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Los partidos se vuelcan en atraer el voto femenino

Tras el 8-M, las formaciones activan iniciativas sobre igualdad y buscan candidatas

Las movilizaciones feministas del pasado 8 de marzo han situado la desigualdad entre hombres y mujeres en primer plano en el debate público y obligado a los partidos a ajustar sus estrategias para no perder un electorado que supera en un millón de personas al masculino. PP y Ciudadanos, que se desmarcaron de la huelga, han reaccionado activando iniciativas dirigidas a la lucha contra la violencia de género y a la conciliación, mientras todas las formaciones buscan mujeres para la primera línea y potencian a sus candidatas.

Que la igualdad entre hombres y mujeres no es efectiva es un consenso en España. El 80% considera que aún predominan los comportamientos machistas, según una encuesta de Metroscopia para EL PAÍS de principios de mes. Las protestas feministas del 8 de marzo han dado a ese consenso dimensión política y las cúpulas de los partidos se han tenido que mover, conscientes de que el electorado femenino es un importante granero de votos. Un total de 17.868.107 electores son mujeres, 1.104.580 más que hombres según los datos del INE correspondientes a las últimas elecciones generales.

Aunque el género no es el factor más determinante en el voto —lo son más la edad o la situación socioeconómica—, sí hay tendencias conocidas por los estrategas electorales. En las últimas generales, las mujeres votaron menos a los nuevos partidos que a los tradicionales. El PSOE tuvo hasta 2,5 puntos más de votos de mujeres que de hombres y el PP 1,3 puntos más, según el estudio postelectoral del CIS, mientras Unidos Podemos se vio penalizado con casi 3 puntos menos de voto femenino y Ciudadanos tuvo prácticamente el mismo (0,5 puntos menos de mujeres que de hombres). Según estos datos, PP y Ciudadanos no deben descuidar a este electorado, mientras el PSOE puede explotarlo y Podemos necesita mejorarlo.

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El partido del Gobierno, desgastado en varios frentes, trata de reaccionar a las protestas que primero criticó como elitistas y luego defendió. Los populares quieren poner en valor las políticas de igualdad que han impulsado y buscan vías para introducir en los Presupuestos de 2018 (pendientes de aprobación) partidas para favorecer la conciliación y la corresponsabilidad.

El PP quiere promover auditorías obligatorias en las empresas de más de 150 empleados que especifiquen lo que cobran los hombres y las mujeres; invitará a los agentes sociales a revisar los convenios para evitar los complementos salariales que favorecen a los trabajadores frente a las trabajadoras (como los de nocturnidad o fin de semana, que difícilmente reciben quienes están al cargo de los hijos); y estudiará recuperar la idea de conceder beneficios fiscales a las compañías que obtengan un sello de igualdad. Al tiempo, el Gobierno recuperará la idea de negociar un gran pacto nacional para que la jornada laboral acabe como norma general a las 18.00, para que haya un banco de horas en el que el trabajador acumule minutos que luego pueda dedicar a su vida privada y para favorecer el teletrabajo.

Los portavoces del partido que sostiene al Ejecutivo argumentan que la brecha salarial se ha reducido a mínimos históricos, pero en la formación se empieza a extender la idea de que la mejor solución a este problema es lograr que los permisos de los padres sean obligatorios e intransferibles. Al menos dos dirigentes nacionales del PP defienden esta tesis internamente, aunque no creen que sea posible implantarlo de golpe. Los últimos Presupuestos Generales extendieron una semana el permiso parental, y si se aprueban los de 2018 habrá otra más, para un total de cinco.

Esta medida, la de la equiparación total de permisos de paternidad y maternidad, es reclamada por el resto de formaciones. Ciudadanos la cita como uno de sus logros en proceso. El partido de Albert Rivera también ha reaccionado al 8 de marzo, una protesta que su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, rechazó porque el manifiesto convocante de la huelga era “anticapitalista” y está intensificando sus iniciativas relacionadas con las mujeres. Este pasado lunes ha reclamado a la Mesa del Congreso que convoque de forma urgente y sin demora la comisión de seguimiento del pacto contra la violencia de género, ante la falta de financiación.

Ventaja del PSOE

La izquierda, al contrario que el centro derecha, se encontró cómoda desde el principio con las movilizaciones feministas, y no ha tenido que rectificar su posición. El PSOE parte con ventaja respecto del resto en la percepción que las mujeres tienen del partido. Según los últimos datos del CIS del mes de enero, los socialistas tienen un 17% más de simpatizantes mujeres que hombres. El partido aprovecha el marco y ha intensificado este año sus propuestas contra la discriminación de las mujeres en el trabajo (con dos leyes registradas en el Congreso contra la brecha salarial y la igualdad en el ámbito laboral) y prepara otra sobre usos del tiempo para favorecer la conciliación. Unidos Podemos ha situado como objetivo “traducir a leyes concretas” las demandas históricas que se han expresado el 8-M. Por lo pronto, su ley contra la brecha salarial, similar a la de los socialistas, ya ha empezado su andadura en el Congreso.

El Parlamento va a ser escenario de múltiples iniciativas contra la discriminación de género en los próximos meses. Los socialistas han registrado además un Pleno monográfico en el Congreso sobre igualdad: si sale adelante las mujeres volverán a saltar a las portadas.

Se buscan mujeres para liderar candidaturas

En plena ola feminista, los partidos buscan mujeres a las que dar más proyección y situar en primera línea. Aunque ya hay una generación de mujeres políticas muy influyentes, las formaciones saben que tienen que seguir promocionándolas a ellas (todavía los cuatro líderes de las cuatro principales formaciones son hombres). El PP busca candidatas para las autonómicas y municipales en las plazas clave, mientras Pedro Sánchez se ha comprometido a que su candidata al Ayuntamiento de Madrid sea una mujer. En Ciudadanos aseguran que prestan “especial atención a las mujeres” en su búsqueda constante de personas con talento del mundo profesional. Unidos Podemos está dando más visibilidad a sus diputadas. Lucía Martín ha sustituido a Xavier Domènech y Yolanda Díaz ha adquirido protagonismo con las pensiones.

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