Un olivo para la convivencia en Rentería
El hijo de uno de los cuatro agentes asesinados en 1982 y el alcalde de EH Bildu de la localidad celebran un acto como símbolo de reconciliación y rechazo contra aquella matanza
En el lugar donde ETA asesinó hace 36 años a cuatro agentes de la Policía Nacional, ahora crece un olivo. Esta mañana José Miguel Cedillo, hijo de Antonio Cedillo Toscano, uno de los policías nacionales asesinados y el alcalde de Rentería Julen Mendoza (EH Bildu), han plantado uno como símbolo de reconciliación de las personas. Hace 36 años un comando etarra que dirigía el Carnicero de Mondragón, Josu Zabarte, les tendió una emboscada en los Altos de Perurena. Cedillo resultó herido pero logró escapar del lugar y fue recogido por un albañil que pasaba con su furgoneta. Los terroristas interceptaron de nuevo al vehículo y lo remataron.
En un acto emotivo, al que han acudido también el portavoz del Gobierno Vasco y consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Erkoreka, la directora del Instituto Gogora, Aintzane Ezenarro, y la parlamentaria de EH Bildu Maddalen Iriarte, Cedillo y su mujer, además de la hermana del agente asesinado, han recibido la proximidad de un pueblo que ha estado décadas callado. En un mensaje corto pero cargado de intención, ha apostado en la localidad guipuzcoana por "la convivencia, la paz y la memoria", como ya adelantó EL PAÍS.
El mensaje tiene un valor extra en Rentería, un lugar que en la década de los ochenta encarnó la violencia como ningún otro. En la localidad, de unos 45.000 habitantes, se han producido 19 asesinatos de ETA, pero también ha habido una decena de víctimas a manos de grupos parapoliciales. Solo la sede del PSE, la Casa del Pueblo, sufrió 27 ataques, el último en 2005. El alcalde de EH Bildu, Julen Mendoza, estuvo en la reinauguración en 2012. Unos meses después, en la inauguración de un ciclo político sobre la violencia promovido por todos los partidos en la localidad, incluido PP y PSE, Mendoza dijo: “A aquellas víctimas, a las personas que durante tiempo las he considerado como los otros les traslado un profundo 'lo siento de todo corazón' por el sufrimiento padecido. Soy consciente de que por mucho que pretenda imaginarme nunca llegaré a vivir ni dimensionar lo suficiente por su sufrimiento”.
Antonio Cedillo también ha puesto en valor al alcalde de Rentería, al que ha calificado como una persona que está dando "bastantes pasos" en su municipio, que él desconocía y que están en consonancia con lo que Cedillo ha traído hoy. "La verdad no tengo palabras, porque no es que no lo esperara, porque yo de alguna manera vengo buscando personas, pero esa es la parte que me llevo mucho más, esos gestos que normalmente otras personas no verían o creen que no son posibles, están siendo posibles, y creo que para mí eso es muchísimo más importante", ha manifestado. la localidad industrial de Rentería ha pasado de ser un icono de la violencia a convertirse en un lugar en el que creer en la convivencia.
Con su visita, Cedillo también ha querido que quede constancia del proceso personal que vive una víctima. "Cuando subí anteayer, encontré un lugar que me ayudó mucho a lo que yo venía buscando. Los Altos de Perurena es un lugar maravilloso, ese silencio y esa paz que me ayudó a encontrarme muchísimo más con lo que yo venía buscando", ha explicado minutos antes del homenaje a la emisora pública Radio Euskadi. Su objetivo es sacar el nombre de su padre del listado anónimo de las más de 800 víctimas vinculadas a ETA "y colocarlo en el listado también anónimo de aquellos españoles que ayudaron a construir la paz y la convivencia en paz hasta el punto de dejar su vida en ello".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.