Seis detenidos por la supuesta agresión a los guardias civiles en Algeciras
Los agentes investigan si el ataque comenzó como una riña o porque los agresores les reconocieron por su lucha contra los narcos
Nueve guardias civiles, de paisano, se ven rodeados por una muchedumbre de 40 personas que asistían a una comunión. Portan palos, bates, botellas rotas, adoquines y hasta macetas. Parece que van a lincharlos cuando, a la desesperada, uno de los agredidos saca su arma reglamentaria y dispara tres tiros al aire. Ocurrió este pasado sábado en las inmediaciones de la playa de El Rinconcillo, en Algeciras y, hasta la tarde de este lunes, la policía ya ha detenido hasta a seis personas a las que les imputa delitos de atentado contra agente de la autoridad, desordenes públicos y riña tumultuaria.
Los agentes de la Comisaría de Algeciras intentan esclarecer si la agresión tuvo como móvil una mera discusión que se fue de las manos o estuvo motivada porque los atacantes reconociesen a los guardias civiles, por su lucha contra las mafias del narcotráfico que operan en el Campo de Gibraltar. De momento, ante la falta de cualquier testimonio gráfico, los hechos se basan en la declaración de testigos e implicados en la trifulca, que se produjo este pasado sábado, en torno a las 18.00. En ese momento, los nueve guardias civiles, vestidos de paisano y fuera de sus turnos de trabajo, salían de almorzar del bar La esquinita. Los siete guardias y dos sargentos pertenecen al Grupo de Acción Rápida (GAR), destinado temporalmente en la zona.
Todo se tuerce cuando llegan a un cercano parking, a menos de 100 metros, y por el que también se accede al restaurante Los Pulpos. Allí, algunos de los agresores asistían como invitados a una comunión. Los guardias civiles se topan con un coche gris con tres ocupantes que, estacionado en el parking, les corta el paso y se encara con ellos. "Por aquí no podéis pasar porque no me sale de los cojones", les increpa uno de los que estaban en el coche, según explican fuentes cercanas a los hechos.
Una primera versión de lo ocurrido apunta a que los agentes pretendían llegar a sus vehículos, aparcados cerca de la playa y del acceso al restaurante. Sin embargo, los agresores se lo impiden al descubrir que son agentes de la Benemérita. "Se piensa que les atacaron porque les identificaron como guardias civiles", apuntan fuentes cercanas al Instituto Armado.
Otra segunda versión apunta a que los agentes realmente pretendían acceder al local donde se celebraba la comunión. Sin embargo, el local estaba cerrado en exclusividad para el evento y la presencia del coche cortando la vía se limitaba a impedir el acceso de cualquier persona ajena. Ante "la insistencia" de los agentes por acceder al restaurante —según apuntan fuentes cercanas a los investigadores del caso—, la trifulca comienza y pronto se hace tumultuaria.
La disparidad de versiones sobre el origen del suceso radica en si realmente los atacantes actuaron movidos al saber que eran agentes destacados en la zona para luchar contra el narcotráfico o solo por una riña entre dos grupos en la que los agresores ni sabían que eran guardias civiles. Aunque mantienen su “respeto y prudencia” por la investigación de lo ocurrido, desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) sospechan que el ataque pudo estar premeditado. Por su parte, en la mañana de este lunes, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido ha apostado por vincular los hechos a un acto vandálico: “El tumulto se originó antes de que supieran [los autores] que eran guardias civiles”.
Pese a la disparidad de versiones sobre el inicio, los distintos testimonios sí coinciden en el desarrollo de la pelea. A las tres personas que se encaran con los agentes al principio pronto se suman varias decenas más, hasta sumar los 40. Van armados con palos, un bate de béisbol, piedras, botellas rotas y hasta macetas, según las indagaciones de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la policía de Algeciras. Cuando los guardias civiles ya estaban cercados, uno de ellos que portaba su arma reglamentaria abre fuego. Tira tres disparos al aire y la masa se disuelve, poco antes de que lleguen los indicativos de la Policía Nacional.
Durante la jornada del domingo y de este lunes ya han sido detenidas hasta seis personas por su implicación en los hechos. De ellas, al menos dos tienen antecedentes por estafa documental y simulación de delito, según confirman fuentes policiales. En total, hay hasta 10 personas identificadas y, según ha confirmado el propio Zoido, dos de ellas sí tienen antecedentes por tráfico de estupefacientes.
"Lamentamos este tipo de sucesos. Demuestran la falta de respeto y la impunidad que existe para atacar a los guardias civiles", ha reconocido José Encinas, secretario de la AUGC en Cádiz. La asociación no cree que se trate de un hecho aislado y fortuito. De hecho, tan solo un día después otros 19 agentes del GAR se vieron envueltos en unos hechos similares. En esta ocasión, los guardias civiles estaban comiendo un restaurante de Torreguadiaro (San Roque) cuando detectaron a varios "puntos" (personas que trabajan para los narcos informando sobre la presencia policial) en las inmediaciones del local.
Al ver que poco a poco acudían más personas a los alrededores, los componentes del GAR tuvieron que avisar a cinco coches patrulla para salir del negocio. Los dos hechos, ocurridos en apenas 24 horas de diferencia, llevan a la AUGC a descartar que se trate de actos aislados. "Les tienen controlados porque son ellos [por el GAR] los que están incidiendo más en el narcotráfico", remacha Encinas.
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