La abstención fue la más alta desde 1990 con un 41,3% y en Sevilla registró su mayor alza
El voto cayó un 5,4% en la capital andaluza y sus pueblos, tradicional feudo socialista
La participación en las elecciones andaluzas se quedó en el 58,6%, la más baja desde 1990, cuando tocó el suelo del 55,4%. Solo ese año hubo más votantes que no acudieron a votar desde el inicio de las elecciones autonómicas en Andalucía en 1982. Este domingo votaron 3,6 millones de andaluces, pero 2,6 millones eludieron acudir a las urnas.
“A la espera de los estudios postelectorales, todo parece indicar que el electorado de izquierdas es el que se ha quedado en casa”, subraya Carmen Ortega, directora del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Capdea).
Esa desmovilización de los votantes de izquierdas tiene reflejo en el principal feudo del PSOE: la provincia de Sevilla, donde la participación cayó más que en ninguna otra provincia —un 5,4%— y los socialistas perdieron dos diputados. De los nueve escaños logrados en 2012, el PSOE cayó a ocho en 2015 y este domingo se ha quedado en seis al perder 113.195 papeletas (de 380.299 a 267.104) respecto a los comicios de hace tres años.
La provincia con menor participación fue Cádiz, con solo un 53,5%, mientras que Jaén obtuvo la mayor afluencia en las urnas con un 63,3% del electorado que acudió a votar. Eso sí, la provincia olivarera —otro feudo clave para los socialistas— tuvo la mayor bajada de participación, al caer un 4,6% respecto a los comicios de 2015. Un retroceso en la implicación de los votantes que afectó también al PSOE, formación que perdió dos escaños al bajar de seis a cuatro.
La baja participación en las elecciones autonómicas está vinculada históricamente en Andalucía a la coincidencia con las generales. Cuando ambas urnas repitieron fecha siempre han acudido más votantes, como cuando en 1996 se dio el techo de participación, con un 77,9% del electorado.
Por bloques, este domingo el PSOE perdió 402.035 votos y Adelante Andalucía 282.519 votos respecto a 2015, mientras que el PP perdió 316.410 votos pero Ciudadanos ganó 289.735 y Vox se alzó con 377.556 papeletas. Es decir, si las fuerzas de izquierda perdieron 684.554 votos, las formaciones del bloque de derechas sumaron 350.881 papeletas. “¿Qué le ha hecho al votante de izquierdas quedarse en casa? La gente quería cambio, la corrupción ha influido, pero sobre todo interpretó como una traición el apoyo de Susana Díaz para facilitar la investidura de Mariano Rajoy en 2016”, sostiene Ortega sobre la desmovilización de los votantes socialistas.
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