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El golpe accidental de un tren mató a la niña extraviada en Málaga

La Guardia Civil cree que la pequeña se desorientó y vagó por la vía hasta quedarse dormida

Un guardia civil examina en Pizarra la zona en la que ha sido encontrada esta mañana el cuerpo de la niña Lucía Vivar, de tres años, desaparecida anoche. GARCÁ-SANTOS / ATLASFoto: atlas
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La desaparición en la noche del miércoles en Pizarra (Málaga) de la niña de tres años Lucía Vivar tuvo este jueves un trágico desenlace con el hallazgo de su cadáver en las vías del tren que unen esta localidad con Álora. La investigación apunta a que la niña se desorientó mientras jugaba por la noche con sus primos y caminó durante horas hasta caer dormida en las vías. El primer tren de la mañana le propinó accidentalmente el golpe que le causó la muerte en el acto.

Lucía jugaba con sus primos a última hora del miércoles junto al bar La Estación, situado en el apeadero de Pizarra (9.000 habitantes). Iban y venían de la plaza del pueblo a la estación. En la terraza del establecimiento, sus padres, abuelos y tíos charlaban apurando las últimas horas del día. Todo parecía en orden hasta que, poco antes de las once y media de la noche, los padres se percataron de que la pequeña no estaba junto a los otros niños y que no respondía a sus llamadas. Minutos después, daban la voz de alarma a la Guardia Civil y se iniciaba unas labores de rastreo en la que han participado durante toda la noche cerca de 600 personas en busca de la menor.

Siguiendo el protocolo para casos de desaparición de menores, la Guardia Civil inició la búsqueda en círculos concéntricos de 500 metros alrededor de la estación —una zona con numerosas zonas de riego y campo frutales— que se iban ampliando sucesivamente cuando se descarta que la pequeña pudiera estar en la zona rastreada. En esa primera búsqueda solo se halló su chupete junto a la máquina expendedora de billetes de la estación.

Finalmente, poco después de las siete de la mañana, una llamada alertaba de que el maquinista del tren de cercanías que une la localidad de Álora con la ciudad de Málaga había encontrado el cuerpo sin vida de Lucía junto a la vía, a casi cuatro kilómetros del lugar de la desaparición. El cuerpo de la menor presentaba un único golpe en la cabeza.

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Según las primeras hipótesis de la Guardia Civil, la pequeña se desorientó mientras jugaba y se perdió. Durante horas, caminó siguiendo la vía del tren, por la que no circulan trenes durante la noche, hasta caer dormida entre las vías. Los investigadores creen que la pequeña permaneció así hasta que, sobre las 6.45, el primer cercanías del día, que une la ciudad de Málaga con Álora, pasó sobre ella. No se sabe si el ruido la despertó y, al levantar la cabeza asustada, fue golpeada por los bajos del convoy o si su cabeza sobresalía.

Fue el conductor de ese mismo tren quien, al realizar el trayecto de regreso hacia la capital de la provincia, descubrió el cadáver veinte minutos después. Según declaró el maquinista, en ese segundo recorrido vio un bulto en medio de la vía y detuvo el tren pensando que podía ser un animal muerto. Sin embargo, descubrió que era el cuerpo de una niña.

A esa hora, las patrullas de la Guardia Civil continuaban los rastreos, a los que se habían incorporado de madrugada dos perros adiestrados en la búsqueda de personas, enviados desde Sevilla. Según fuentes cercanas a la investigación, estos ya habían localizado el rastro de Lucía.

Sin rastro de pisadas

Desde el hallazgo del cadáver, las hipótesis policiales apuntaron casi en exclusiva a una muerte accidental tanto por el aspecto del cadáver como por la inspección ocular del lugar de los hechos. Los expertos en criminalística no hallaron en el lugar ni rastro de rodadas ni pisadas en las cercanías. La autopsia que se practicó al cadáver este jueves por la tarde confirmó que la niña había fallecido como consecuencia de un golpe seco en la cabeza compatible con el impacto de un tren.

Los vecinos de Pizarra buscaron durante toda la noche a Lucía Vivar Hidalgo. La niña había desaparecido el miércoles por la noche cuando estaba cenando en un restaurante con sus padres. Llevaba puesto un vestido a rayas de Minnie. Según los testimonios de sus padres, la perdieron de vista en torno a las 23.20 e inmediatamente comenzaron a buscarla sin éxito.

El alcalde, Félix Lozano, explicó en la cadena Ser que la zona en la que se perdió de vista a la niña es "muy tranquila" y apenas hay circulación de vehículos. La población, situada a 33 kilómetros al noroeste de Málaga, activó un dispositivo de búsqueda de unas 600 personas en el que colaboraron más de 300 voluntarios de la población, bomberos y efectivos de la Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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