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El pequeño Nicolás, al banquillo por falsedad de documento público y estafa

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, acusado de haberse presentado como intermediario del Gobierno para facilitar la venta de un inmueble

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, en un taxi, en una imagen de archivo.
Francisco Nicolás Gómez Iglesias, en un taxi, en una imagen de archivo.LUIS SEVILLANO

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como el pequeño Nicolás, se sentará en el banquillo, acusado de falsedad de documento público y un delito intentado de estafa. El juzgado de instrucción número dos de Madrid ha transformado las diligencias previas en procedimiento abreviado de la investigación. Según el auto, se considera indiciariamente acreditado que en 2014 el joven se presentó ante Javier Martínez de la Hidalga como un intermediario del Gobierno para facilitarle la venta de un inmueble. Ambos se reunieron en varias ocasiones, y en todas ellas el pequeño Nicolás se presentó con coches de alta gama, de características similares a los vehículos oficiales, llegando a utilizar incluso dispositivos luminosos como sirenas. Además, entregó a Martínez de la Hidalga documentos con el membrete del Gobierno de España e incluso un documento consistente en una inmunidad diplomática a favor de Martínez de la Hidalga. El juzgado da diez días a las partes para que formulen el escrito de acusación.

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Según el auto, en 2014 el pequeño Nicolás se presentó ante Javier Martínez de la Hidalga como un intermediario del Gobierno de España que podía facilitarle la venta de un inmueble que aquel tiene en Toledo. Para poder lograr esta intermediación, Gómez Hidalgo le solicitó 300.000 euros. También le hizo creer que se iba a proceder de manera inminente a un embargo de Hacienda sobre sus cuentas y las de su familia. 

El 10 de octubre de 2014, creyendo que dichas afirmaciones eran ciertas, Martínez de la Hidalga acudió junto al pequeño Nicolás a la sucursal del Banco Santander de la calle Ortega y Gasset de Madrid, donde el primero tenía abiertas sus cuentas bancarias. Allí mantuvieron una reunión con el director, y durante el encuentro Gómez Iglesias se presentó como asesor de la vicepresidenta del Gobierno, por entonces Soraya Sáenz de Santamaría, y de la subsecretaría de Estado de Presidencia. Según consta en el auto, el procesado hizo continuas alusiones a sus contactos. Martínez de la Hidalga solicitó al director de la sucursal sacar todo el dinero que tenía en sus cuentas, que ascendía a unos 500.000 euros. El director de la sucursal le expresó sus reservas, debido a las exigencias de la legislación en lo relativo a la prevención del blanqueo de capitales. 

Gómez Iglesias simuló una llamada con la vicepresidenta del Gobierno y, al cortar la comunicación, aseguró que no había problemas con el "tema del blanqueo de capitales". Solicitó entonces a Martínez de la Hidalga muestras de su solvencia y también pidió abrir una cuenta corriente en el banco para hacer el ingreso. El director de la sucursal pospuso las operaciones al sospechar que pudiera tratarse de una estafa. Gómez Iglesias abandonó el banco, dejando en la mesa del despacho un dosier con el membrete "Gobierno de España". 

Concluida la reunión, y en previsión del embargo del que le había informado el pequeño Nicolás, Martínez de la Hidalga sacó 25.000 euros de la cuenta bancaria de su mujer, mediante cheque que el banco hizo efectivo en dos sobres, uno de ellos con 10.000 euros y el otro, con 15.000. Gómez Iglesias le pidió los sobres para "guardar el dinero en un lugar seguro", según consta en el auto. Este accedió, con la condición de que los devolviera posteriormente. Ese mismo día le pidió el dinero, y el pequeño Nicolás le entregó un sobre, con una pegatina con el rótulo "Gobierno de España. Presidencia de Gobierno", que contenía 10.000 euros. Argumentó que posteriormente le devolvería los otros 15.000. Para su devolución, volvió a pedirle a Martínez de la Hidalga otros 10.000 euros, que este no le entregó. 

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Pero el asunto no acabó ahí. Tres días después, Gómez Iglesias se reunió con Martínez de la Hidalga y con su mujer para que aceptaran la intermediación de la vicepresidenta del Gobierno, en cuyo nombre decía actuar, y les prometió una entrevista con ella. Ese mismo día, a las 20.30, recogió a Martínez de la Hidalga para, supuestamente, ir a entrevistarse con la vicepresidenta en su domicilio. Durante el trayecto, el pequeño Nicolás le entregó un dosier de 26 hojas con el membrete del Gobierno de España y una firma atribuida al secretario de Estado en cuya portada se leía: "Palacio de la Moncloa. Protocolo de actuación. Javier Martínez de la Hidalga González". Dentro, había una descripción del CNI, una transcripción de la legislación vigente y una mención tanto a Martínez de la Hidalga como a su esposa.

Durante el trayecto, Gómez Iglesias simuló mantener una conversación con Sáenz de Santamaría y afirmó que no podía celebrarse la reunión porque ya era muy tarde, por lo que volvió a llevar a Martínez de la Hidalga a su casa, solicitándole que leyera el documento y decidiera la cantidad de dinero que debía entregar al Gobierno por su intermediación. Según consta en el auto, el documento había sido confeccionado, escaneado e impreso el día anterior por el propio Gómez Iglesias en una copistería en la calle Raimundo Villaverde de Madrid. 

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