Cómo robar mil pelotas de golf con el método del ‘arrastre de jaula’

Los sensores de movimiento instalados en varias zonas de los campos de golf de La Manga Club, en el término municipal de Cartagena (Murcia), alertaron a la empresa de seguridad del recinto de la presencia de posibles merodeadores al anochecer, cuando ya estaba cerrado, y de madrugada. Las labores de vigilancia permitieron determinar en un par de días la presencia de un grupo de individuos que supuestamente robaban pelotas de golf, una información que se facilitó a la Guardia Civil. Se estableció entonces un dispositivo que derivó en la detención de cuatro personas, incluido un menor de edad, que se habían desplazado ex profeso desde Málaga para sustraer estos objetos. Se decomisaron mil pelotas de golf, guardadas en 13 sacos, y dos jaulas metálicas con las que los cacos sacaban su botín del fondo de los lagos artificiales de los campos.

"No es muy habitual", subrayan fuentes del complejo turístico afectado por el hurto, que lleva abierto 45 años. Lo corrobora un portavoz de la Guardia Civil de Murcia, que precisa, sin embargo, que es una modalidad delictiva al alza en este punto geográfico y es frecuente, desde hace años, en la Costa del Sol. Málaga y Sotogrande, en la provincia de Cádiz, concentran más de la mitad del centenar de campos que existen en Andalucía, primer receptor de turismo de golf internacional. Esta práctica está "quemada" en la zona y los ladrones buscan nuevos objetivos, añaden desde el Instituto Armado. El negocio del hurto de pelotas está en la posterior reventa a un precio inferior al de mercado.

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"Son los boleros de toda la vida, gente que entra y sale de los campos para llevarse las pelotas", aclaran fuentes de este segmento turístico en la provincia malagueña. A veces, incluso, se ponen a venderlas en las carreteras desde las que se accede a los recintos deportivos, añaden, pero "nunca han supuesto un problema". ¿Y cuánto cuesta una pelota de golf? Depende. Una de calidad media puede estar en los dos euros, pero los precios son variados. "Es un dinero fácil. Conque las vendan a un euro, o menos, ya obtienen beneficio", precisa la Guardia Civil.

Entre los arrestados en Murcia hay un menor. Los otros tres varones tienen 20, 23 y 53 años y se les considera presuntos autores de hurto y daños a la propiedad. Según el Instituto Armado, a algunos les constan antecedentes por delitos similares. Se desplazaban en una furgoneta, donde fueron localizados los 13 sacos con el millar de pelotas de golf. Para extraerlas del fondo de los lagos artificiales del campo, donde las bolas terminan por la mala puntería de los jugadores, utilizaban presuntamente unas jaulas metálicas artesanales. Las pesquisas han concluido que después las escondían en una torre de alta tensión, hasta que todo quedaba despejado, sin gente, para llevárselas con tranquilidad.

La empresa que explota el campo ha cifrado el perjuicio económico en 44.000 euros, entre las pelotas y los daños que se han producido en las cubiertas impermeables de los lagos, por el arrastre de las jaulas para capturarlas y sacarlas. En este caso, según la Guardia Civil, el complejo recoge las bolas perdidas en el agua a través de una empresa de mantenimiento que emplea a buzos. Las propias pelotas de golf recuperadas sirven para sufragar el gasto de este servicio.