El rey Juan Carlos recibe el alta de su operación de corazón

El rey Juan Carlos, de 81 años, ha recibido en la mañana de este sábado el alta médica, según ha informado la directora gerente del Hospital Quirónsalud Madrid de Pozuelo de Alarcón, Lucía Alonso. Según el parte médico, se encuentra estable, con las heridas de la cirugía en la que se le implantó un triple bypass aortocoronario el pasado sábado “en proceso de cicatrización” y con un ritmo cardiaco normal. Los doctores José Ángel Cabrera y Alberto Forteza seguirán su evolución y le someterán a revisiones periódicas.

El Monarca emérito ha abandonado la clínica pasadas las 12.30. Juan Carlos I ha salido de las instalaciones en coche, sentado en el asiento del copiloto. “Estoy como si me hubiera pasado un camión por encima, pero ahora, a quitar el camión y a ir hacia delante”, ha destacado gráficamente ante los medios que estaban congregados desde primera hora. "Me encuentro fenomenal, con tuberías y cañerías nuevas", ha añadido. El Rey emérito ha dicho que no tiene dolores y que irá a casa a continuar su recuperación, que prevé que se dilate un mes y medio, según ha detallado.

Desde que fue operado, el pasado sábado, el Rey emérito ha estado ingresado en una de las 57 habitaciones de 40 metros cuadrados de las que dispone el centro hospitalario, y a la que se accede por un pasillo que el centro había cerrado para él. Su rápida evolución ha permitido que reciba el alta pocos días después de que el pasado jueves se le retirara ya la estimulación cardiaca.

Es la segunda vez que Juan Carlos I es operado en este hospital. La anterior fue en 2013, de la cadera izquierda. Entonces, el coste de la hospitalización corrió a cargo de la asignación del presupuesto público para la Casa del Rey.

A lo largo de esta semana, el Monarca emérito ha recibido varias visitas. Por el centro pasaron la reina Sofía y su hermana Irene de Grecia, y los reyes Felipe VI y Letizia junto a la Princesa de Asturias y la infanta Sofía. También lo hicieron las dos hijas de Juan Carlos I, Elena y Cristina de Borbón, con sus hijos y el matrimonio Fruchaud Radziwill, amigos de los Reyes eméritos con quienes han compartido varias vacaciones en el palacio de Marivent, en Palma de Mallorca.

Visitas

Este viernes acudió también el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quien comentó que encontró al Monarca "muy bien". El dirigente socialista se desplazó junto a su esposa, Begoña Gómez. La clínica en la que ha permanecido el Monarca recupera la normalidad tras una semana en la que la seguridad que acompaña a la Familia Real no ha pasado desapercibida. Las personas encargadas de esa labor permanecían apostadas en esquinas, vigilando y despejando el recibidor cuando algún miembro de la Casa del Rey aparecía, lo que desencadenaba ovaciones de los pacientes que se topaban con ellos.

La familia real ha destacado el buen humor con el que Juan Carlos I ha afrontado su hospitalización. El rey Felipe VI visitó este jueves por cuarta vez a su padre, acompañado de la infanta Sofía. Contó que todo iba bien: "Tenemos muchas ganas de verlo ya toda la familia". El pasado martes, cuando el Monarca dejó de estar sometido a vigilancia intensiva, le visitaron la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón y su hermana, la infanta Sofía. Ambas aprovecharon para llevar a su abuelo una tarjeta de regalo. "Una cosa íntima", puntualizó Felipe VI mientras su hija, la infanta Sofía, lo explicaba a los medios.

Es la primera vez que Juan Carlos I se somete a una cirugía de corazón, que estaba programada desde su última revisión médica en junio. La intervención evitará riesgos coronarios que le ocasionen enfermedades cardiovasculares. Desde su juventud han sido varias las ocasiones en las que ha pasado por "el taller", como el rey emérito se refiere habitualmente al quirófano. En sus 81 años, los cirujanos le han tratado una apendicitis y dos lesiones provocadas, por su afición al deporte en los años ochenta, en la pelvis y en la rodilla derecha. En 2010 fue intervenido por un nódulo en el pulmón derecho, y en 2011, tras romperse el tendón de Aquiles, del pie izquierdo.