Las víctimas ocultas de la violencia machista
Casi una de cada dos europeas que han sufrido malos tratos o abusos sexuales no lo ha contado nunca
Casi una de cada dos europeas (el 47%) víctimas de violencia física o sexual no ha divulgado el incidente a nadie. Las agresiones machistas, una lacra que han sufrido alguna vez en su vida una de cada tres europeas, siguen permaneciendo ocultas. La creencia y sensación de no tener respaldo institucional combinado con el miedo al agresor y a que la situación derive en el asesinato llevan a muchas mujeres a mantenerlo oculto, según el último informe del Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE, en sus siglas en inglés), que ha analizado y comparado la situación de la violencia machista de manera completa en los 28 Estados miembros. El peor país, según este índice es Bulgaria; el menos malo, Polonia. España se halla por debajo de la media europea.
Casi el 84% de las búlgaras han experimentado problemas de salud física o psicológica debido a los malos tratos físicos o sexuales alguna vez en su vida, frente al 70% de la media europea; el 74%, en los últimos 12 meses, frente al 34% de la media de los Veintiocho. Y además de ser más severo el grado de violencia que en otros Estados de la UE, en Bulgaria (7,1 millones de habitantes) permanece todavía más oculto: el 48% de las que la han sufrido en el último año no lo ha contado a nadie, mientras que la media de la UE se sitúa en el 13,4%, según muestra el estudio, publicado coincidiendo con los días por la lucha para la eliminación de la violencia contra la mujer. Una combinación de factores —gravedad y no divulgación— que lleva a Bulgaria a encabezar la triste clasificación, seguida de cerca por Lituania, según este análisis, que recoge datos de la macroencuesta europea de 2014 además de encuestas y datos oficiales nacionales.
En Polonia (37,9 millones habitantes), el 18% de las mujeres dice haber sufrido violencia física o sexual alguna vez en su vida (desde los 15 años). El gigante del Este tiene la mejor puntuación de los Veintiocho porque son menos las que afirman haber padecido esta lacra en los últimos 12 meses y, sobre todo, porque son una minoría, dentro de la oceánica magnitud de las cifras, las que callan: el 14,8% no se lo ha contado a nadie.
El análisis, que forma parte del Índice de Igualdad de Género —cuyos datos ya reflejan que la UE tiene un gran margen de mejora en el campo de la igualdad en todos los sectores, desde el trabajo a la educación, pasando por la justicia— muestra que 12 Estados miembros presentan puntuaciones por encima de la media de la UE (cuanto más alta es la puntuación, peor). Nota que empeora, sobre todo, debido a la impunidad que implica que las mujeres no se sientan respaldadas para hablar de estos incidentes, con la policía o con instituciones que las apoyen. “Este alto nivel de subinformación es alarmante e indica que las mujeres pueden sentir que no recibirán el apoyo que necesitan y sienten que si hablan no estarán a salvo de más violencia, incluido el feminicidio”, alerta el instituto de la UE. Ello también significa impunidad para los perpetradores.
España, que cuenta con una ley contra la violencia de género especifica desde 2004 y una ley de igualdad se sitúa mejor que la media de la UE en factores como la gravedad de las lesiones y la prevalencia. Sin embargo, es uno de los peores países en la revelación de esta lacra: casi un 20% de quienes la sufren no se lo ha contado jamás a nadie. En cambio, en Malta, Reino Unido y Eslovenia, son menos del 10% las que callan. Estas cifras invitan a analizar si las campañas y las instituciones están ofreciendo todo el apoyo necesario —y visible— y también el amparo social a las agresiones machistas.
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