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Obituario

Fallece Rafael de la Sierra, la cara b de Revilla en el regionalismo cántabro

El político y abogado, expresidente del Parlamento, fue una figura clave en cuatro décadas de autonomía

Fernando J. Pérez
Rafael Sierra junto a Miguel Ángel Revilla en un acto del Gobierno de Cantabria en 2016.
Rafael Sierra junto a Miguel Ángel Revilla en un acto del Gobierno de Cantabria en 2016. pedro puente hoyos (efe)

Rafael de la Sierra, abogado y político regionalista y una de las figuras claves de la autonomía de Cantabria en las últimas cuatro décadas, falleció este jueves en Santander a los 70 años víctima de un cáncer que le fue detectado el año pasado. De la Sierra, fundador junto con su amigo Miguel Ángel Revilla del Partido Regionalista de Cantabria, era una especie de cara b del presidente autonómico. Frente al carácter expansivo y carismático de Revilla, De la Sierra, desconocido fuera de las fronteras de la comunidad, aparecía como un referente discreto y contenido. Al regionalismo de base rural de Revilla contraponía un punto urbano que acabó convirtiendo al PRC en el partido central de la política cántabra.

En las últimas elecciones autonómicas, a las que De la Sierra concurrió en las listas pese a la gravedad de su dolencia, el regionalismo fue por primera vez el partido más votado; y en las generales, el PRC obtuvo un diputado en el Congreso, algo inédito hasta entonces. "Día tremendo. Cuarenta años a mi lado. Qué difícil continuar sin él", manifestó ayer Revilla en Twitter. En una carta enviada a los medios, el presidente cántabro definía al fallecido como “el 50% de mi vida política” y lanzaba un elogio marca de la casa a su honradez: “Nunca me he molestado en leer un documento que llevara su firma”. Su muerte ha afectado a toda la clase política de una comunidad tan pequeña como históricamente complicada de gobernar.

De la Sierra (Vioño de Piálagos, 1948), casado y con dos hijas, amante de la música clásica y del deporte autóctono de los bolos, fue durante años el encargado de dar coherencia política al proyecto regionalista y organizar el partido que surgió a finales de los 70 a partir de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC). Esta entidad, junto con los Ayuntamientos y la Diputación de la extinta provincia de Santander, fue la que se puso a la cabeza de la reivindicación de que Cantabria se convirtiera en comunidad autónoma uniprovincial, en diciembre de 1981.

En la política regional, De la Sierra, licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, ocupó puestos de relevancia institucional siempre a la sombra de Revilla pero nunca eclipsado por él. Tras reincorporarse a un casi irrelevante PRC en 1991 tras un paso por la vida privada fue consejero de Cultura, Educación, Juventud y Deporte en el Ejecutivo de coalición entre el PSOE y el PRC, en el que el socialista Jaime Blanco desbancó al populista de derechas Juan Hormaechea (1990-1991). En 1993 fue miembro de la Mesa de la Mesa del Parlamento de Cantabria, entonces llamada Asamblea Regional. Entre 1995 y 1999 ejerció como concejal de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Santander.

Ese año comenzó la trayectoria que llevó al tándem Revilla-De la Sierra a fortalecer el poder regionalista en Cantabria. En 1999 fue nombrado presidente del Parlamento autonómico en el pacto de gobierno que llevó al popular José Joaquín Martínez Sieso a la presidencia regional. Obtuvo 25 votos a favor (PP y PRC) y ninguno en contra. El PSOE, gesto poco usual, optó por la abstención.

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En 2003, Revilla, siendo el PRC el tercer partido más votado, se cansó de los ataques de sus socios del PP y ofreció al PSOE, segunda fuerza en Cantabria, llegar al Gobierno regional si le convertían en presidente, su mayor aspiración política. El pacto fraguó durante dos legislaturas –en 2007, el PRC superó al PSOE y se convirtió en segunda fuerza- y llevó a De la Sierra a ocupar una posición más oscura, portavoz regionalista. Su talante conciliador y dialogante fue clave para moderar las fricciones de un pacto pionero y extraño –el tercer partido arrebatando la presidencia al segundo era un rareza hace 15 años– y que difícilmente se podía entender sin conocer las personalidades de sus protagonistas.

La maniobra de Revilla consolidó al PRC como partido troncal de Cantabria. Tras la mayoría absoluta del PP en 2011, cuatro años más tarde los regionalistas volvieron al poder. Revilla lo designó consejero de Presidencia y Justicia, cargo del que dimitió en abril al agravarse su estado. Antes de conocer su enfermedad, el discreto escudero De la Sierra se desmarcó siempre de las quinielas que le apuntaban como sucesor del incombustible Revilla.

El Parlamento de Cantabria acogerá mañana viernes la capilla ardiente de Rafael de la Sierra entre las 11.00 y las 14.00. El funeral se celebrará también mañana, a las seis y media de la tarde, en la parroquia de Santa Lucía, en Santander.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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