Iglesias y Rivera escenifican su ruptura

Pablo Iglesias y Albert Rivera enterraron este miércoles la sintonía que mostraron en la campaña de las generales de 2015, reventaron cualquier posibilidad de construir juntos una alternativa de Gobierno que sume al PSOE, y se culparon mutuamente de que el PP siga en el poder. El bronco intercambio que protagonizaron los dos líderes en el debate de la moción de censura —lleno de descalificaciones personales—, subrayó también las dificultades que tendrá la oposición para unir sus votos y revertir las leyes que aprobó el PP cuando tenía mayoría absoluta.

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“Nadie más que usted es responsable de que Rajoy sea presidente”, arrancó Rivera, recordándole a Iglesias que votó en contra de la investidura del socialista Pedro Sánchez. “¿Qué han conseguido ustedes? Nada. En esta Cámara, si no llegas a acuerdos, si no negocias, si no sumas, no consigues nada”, añadió, culpando directamente a Iglesias. “Es muy difícil llegar a acuerdos con usted. No sé si en el futuro habrá cambios en el liderazgo de Podemos, pero lo pone muy difícil”.

El PP aplaudió ese discurso, al considerar que apuntalaba la denuncia de las contradicciones del populismo que había emprendido Rajoy la víspera. Iglesias, por su parte, empleó su réplica en criticar la categoría intelectual de Rivera y el impacto de Ciudadanos.

“Es un buen comunicador, y sobre todo un buen vendedor, pero hace un cierto ridículo si presume de aquello que carece”, ironizó el candidato en referencia a las citas literarias “pedantes” con las que el presidente de Ciudadanos había articulado su intervención. “Le pediría que estudie”, siguió. “El partido más corrupto de Europa gobierna gracias a ustedes, no pueden hablar de regeneración”, añadió, asegurando que el PP “humilla” a Ciudadanos. “Usted es un cínico”, remató.

Los dos líderes enumeraron los asuntos en los que podían alcanzar acuerdos puntuales: eliminación de los aforamientos; reforma de la Ley electoral, de la Fiscalía y la Constitución; o limitación de los mandatos presidenciales. Sin embargo, no hay avances significativos en esas áreas desde el inicio de la legislatura. Solo ha habido un acuerdo de calado entre Podemos y Ciudadanos, que llegaron al Congreso enarbolando conjuntamente la bandera del cambio: impulsar la comisión que investigará la financiación del PP.