrentábamos al desafío de la brecha digital y las instituciones hicieron todo lo posible por brindar la tecnología a los menores. Pero el foco de la preocupación ha girado totalmente y ahora nos planteamos qué hemos hecho entregando a los niños esas herramientas, sin aportarles a la vez una guía de uso. Y arrancó el debate con un dato: más del 98% de los menores de 13 años ya tiene móvil.
Abrió el diálogo Mar España Martí, directora de la Agencia Española de Protección de Datos, quien se mostró “totalmente a favor del uso de la tecnología”, pero alertó sobre los impactos que está causando en los menores. “Estamos viendo comisión de delitos por menores sin responsabilidad penal, abusos a través de las redes y un impacto tremendo en el desarrollo”, advirtió Y para conjurar esos peligros —el suicidio es la principal causa de muertes entre los jóvenes— abogó por lograr un gran consenso para alcanzar un pacto de Estado que proteja a los niños dentro del ámbito digital y una ley de protección a la infancia y juventud en internet. “En eso no puede haber ideologías”, zanjó.
A continuación intervino María Acaso, jefa del área de Educación del Museo Reina Sofía, quien puso énfasis en la importancia del concepto de “soberanía visual”. “Casi todo nuestro recorrido por internet está mediado por imágenes. Ha llegado el momento de que decidamos cuáles queremos ver y cuáles no”, afirmó. Eso, dijo, es más fácil de hacerlo cuando eres adulto, pero hay que promoverlo “también a tempranas edades”. Y abogó porque esa alfabetización digital alcance incluso el uso de imágenes que nos parecen frívolas como los stickers, en las que, recordó, se ha demostrado un uso muy diferente entre los adolescentes hombres, que eligen a menudo imágenes violentas y del ámbito del porno, y las mujeres.
Santiago Íñiguez, presidente de IE University, quiso dar una visión optimista de la aportación de las nuevas herramientas a la enseñanza. “La tecnología personaliza la educación”, explicó, “y potencia mucho más el aprendizaje, al permitir un enfoque más individualizado”. Recordó por ejemplo, que la enseñanza online da más voz que la presencial a los alumnos introvertidos, “quienes a menudo son los más creativos”. Y reivindicó el papel de los profesores, ya no “como ultima voz autoritativa del conocimiento”, sino como “orquestadores del aprendizaje”. Según Íñiguez, una mayoría aplastante de los profesores que son formados en las nuevas tecnologías se muestran partidarios de ellas. Y su papel sigue siendo clave, porque “la educación es un proceso social y requiere asistencia personal, no podemos dejar a los niños con Siri”.
A esa importancia de la “educación de los educadores” se refirió también Anna Bajo Sanjuán, responsable global de Impacto Social de Santander Universidades. “Educar a los profesores es básico para evitar las posibles resistencias y potenciar las nuevas tecnologías”, explicó. “Tienen competencias digitales, pero también dificultad para saber cómo manejarlo”, explicó. Y añadió: “Estamos aprovechando los foros de encuentro para ayudar a las instituciones universitarias en esa formación, y a partir de ahí generamos un debate con grupos internacionales sobre cómo sacar provecho a todas esas herramientas, como la inteligencia artificial, y buscarles el lado positivo, más allá de los riesgos”.
Mariano Jabonero, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), comenzó su intervención con una pregunta a los padres: “¿Dejarían a sus hijos en el centro de Madrid o de Bogotá solos a las doce de la noche? Pues el equivalente es dejarles solos con el móvil”. Ante el recorte de fondos que ha habido después de la pandemia, pidió más eficiencia en la inversión, destinar el dinero a aquello que realmente produzca retorno, eficiencia y bienestar. “La mayor inversión en educación ha sido la compra de computadoras. Miles de millones gastados en muchos países. Pero la pregunta que debemos hacernos es ¿y todo esto para qué, cuál ha sido el beneficio educativo?”, cuestionó.
La moderadora no quiso cerrar la conversación sin introducir una cuestión que se debate con intensidad desde hace semanas en los centros de enseñanza y los grupos de padres en WhatsApp. ¿Hay que prohibir los móviles antes de los 16 años? Mar España se mostró partidaria de una pedagogía integral en las familias con el apoyo de la escuela. Más que una prohibición, habló de cierta gradualidad, de acompañar a los menores en el proceso. Y lo ilustró con un ejemplo muy gráfico: “Cuando empiezas a conducir una moto, no te dan una de 250 cc”.
Tendencias es un nuevo proyecto de EL PAÍS, con el que el diario aspira a abrir una conversación permanente sobre los grandes retos de futuro que afronta nuestra sociedad. La iniciativa está patrocinada por Abertis, Enagás, EY, Iberdrola, Iberia, OEI, Redeia, Santander, Telefónica, Mapfre y el partner estratégico Oliver Wyman.
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