Urkullu y Barkos proponen a Rajoy el acercamiento de los presos
La presidenta navarra y el lehendakari acuerdan un trabajo conjunto en materia de memoria y convivencia de ambas comunidades tras la desaparición de ETA
No han estado en Cambo-les-Bains, pero han seguido lo que ahí ocurría apenas 50 kilómetros al sur, en el Palacio de Bértiz. El lehendakari Iñigo Urkullu y la presidenta navarra Uxue Barkos han mantenido un encuentro entre ambos gobiernos del que ha salido un compromiso para trabajar en el desarrollo de políticas conjuntas de memoria y convivencia. También han apostado por abordar, entre los dos gobiernos autonómicos y el central, la política penitenciaria que, según el documento conjunto aprobado este viernes, debe adaptarse “al nuevo contexto” y “alcanzar a todas las fuerzas políticas”, desde el PP a EH Bildu. Así, proponen al gobierno central el acercamiento de los presos a cárceles cercanas a sus lugares de residencia a la par que emplazan a los reclusos a “desarrollar las vías legales penitenciarias sobre la base de los principios de individualización, reconocimiento de daño causado y reinserción”.
Pese a que el acuerdo para trabajar sobre la política penitenciaria es lo más destacado del encuentro, en la comparecencia conjunta en el Palacio de Bértiz, en el que Barkos ha recibido a Urkullu, apenas ha habido referencias, más allá de la referencia de Barkos a “la superación de la excepcionalidad de las políticas penitenciarias”.
Sin opción a preguntas, ambos han lamentado la ausencia de una petición expresa de perdón a sus víctimas por parte de ETA. “Desaparece como amenaza, pero no como triste recuerdo”, ha remarcado el lehendakari que lamenta que la banda “no ha sido capaz de expresar una palabra de rectificación dirigida a todas las víctimas”. La presidenta navarra, por su parte, ha reprochado a ETA la ausencia “de una mirada ética y crítica a las consecuencias de su acción” para todas las víctimas “sin excepción”.
Los dos gobiernos han acordado asimismo el trabajo conjunto en la “construcción de una memoria plural y compartida” basada en el rechazo a cualquier forma de terrorismo o violencia y “a su legitimación o justificación” una vez ETA ha desaparecido y ha designado a la izquierda abertzale representada en EH Bildu como su agente político de referencia. Uxue Barkos gobierna Navarra con el apoyo de los ocho parlamentarios de ese grupo mientras que en Euskadi forman parte de la oposición al ejecutivo de Urkullu. Ambos presidentes se han comprometido a reparar a todas las víctimas “sea cual sea la causa de su victimación” aunque añaden el rechazo de “cualquier tipo de equiparación compensatoria entre unas y otras vulneraciones de derechos humanos”.
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