Los mediadores convocan un encuentro internacional el 4 de mayo en Cambo para la disolución de ETA
El Grupo Internacional de Contacto asegura que el acto en la localidad vascofrancesa será un "paso relevante" para alcanzar "una paz justa y duradera"
El acto de escenificación de la disolución de ETA, que contará con representantes institucionales, políticos, sociales y personalidades internacionales, se celebrará el próximo día 4 de mayo en la localidad vascofrancesa de Cambo-les-Bains, a 25 kilómetros de Bayona. Así lo han anunciado este lunes en Bayona (Francia) el representante del Grupo Internacional de Contacto (GIC) Raymond Kendall, quien se ha limitado a asegurar que para escenificar el final de ETA se ha organizado un "encuentro internacional" que será "primordial" para avanzar hacia "una paz justa y duradera" en el País Vasco.
"Hoy hay condiciones para nuevos pasos relevantes", han leído los organizadores del acto en una declaración tras la que no han admitido preguntas. Miembros del GIC, del grupo Bake Bidea y del Foro Social Permanente no han ofrecido más detalles sobre dicha conferencia, que pretende simular a la que se celebró en octubre de 2011 en Aiete (San Sebastián) y que fue la pista de aterrizaje para que la organización terrorista anunciara muy poco después su decisión de poner fin a su actividad armada. El marco elegido para esta ocasión es un chateaux francés, la Villa Arnaga, una casona de estilo neovasco de principios del XX que fue construida por el escritor y dramaturgo Edmond Rostang y actualmente alberga un museo abierto al público.
La declaración que han leído hoy los organizadores en ningún momento cita a ETA, ni siquiera como organización terrorista. El texto se remonta a la Declaración de Aiete y destaca asimismo la importancia del desarme de la banda en abril del año pasado en Bayona, pero no figura la palabra ETA. Tampoco se habla de disolución de la banda terrorista, ni de "desmovilización", el término que emplean los impulsores del denominado proceso de paz para referirse al fin definitivo de ETA. La propia dirección de la banda, en sus últimos comunicados, se refiere siempre como el "fin de ciclo" para aludir a su desaparición. "Creemos que este evento va a ser primordial para el avance del proceso de una paz duradera", ha dicho de su cosecha Kendall antes de dar lectura a la declaración oficial.
El foro ha invitado a organizaciones políticas y civiles vascas e instituciones a asistir al encuentro del día 4 en Cambo, con el fin de "marcar un nuevo hito en el camino de una paz justa y duradera" pero, de momento, no se sabe si acudirán representantes del Gobierno vasco y navarro. El PNV ha decidido en su reunión de este lunes acudir a dicha cumbre, aunque no ha definido quiénes formarán la delegación del partido que preside Andoni Ortuzar. La Ejecutiva Nacional ha aprobado asistir al acto de Cambo, pese a no conocer detalles del mismo ni haber recibido aún una invitación oficial, del mismo modo que este partido acudió a la conferencia de Aiete en 2011 y al acto de desarme en 2017 en Bayona. Lo harán "con el propósito de contribuir a la consolidación definitiva de la convivencia en Euskadi", ha acordado la dirección del PNV.
En la declaración que han leído y tras la que no han admitido preguntas, recuerda la conferencia de Aiete, el 17 de octubre de 2011. "Entonces afirmamos nuestra convicción de la necesidad de lograr una paz justa y duradera". "Fuimos testigos de ello en Aiete en 2011 y lo vimos también en Bayona en abril de 2017. Estamos seguros de que veremos nuevos avances a comienzos de mayo", han indicado.
"Desde entonces la paz ha ido avanzando en el País Vasco. El pueblo vasco, los partidos políticos y la sociedad han demostrado su capacidad de liderazgo y tratado de superar todos los obstáculos y dificultades que encontraban en el camino para avanzar en su propósito. No fue fácil y sigue sin ser fácil, pero los vascos han demostrado una clara determinación para lograr una paz justa y duradera", indica la declaración.
Antes de la lectura de la declaración han pronunciado unas palabras los alcaldes de Bayona y de Hendaya, Jean René Etchegaray y Kote Ezenarro, respectivamente. Han asistido al acto de hoy el senador de Los Republicanos Max Brisson, la senadora socialista Frédérique Espagnac, los diputados del grupo Mdem Florence Lasserre-David y Vincent Bru, y el alcalde de Sanit-Pierre d'Irube, Alain Iriart.
Antes de la lectura del comunicado, los alcaldes de Bayona y de Hendaya, Jean René Etchegaray y Kote Ezenarro, respectivamente, han destacado el carácter "solemne" de este momentos. Al acto de hoy también han asistido el senador de Los Republicanos Max Brisson, la senadora socialista Frédérique Espagnac, los diputados del grupo Mdem Florence Lasserre-David y Vincent Bru, y el alcalde de Sanit-Pierre d'Irube, Alain Iriart.
La organización terrorista ETA pondrá, en el marco de la citada conferencia internackional, fin a la etapa histórica más macabra y negra de la historia reciente de España, con más de 850 muertes en cinco décadas de asesinatos, secuestros y sabotajes. La organización terrorista contará el día de su despedida con la cobertura del Grupo Internacional de Contacto, representado por el abogado sudafricano Brian Currin, además del colectivo vascofrancés Bake Bidea y el Foro Social Permanente que dice impulsar “el proceso de paz” en Euskadi.
ETA anunciará su disolución seis años y medio después de que en octubre de 2011 anunció el fin de su actividad armada, poco después de la denominada conferencia de paz de Aiete (en San Sebastián), en la participaron líderes internacionales como el ex secretario general de la ONU Kofi Annan, el exlíder del Sinn Féin Gerry Adams y Jonathan Powell, asesor del ex primer ministro británico Tony Blair. Hace ahora un año, la banda se deshizo de todo su armamento (120 armas, tres toneladas de explosivos y miles de detonadores) repartido en varios puntos del País Vasco francés, otro de los pasos más relevantes dados por ETA hacia su definitiva desaparición.
A la decisión de acabar con la lucha terrorista y la entrega de las armas le sigue ahora el anuncio de su adiós, la desintegración total de la organización criminal. La despedida se dará después del comunicado difundido la semana pasada, en el que admite el “grave daño causado” por su trayectoria armada y pide perdón “de veras” solo a una parte de las víctimas, concretamente a aquellos “ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad en el conflicto”.
El comunicado en el que ETA muestra “respeto a los muertos y las víctimas” que ha causado fue duramente contestado por las víctimas y también por los Gobiernos español y vasco y los principales partidos políticos, críticos con la distinción que la banda hace en su escrito de los damnificados por la acción terrorista. Los colectivos de víctimas han exigido a los responsables de la banda que colaboren con la justicia en el esclarecimiento de las más de 300 crímenes que aún quedan pendientes, una vía que no contemplan los terroristas porque la delación, según la terminología que utilizan ellos, está considerada por este mundo como “un suicidio político” que no están dispuestos a aceptar.
El Ejecutivo de Rajoy ya ha advertido de que la disolución no traerá consigo medidas de gracia para los terroristas: “ETA no tendrá jamás ninguna contrapartida”, afirmó el ministro y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, al conocerse el último comunicado. Y Mariano Rajoy ha ratificado hoy esta misma posición al garantizar que ETA no obtendrá ningún beneficio por desaparecer, ya que se mantendrá la responsabilidad de sus delitos. “No consiguió ninguno de los objetivos que tenía, no ha obtenido ninguna ventaja por matar ni por dejar de matar y no conseguirá ninguna ventaja por desaparecer”, ha dicho con rotundidad el presidente del Gobierno, quien también ha calificado de “indigno” que en el último comunicado ETA pretenda hacer distinciones entre sus víctimas.
Los dirigentes terroristas han asegurado que la organización llega a su punto final, tras causar la muerte de 853 personas en cinco décadas de asesinatos, secuestros y sabotajes, al culminar un proceso de debate interno entre sus militantes. Tras el verano de 2017, la dirección de ETA aseguró que había planteado a sus miembros discutir sobre su final definitivo, al entender que ya había concluido su "ciclo y función". Ese proceso ha desembocado en la aceptación de que acabar con la organización es la mejor vía para mejorar la situación que atraviesan los 385 presos que aún siguen encarcelados en España y Francia. "El final del ciclo resulta cada vez más evidente (…), nos corresponde cerrar el tiempo del conflicto armado y las situaciones relacionadas, para ofrecer todas nuestras fuerzas a potenciar el proceso político (...) Y la única forma de hacerlo es que tomemos directamente la iniciativa, sin esperar a nada ni a nadie”, decía la propuesta de ETA para sentenciar su final.
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