El PSOE asume que Andalucía camina al adelanto electoral
Rivera da a Díaz 48 horas para salvar el pacto de investidura en esta comunidad
La celebración de elecciones anticipadas en Andalucía antes de final de año pasó este miércoles de ser una sospecha fundada a casi un hecho tras la más que probable ruptura entre los socios de investidura, PSOE y Ciudadanos. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, dio un ultimátum de 48 horas a la presidenta andaluza, Susana Díaz, para que rectificara sus “incumplimientos” del pacto de investidura y esta le acusó de no querer “la estabilidad”, su mantra para no precipitar las urnas. Hasta este miércoles.
Rivera avanzó que su ejecutiva estudiará la ruptura del acuerdo que desde 2015 permite gobernar a los socialistas en esta comunidad y el PSOE achacó a Ciudadanos que, si eso es así, “aboca a la comunidad autónoma andaluza a unas elecciones anticipadas”, según su portavoz parlamentario, Mario Jiménez. La mesura desapareció de las filas socialistas durante unos segundos, suficientes para esbozar que la decisión está tomada y solo resta que Díaz comunique la fecha exacta para adelantar los comicios al otoño, pese a que estaban previstos el próximo marzo. Ambas formaciones tienen razones para preferir el adelanto electoral: Rivera busca medirse cuanto antes con Pablo Casado y Andalucía puede ser una plataforma propicia que impulse su relanzamiento tras la moción de censura a Rajoy, dado que la última encuesta sólida situó en febrero a Ciudadanos como segunda fuerza tras el PSOE. Y Díaz puede aprovechar el viento de las encuestas que favorecen a los socialistas y de paso evitaría la cercanía con las elecciones municipales.
El cruce de reproches fue continuo. “Si Susana rectifica hoy o mañana, no habrá ruptura. Pero al PSOE le preocupa verdaderamente la agenda judicial y los ERE (…) El pacto es muy sencillo. Si la voluntad del Gobierno es cumplir con su palabra, se agotará. Pero si el PSOE ha decidido mentir a los andaluces y no cumplir, también es sencillo”, censuró Rivera en Córdoba. Díaz criticó al presidente de Ciudadanos por querer “utilizar a Andalucía en sus cuentas electorales y su carrera con Pablo Casado para ver quién está más a la derecha”. Y añadió sal a la herida del divorcio: “Rivera viene a Andalucía a ratificar sus nervios, sus prisas y sus bullas porque está demostrado que es quien anda más desquiciado"
Indicios que señalan a las urnas
Las pistas que dejan entrever la intención de Susana Díaz para apretar el botón de las elecciones y convocarlas por decreto en breve las ha dado hoy ella misma y su portavoz parlamentario, Mario Jiménez. Ambos han entrelazado los ataques a Ciudadanos con los tiempos pasados para hablar de su acción de Gobierno.
Díaz ha mencionado de manera expresa la ruptura de su mantra durante el último medio año: la estabilidad. "Si te dicen que tienes que cambiar antes del 31 de octubre el Estatuto andaluz para hacer los presupuestos, es evidente que no se quiere estabilidad y que se está en la táctica y en la estrategia electoral". A continuación, ha añadido: “Habrán calculado que les merece la pena [a Ciudadanos] tirar por la borda lo que han ayudado a construir en estos tres años y medio solo por adelantarse 10 minutos a [Pablo] Casado”.
Una hora después, desde el Parlamento el portavoz socialista censuraba las declaraciones del partido naranja y repetía la posibilidad de las elecciones: “Ciudadanos ha decidido, en una estrategia que ha ido creciendo estas semanas, convertirse en un factor de inestabilidad y abocar a la comunidad autónoma de Andalucía a unas elecciones anticipadas”.
Jiménez ha achacado el interés de Ciudadanos por el adelanto electoral a la pugna por la “hegemonía de la derecha” entre la formación naranja y el PP. Y la presidenta ha ido a más y ha acusado a Rivera de sufrir un “desquicie” y pretender usar a Andalucía para “sus cuentas electorales”.
En teoría un adelanto electoral beneficiaría a Ciudadanos. La última encuesta sólida realizada en Andalucía, el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa), situó en febrero a Ciudadanos como primera fuerza de la oposición, con un 19,8% de los votos, a escasa distancia de los populares (18,3%). Ese supuesto vuelco expresado a través de 1.200 entrevistas fue anterior a la moción de censura que desbancó a Mariano Rajoy, y que ha desdibujado el empuje que hace un año tenía Ciudadanos en las encuestas.
Mientras, la oposición tachó de “sainete” y “batalla pactada” la pelea entre ambas formaciones, que de momento deja sin Presupuestos para 2019 al Gobierno andaluz, ya que el PSOE quedaría en minoría en el Parlamento. Hasta el pasado julio cuando el adelanto electoral parecía ya una realidad, Ciudadanos dio por bueno el cumplimiento del 60% de las 72 medidas del pacto de investidura, según fuentes del partido, y no protestó por el incumplimiento de medidas que ahora exige necesarias como los aforamientos o la reforma de la Ley electoral.
El líder andaluz de Ciudadanos, Juan Marín, presentará un informe sobre los incumplimientos del pacto de investidura este viernes en la ejecutiva nacional del partido, que se celebrará en Málaga. Y a continuación la dirección del partido aprobará, previsiblemente, poner fin al pacto, puesto que Díaz ha dicho que no da tiempo a cumplir las condiciones que ha puesto al PSOE. Ciudadanos exige a la presidenta andaluza que elimine los aforamientos a nivel autonómico, una reforma de la ley electoral que asegure la proporcionalidad y que permita las listas abiertas, tres medidas de regeneración incluidas en su acuerdo de 2015 que no se han cumplido.
La decisión sobre la ruptura o no del acuerdo de investidura es de la dirección nacional tras escuchar la opinión "fundamental" del líder andaluz, trasladan fuentes de la ejecutiva de Ciudadanos. “Está claro que se hablará de este asunto. Si definitivamente no se cumple, tomaremos decisiones. El PSOE debe rectificar. Si no lo hace, tomaremos decisiones”, ha repetido Rivera.
La arena política andaluza presenta hoy el siguiente escenario: desde la pasada primavera la oposición repite que Susana Díaz adelantará al otoño las elecciones previstas para marzo de 2019. La presidenta lo ha negado una y otra vez, siempre bajo la excusa de que Andalucía dispone de estabilidad y no hay necesidad de adelanto. Pero ha llegado septiembre y se ha levantado un tornado artificial. Ciudadanos, socio de investidura del PSOE, avanzó que si el Gobierno no eliminaba los aforamientos de los diputados, no apoyaría los Presupuestos de 2019.
El PSOE le ha respondido con claridad que no pensaba eliminar los aforamientos para políticos porque no daba tiempo antes de los comicios al ser necesario cambiar el Estatuto de Autonomía, puesto que lo recoge, y para ello hace falta un referéndum que costaría 20 millones (ese fue el coste del referéndum celebrado en 2007). En tal caso, si no hay cese de aforamientos y no hay Presupuestos, Díaz tiene en bandeja el argumento de que la estabilidad se ha roto y, por tanto, es necesario anticipar las elecciones.
La ruptura ya la escenificó este martes Marín, quien dio por roto el pacto de investidura firmado en 2015 con los socialistas. “El PSOE no tiene ninguna voluntad de cumplir lo que firmó, así me lo han trasladado a la cara (…) Entiendo que los incumplimientos del PSOE nos liberan de nuestras obligaciones, a partir de ese momento nos desvincularíamos de cualquier asunto que tenga que ver con lo firmado”. Para rematar su discurso, añadió más ataques a los socialistas: "El PSOE quiere blindar su poder, y también sus estructuras y sus enchufados".
Ciudadanos ha situado Andalucía en el centro de su estrategia política en el arranque del curso político, toda vez que en esa comunidad cree tener condiciones para poder superar al PP, lo que le daría un impulso fundamental en su batalla por el electorado conservador. El partido ratificó a su candidato, Juan Marín, en unas primarias rápidas el pasado julio —sin margen para candidatos alternativos— con el objetivo de tener su estructura lista de cara a un anticipo electoral que ahora busca forzar al retirar su apoyo a la presidenta andaluza.
En paralelo, el Parlamento aprobó la creación de una comisión de investigación sobre los gastos en un prostíbulo con tarjetas de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (FAFFE) por parte de directivos. La comisión fue aceptada al retirar el PSOE el escrito de oposición que presentó en julio. El PP interpretó el visto bueno de los socialistas a la comisión como “un síntoma más del adelanto electoral que tiene acordado con Ciudadanos”, según la portavoz popular, Carmen Crespo.
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