Un gran descubrimiento de 73 años

Agustín Javier Zamarrón, el diputado socialista por Burgos que a sus 73 años dirigió este martes la constitución del Congreso, fue uno de los personajes del día por su parecido con Valle-Inclán y las expresiones solemnes —y en ocasiones de tiempos olvidados para la mayoría de los presentes— con las que dirigió las votaciones para elegir a los siete miembros de la Mesa. Médico jubilado, se refirió a la aglomeración que se originó en la primera de ellas como un “trombo de difícil solvencia”.

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También le pareció “una cola más grande que la del pan con la carestía”. Zamarrón explicó posteriormente que su “paradigma” fue Gonzalo Casanova, un socialista “al que no fusilaron en la Guerra Civil de casualidad” y que conoció en Miranda de Ebro.

Zamarrón llegó acompañado por Esther Peña, diputada del PSOE por su provincia, que destaca su “profundo respeto por los representados, por la parte contratante como a él le gusta decir”. “Pretendo seguir el ejemplo de los más jóvenes. Estaré a su servicio siempre. Para mí es una máxima: lo que tiene que venir detrás de nosotros tiene que ser mejor. Si no es así, hemos fracasado en la vida”, dijo el diputado de más edad.

El parlamentario más veterano del hemiciclo afirma que “se es socialista por naturaleza” y todavía se emociona de aquel Día de Reyes, cuando era de las congregaciones marianas y volviendo a casa se encontró a una madre que arrastraba a su hijo que quería uno de los dulces del escaparate de una pastelería. “No tenía dinero. ‘¿Cómo te portas así, cómo eres tan malo, con el lapicero tan bonito que tienes?’, le decía”, recuerda. “No puede ser que los niños pasen hambre”, sentencia antes de recalcar que ese será uno de sus objetivos mientras el cuerpo le dure. No solo en esta legislatura.