PP y Ciudadanos, un año de matrimonio de conveniencia
Maillo y Villegas analizan la marcha del pacto de investidura tras su primer aniversario
Ocurre en agosto de 2016. El PP y Ciudadanos comienzan una negociación vertiginosa para intentar superar el bloqueo político que impide la formación de Gobierno desde diciembre de 2015. El 3 de agosto, Rajoy y Rivera acuerdan abrir “un canal de comunicación permanente”. El 9, Ciudadanos mueve ficha y le plantea al PP seis condiciones irrenunciables para abrir la negociación de un pacto de investidura. El 28, los dos partidos firman un documento con 150 reformas. Es el primer paso para que Rajoy se asegure su continuidad en la Moncloa, que acaba consiguiendo en octubre con los votos afirmativos de PP, Ciudadanos y Coalición Canaria y la abstención del PSOE. La tensión que preside esas negociaciones entre el PP y Ciudadanos —que compiten por el mismo espacio electoral— sigue marcando hoy su relación.
Justo un año después, los dos partidos afrontan un momento clave en su peculiar relación de socios parlamentarios y rivales electorales. Fernando Martínez Maillo, coordinador nacional del PP, se reafirma en la decisión de que Albert Rivera acuda a la comisión de investigación sobre la financiación de los partidos que ha impulsado su formación en el Senado. Y José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, defiende la necesidad de que Rajoy haga lo propio en la comisión sobre la presunta financiación ilegal del PP que su partido patrocina en el Congreso. Nada refleja mejor las tensiones que marcan el matrimonio de conveniencia que mantienen los dos partidos, llamados a negociar en los próximos días los Presupuestos de 2018.
El balance de la ejecución del acuerdo es irregular. El PP y Ciudadanos han conseguido impulsar más del 20% de sus medidas en tan solo un periodo de sesiones, pero han dejado para más adelante sus compromisos más complejos. Los dirigentes consultados por EL PAÍS reconocen la sintonía que mantienen las dos formaciones en el área económica y las discrepancias que les enfrentan en regeneración institucional y lucha contra la corrupción.
Así, el PP y Ciudadanos no han conseguido consensuar una fórmula para eliminar los aforamientos de diputados, senadores y miembros del Gobierno; o para limitar los mandatos presidenciales (el compromiso era hacerlo en los tres primeros meses de gobierno de Rajoy). Tampoco se pusieron de acuerdo para abrir la comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular del partido que sustenta al Gobierno. Y se aplicaron en un pulso extenuante a cuenta de si Pedro Antonio Sánchez debía dimitir como presidente de Murcia tras su imputación en el caso Auditorio (finalmente, dejó el cargo).
Unidos frente al reto de los independentistas catalanes, la reanudación de la actividad parlamentaria volverá a poner a prueba la alianza de los dos partidos. Ciudadanos espera que se apruebe su ley de medidas de lucha contra la corrupción, ya tramitada; y que se debata su proposición para regular la maternidad subrogada, cuestión que provoca un intenso debate interno en el PP, que previsiblemente no secundará la propuesta. Rajoy, por su parte, pide que Rivera apoye los Presupuestos de 2018, como ya hizo con la cuentas públicas de 2017.
Martínez Maillo: "Ciudadanos tiene que alcanzar la mayoría de edad"
Fernando Martínez Maillo (Zamora, 1969) defiende la vigencia del pacto que une al PP con Ciudadanos, aunque considera a este partido "imprevisible" y califica a Albert Rivera de "temeroso".
Pregunta. ¿Cómo calificaría la relación del PP con Ciudadanos? ¿Socios, aliados, rivales, matrimonio de conveniencia…?
Respuesta. Somos todo y nada. Las circunstancias electorales hicieron que tuviéramos una mayoría minoritaria. La relación no es fácil porque es un acuerdo de investidura. Hay que dejarlo muy claro. Se empeñaron desde el primer día en que fuera así. Las circunstancias hubieran sido diferentes si hubieran entrado en el Gobierno o si hubieran firmado un acuerdo fuera de gobierno. Eso ha marcado el desarrollo, porque no todo lo que se acuerda en el Parlamento forma parte del contenido del documento acordado. Eso es lo que marca la diferencia.
P. ¿Hubiera preferido el PP que Ciudadanos entrara en el Gobierno?
R. Planteamos un acuerdo de gobierno desde el primer momento. Hubiera dado más estabilidad y hubiera habido menos desencuentros.
P. Ciudadanos dice que ese pacto es el único programa de Gobierno del PP.
R. Nos presentamos con un programa de gobierno a las elecciones. A veces Ciudadanos pretende situarse a la par del PP en el debate y para eso tiene que alcanzar una mayoría de edad que todavía no la ha alcanzado. Todos hemos tenido que ceder algo. A veces Ciudadanos plantea una equiparación entre ambos partidos y no es lo mismo. Nosotros tenemos muchos años de contribución a España, hemos gobernado ayuntamientos, diputaciones, comunidades y el gobierno de España. Ciudadanos ese salto no lo ha dado. Está en una posición más cómoda en todos los sitios sin entrar en los gobiernos. En ese sentido no ha alcanzado la mayoría de edad. Ciudadanos todavía no está testado como partido de gobierno.
P. ¿Por qué el PP no ha impulsado la eliminación de los aforamientos y la limitación de mandatos que recogía el preacuerdo de ambas partes y que era de obligatoria aplicación en el primer trimestre de la presidencia de Rajoy?
R. Ya cuando aceptamos expresamos sus problemas de aplicación. Ciudadanos era plenamente consciente de que era muy complicado aplicarlas en tan corto espacio de tiempo. No hemos engañado a nadie. Lo advertimos hasta la saciedad. Eliminar los aforamientos requiere una reforma de la Constitución. Ciudadanos muchas veces vive del eslogan y la frase fácil.
P. ¿Considera el PP que Ciudadanos ha sido desleal al impulsar en el Congreso la investigación de sus cuentas?
R. La deslealtad de Ciudadanos en este tema no procede de la aprobación de la comisión como de que cuando se planteó fijar límites a la comisión se asustó, se arrugó y no quiso someter a votación un límite temporal y material [de la investigación]. Dejó que los demás hicieran una causa general y se sumó por razones electorales. Ahí estuvo la deslealtad. El punto de fricción es que los demás partidos se negaran a que se estudiara su financiación.
P. ¿Por qué ha llamado a declarar a Rivera, su socio, a la comisión de investigación del Senado? ¿Declaración de guerra soterrada?
R. No. Es producto de que tenemos un acuerdo de investidura, no de gobierno, de que somos dos partidos diferentes, con estrategias políticas distintas y que en algunos temas estamos de acuerdo y en otros en desacuerdo. Ciudadanos está usando este tema para desgastar al PP. Estamos por encima de estas circunstancias. El pacto continúa. Esto no impide ni dinamita ningún acuerdo.
P. ¿Cuál es el próximo paso para los dos partidos?
R. Los Presupuestos de 2018. No podemos olvidar que el documento hay una coletilla que dice que todos los acuerdos están supeditados al cumplimiento de la senda de estabilidad.
Villegas: "Rajoy no tiene otro programa de gobierno que el pacto de investidura"
José Manuel Villegas (Barcelona, 1968) es el número dos de Albert Rivera y encabezó las negociaciones del pacto de investidura por parte de Ciudadanos. Define al PP como un partido "viejo" y a Mariano Rajoy como un político "resistente".
Pregunta. ¿Qué aspectos del pacto impulsará Ciudadanos tras el verano?
Respuesta. Vamos a hacer una propuesta de reforma del mercado de trabajo. Creemos que el pacto está superado por las sentencias de los tribunales de la UE sobre la dualidad de trabajadores temporales y fijos, que hay que superar. También vamos a intentar dar un impulso a reformas importantes en el ámbito de la regeneración democrática. Esperamos que se apruebe la ley de lucha contra la corrupción y siguen encima de la mesa la eliminación de los aforamientos y la limitación de mandatos. No parece que ninguno de los otros partidos esté muy por la labor de sacarlas adelante.
P. Esas reformas están en el pacto. ¿Está cumpliendo el PP?
R. Hay más problemas cuando tocamos los puntos que tienen que ver con la corrupción política. Con los Presupuestos han entrado una buena parte de los puntos que teníamos comprometidos [en los demás aspectos].
P. ¿Habría sido más fácil impulsar el acuerdo si Ciudadanos hubiera entrado en el Gobierno?
R. Estamos convenidos de la decisión de no entrar en el Gobierno y apoyar los puntos del acuerdo desde la oposición. Los hechos nos han dado la razón. Muchas de las críticas y del control que estamos haciéndole al Gobierno son más fáciles y efectivas hacerlas desde la oposición. Tomamos la decisión acertada.
P. Rajoy, cuya investidura apoyaron, ha comparecido como testigo en el juicio del caso Gürtel.
R. Esta situación del señor Rajoy compareciendo ante los tribunales como testigo confirma las medidas que exigimos de entrada. No es plato de buen gusto, ni el señor Rajoy era nuestro líder ni el presidente que defendíamos para España, pero hubo unas elecciones y los resultados que hubo. Las alternativas eran unas terceras elecciones, la inestabilidad crónica del sistema, o un Gobierno en el que fuera presidente o vicepresidente el señor Iglesias apoyado por los separatistas catalanes. Según las encuestas, la gente está valorando positivamente la apuesta que hicimos.
P. ¿Se consumirá la legislatura al completo?
R. Con que se pudiera llevar a cabo una parte de las 150 reformas del pacto sería suficiente para que esta legislatura se pudiera calificar de éxito, porque hay reformas muy importantes en regeneración democrática, política económica y reformas institucionales. El Gobierno no tiene ningún otro programa de gobierno que no sea este pacto de investidura. Es más que suficiente para justificar la legislatura siempre que vaya acompañado de pactos en el ámbito económico, de unos Presupuestos que nos den la estabilidad que el país necesita.
P. ¿Cuántas veces han tenido que intervenir Rajoy y Rivera directamente?
R. El pacto de investidura lo desbloquearon ellos en algunas cosas en las que era imposible llegar a acuerdos. Quedaron tres flecos: la mesa de la reforma constitucional; la reducción del Senado; y la eliminación de los aforamientos. uego, en este primer periodo de sesiones, no han tenido ninguna intervención de última hora para el desbloqueo. No ha habido ninguna situación en el que haya habido que recurrir al comodín de los presidentes.
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