Detenido un activista tinerfeño por presunta injuria a la Corona
“Los borbones a los tiburones” y "Me cago en la monarquía, en el Rey y en todos sus cuerpos represivos", escribió en Facebook en protesta por una visita del Rey a Canarias
El activista tinerfeño Roberto Mesa ha sido detenido por un presunto delito de injurias contra la Corona. La detención se ha producido a primera hora de la mañana de este jueves en su domicilio en el Barrio Nuevo, ubicado en el municipio de La Laguna (Tenerife). “Los borbones a los tiburones” o "Me cago en la monarquía, en el Rey y en todos sus cuerpos represivos", escribió en su perfil en Facebook el pasado 7 de marzo, durante la visita de Felipe VI a la isla para presidir el acto de proclamación del Premio Fundación Princesa de Girona (FPdGi) Empresa 2018.
Según fuentes judiciales, el Juzgado de Instrucción Número 5 de Santa Cruz de Tenerife se ha ocupado de las diligencias y ha decretado el secreto en las actuaciones. Roberto Mesa es conocido en los círculos activistas. En 2012 fue imputado por los delitos de atentado, desórdenes públicos y resistencia a la autoridad durante un pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en donde se aprobaba el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Mesa también fue detenido por la Guardia Civil junto con otras cuatro personas por agredir presuntamente a una reportera gráfica durante una marcha contra las prospecciones petrolíferas en 2014. Finalmente, la Fiscalía archivó el caso. El joven de 24 años ha sido expulsado en numerosas ocasiones de El Alaiún por parte de la policía marroquí debido a su apoyo a la causa del pueblo Saharaui. Un nutrido grupo de personas se han concentrado a las puertas de la comisaría de la Avenida de Tres de Mayo, donde permanece detenido Mesa, para apoyarle y exigir su liberación.
Las injurias a la Corona están castigadas con penas de prisión. El Tribunal Supremo ratificó el pasado mes de febrero la sentencia de tres años y medio de cárcel para el rapero Valtonyc, condenado también por enaltecimiento del terrorismo, calumnias y amenazas en la letra de sus canciones. Un mes después, el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo condenó a España por imponer una pena de cárcel a dos manifestantes que quemaron una foto de los Reyes en 2007 y recordó que ese gesto no constituye un delito, sino una forma de libertad de expresión política.
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