La dirección del PSOE se abre a gobernar en coalición con Podemos
Los socialistas rechazan presentar ahora una moción de censura contra el PP porque exigiría el apoyo de los nacionalistas
El PSOE aprovechó este viernes la puesta en marcha del primer Ejecutivo de coalición con Podemos, el de Castilla-La Mancha, para abrir las puertas a repetir esa fórmula en el Gobierno de España “en un futuro” que no precisó. “No descartamos ni esa ni otras posibilidades”, afirmó a este diario Óscar Puente, portavoz de la ejecutiva del PSOE, que rechaza presentar ahora una moción de censura contra el PP porque exigiría el apoyo de los nacionalistas. No obstante, la posibilidad de repetir la fórmula manchega en otras autonomías o para La Moncloa divide a los líderes territoriales de ambas formaciones.
Pedro Sánchez siempre ha abogado por lograr el entendimiento de “las fuerzas del cambio”, etiqueta bajo la que agrupa al PSOE, a Podemos y a Ciudadanos. Los socialistas mantienen ese planteamiento, pero ya no descartan buscar “en el futuro” una alianza en solitario con el partido de Pablo Iglesias, según fuentes de la dirección socialista. Estos interlocutores celebran “la nueva actitud de Podemos”, lamentan que Ciudadanos “se está quedando en el rincón del PP”, y subrayan que el PSOE no está centrado ahora en la tarea de buscar apoyos para llegar a La Moncloa.
En todo caso, la posibilidad de continuar el acuerdo de Castilla-La Mancha con nuevos pactos autonómicos y nacionales despierta tantos apoyos como suspicacias entre los líderes de ambas formaciones.
“Ante las necesidades para llevar adelante un Gobierno no pueden plantearse algunas cuestiones a nivel de principios”, apuntó José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE, refiriéndose a que no conviene establecer líneas rojas en los pactos con Podemos y Ciudadanos porque es imposible saber cuál será la aritmética parlamentaria en el futuro. “Es una hipótesis de futuro”, añadió sobre un posible Gobierno conjunto de Sánchez e Iglesias.
“Tener posiciones diferentes es una riqueza de Podemos”, opinó Pablo Echenique, secretario de Organización del partido de Iglesias. “Para que eso no se eternice en el tiempo, hemos adoptado el mecanismo de que las bases voten las decisiones más importantes”, recordó en conversación con EL PAÍS. Y recalcó: “Cuando llegue el momento de plantear esta posibilidad en el nivel estatal, y ojalá que sea pronto, lo que habrá que hacer es preguntarle a los inscritos. Mi intuición es que la demanda de que lleguemos a un acuerdo de Gobierno con el PSOE para echar a Rajoy es en estos momentos mayoritaria”.
El PSOE y Podemos firmaron pactos de investidura en Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Baleares, pero Iglesias apostó por no integrarse en ningún Ejecutivo. Esa estrategia ha cambiado, aunque no todos los representantes de estos partidos coincidan en que sea replicable en sus territorios. Unos, porque no resolverían la viabilidad de sus Gobiernos. Y otros, porque creen que el destino del PSOE y de Podemos es luchar por la hegemonía de la izquierda.
En el PSOE, Susana Díaz (Andalucía) y Javier Lambán (Aragón) no ven opciones de seguir los pasos del manchego Emiliano García-Page. En Podemos, Antonio Estañ (Comunidad Valenciana) ha descartado integrarse en el Ejecutivo de Ximo Puig, Alberto Jarabo (Islas Baleares) ha pedido abrir el debate porque “la clave para gobernar a nivel estatal pasa por gobernar primero en las comunidades”, y Teresa Rodríguez (Andalucía) ha criticado con dureza los pactos con los socialistas.
“Soy contraria a entrar en Gobiernos con el PSOE porque no se nos olvida que no cumplieron las tareas de la autonomía, la reconversión industrial, las reformas laborales, la ley Corcuera, el GAL, la OTAN y tampoco la corrupción”, llegó a decir Rodríguez, voz clave del sector anticapitalista de Podemos.
“El asunto aquí se puede dar por zanjado”, espetó, por su parte, Lambán, presidente socialista de Aragón. Un ejemplo del largo camino que deberán recorrer las dos direcciones nacionales si algún día negocian un Gobierno.
Iniciativas conjuntas en el Congreso de los Diputados
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han marcado como prioridad coordinar las acciones de los dos partidos en el Congreso para cimentar un bloque opositor al Gobierno del PP.
Uno de los primeros ejemplos de ese plan se dio cuando las dos formaciones solicitaron conjuntamente la comparecencia de Mariano Rajoy en el Congreso tras su declaración como testigo en el caso Gürtel. Ayer se vivió un nuevo capítulo de esa colaboración, puesto que el PSOE y Podemos registraron una iniciativa conjuntamente para que se rechace cualquier tipo de privatización o concesión privada del Faro de Cabo de Palos (Cartagena, Región de Murcia).
“El PP va a tener muy difícil salirse con la suya”, aseguró Javier Fernández, diputado de Unidos Podemos. “Buscamos garantizar la protección de su carácter como bien público”, aseguró María González Veracruz, del PSOE.
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