Peio Eskisabel, ex jefe militar de ETA, queda en libertad tras 12 años en la cárcel
El etarra fue condenado en 2005 a 17 años de prisión por liderar el aparato y la contabilidad de la banda terrorista
El ex jefe militar de ETA Peio Eskisabel Urtuzaga, Xerpa, ha quedado este sábado en libertad en el paso fronterizo de La Junquera, en la provincia de Girona, tras pasar 12 años en la prisión francesa de Uzerche, según ha informado la agrupación de familiares de presos etarras Etxerat. Eskisabel fue condenado en 2005 a 17 años de prisión en París por liderar el aparato militar y la contabilidad de la banda terrorista.
Xerpa y su supuesto adjunto, José Manuel Ugartemendia, fueron detenidos en abril de 2005 en la localidad de Caussade, al sur de Francia, por la policía gala. Dos días antes de su arresto, Eskisabel olvidó en un autoservicio de esta localidad una bolsa con efectos personales, entre los que había ropa, una pistola con el anagrama de ETA en la culata y documentos falsos con su fotografía.
La bolsa de Eskisabel fue a parar a la oficina municipal de objetos perdidos, donde un funcionario alertó a la Gendarmería al toparse con una pistola cuando buscaba algún dato sobre la identidad de su propietario. Alertadas la Policía Judicial de Toulouse y la Dirección Nacional Antiterrorista (DNAT), con sede en París, montaron un discreto dispositivo de vigilancia por si Eskisabel volvía a buscar sus pertenencias a la lavandería. Cuando regresaron, Xerpa y Ugartemendia fueron arrestados mientras se dirigían al establecimiento. Después fueron condenados en París a 17 y 8 años de prisión, respectivamente.
El Tribunal de lo Criminal de París también dictaminó entonces que Eskisabel tendría que cumplir de forma efectiva al menos dos tercios de la condena y que al salir de prisión sería expulsado de Francia. El tribunal consideró a Xerpa culpable de la mayoría de los 28 cargos que pesaban contra él, en particular del de ser dirigente de ETA.
La Policía francesa dijo en el juicio que en 2005 Xerpa "estaba entre los cinco activistas con mayor responsabilidad" en la banda terrorista vasca, ya que no solo "estaba a la cabeza del aparato militar" con Garikoitz Aspiazu, Txeroki, sino que también era responsable de la contabilidad del aparato militar, del reparto del material para el día a día de sus componentes y de la estructura GESA de cobro del "impuesto revolucionario".
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