Detenido en Málaga un hombre que robaba en hoteles de lujo con 13 identidades diferentes

Salió del hotel de lujo con toda tranquilidad. Tanta, que incluso saludó al vigilante de seguridad, que educadamente le estrechó la mano. Al hombro llevaba un bolso Louis Vuitton, habitual en establecimientos de alto nivel adquisitivo de Marbella, y no despertó sospechas. Lo que nadie sabía entonces es que dentro escondía un gran botín: 6.000 euros en metálico y joyas de gran valor que acababa de robar de una de las habitaciones mientras sus ocupantes dormían.

La perfección y profesionalidad con la que cometía los robos ha sido uno de los aspectos que más ha sorprendido a los agentes que, días después de tener conocimiento del delito, detenían a un hombre de 56 años y natural de Berat (Albania), como autor de los hechos. Fuentes policiales han destacado la habilidad y finura demostrada por este soñarrero —como se denomina el argot policial a quienes realizan robos durante la madrugada—. Según han explicado, el ahora detenido utilizaba la táctica del resbalón para colarse en las habitaciones: usaba tarjetas o alguna de sus identificaciones para abrir la puerta y, como la cerradura quedaba intacta, se hacía imposible detectar su presencia. Y su extrema delicadeza al desvalijar las habitaciones hacía que sus inquilinos no se percataran y siguieran durmiendo.

La investigación había comenzado el 23 de octubre, día en el que unos ciudadanos denunciaron que habían sufrido un robo mientras se alojaban en un hotel marbellí. Relataron que los hechos se habían producido durante la noche, mientras dormían y explicaron que no se habían percatado de nada hasta el día siguiente. Esa primera denuncia sirvió para que la Policía Nacional pusiera en marcha un dispositivo de búsqueda, que tras el segundo robo —cometido solo unos días después y en el que el ahora detenido obtuvo un gran botín con 6.000 euros en efectivo y diversas joyas— se estrechó aún más.

La investigación, que incluyó el visionado de las cámaras de seguridad de los hoteles, permitió a los agentes identificar a un hombre de nacionalidad albanesa como la persona que se hallaba detrás de los hechos denunciados. Era un viejo conocido de los archivos policiales, porque se constató que el investigado sufrido una veintena de detenciones con 13 identidades diferentes. Además, se supo que constantemente cambiaba de domicilio y alojamiento a lo largo de toda la geografía española para dificultar su localización.

En la recta final de la operación, la Policía Nacional contó con la colaboración de la Policía Local de Marbella, cuyos efectivos detuvieron finalmente al individuo en un operativo en el que también se realizó un registro domiciliario. En él, los agentes se incautaron, entre otros efectos, de numerosos documentos para su estudio y análisis. También se constató entonces que al arrestado le constaba una prohibición de entrada en España, una reclamación judicial y una orden de ingreso en prisión dictada por un juzgado de Mallorca. El detenido ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial competente, que ha decretado su ingreso en prisión.