El Gobierno da su respaldo unánime a Catalá frente a los “chismes falsos”

El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, expresó este viernes el "respaldo unánime" de todo el Gabinete a la labor del ministro de Justicia, Rafael Catalá, al que se ha cuestionado por la crisis abierta en la Fiscalía Anticorrupción tras la renuncia forzada de su jefe, Manuel Moix, al descubrirse que participaba en una sociedad offshore en Panamá para la gestión de una casa familiar en la sierra de Madrid. Méndez de Vigo llegó incluso a calificar como "chismes falsos" las informaciones que apuntan a que la actuación de Catalá en este caso ha provocado división en el ejecutivo. El portavoz no quiso fijar posición ética, moral o política sobre el hecho de que el exfiscal jefe anticorrupción, Manuel Moix, tuviese un 25% de esa sociedad offshore. Lo consideró una "decisión personal que respetamos".

Más información

Catalá, reprobado

Dimisión inapelable

El ministro Méndez de Vigo volvió a recurrir al mismo monosílabo que Mariano Rajoy el pasado martes en Portugal, cuando se le preguntó por si mantenía su confianza en Manuel Moix, y respondió de nuevo con un "sí" cuando se le planteó esa cuestión este viernes sobre la situación interna de Catalá. El propio Méndez de Vigo quiso añadir más tarde, ante su brusco laconismo, que era un portavoz "claro y rotundo". La titular de Agricultura, Isabel García Tejerina, apostilló a su vera que también "cortito", en alusión a la brevedad de su réplica.

Más tarde se intentó que Méndez de Vigo aportase alguna luz ante la consideración que lanzó este jueves en Burgos el propio presidente Mariano Rajoy cuando clamó porque los políticos se debían dedicar a las cuestiones importantes y no "a los chismes". El titular de Educación, Cultura y Deportes se atrevió a interpretar con un ejemplo lo que él entiende que se puede catalogar como un chisme: "Decir que el Gobierno no respalda al ministro de Justicia es una chisme falso".

El portavoz del ejecutivo se refugió a continuación en una respuesta tipo para no pronunciarse sobre qué se ha hecho mal por parte del Gobierno y las instituciones judiciales para que el exfiscal jefe anticorrupción apenas haya durado tres meses (87 días) en el cargo con las tareas que tenía en teoría encomendadas. Méndez de Vigo señaló así que su renuncia había sido "una decisión personal que revela, en cualquier caso, el buen funcionamiento del Estado de Derecho y de la Justicia en el país". El ministro reiteró que según los procedimientos establecidos el Gobierno no puede ni nombrar ni cesar directamente al fiscal anticorrupción porque esa competencia depende del Fiscal General del Estado.

Méndez de Vigo repitió que la renuncia había sido personal, abogó porque ahora el fiscal general resuelva rápido, en dos o tres días, la designación del relevo y eludió responder a la pregunta directa de si un fiscal anticorrupción puede tener una sociedad en Panamá: "El Gobierno no valora decisiones personales que respetamos". El portavoz puntualizó que el ejecutivo "no es quién para poner orden (en las fiscalías) pero sí quiere orden y que las fiscalías funcionen con eficacia".

Para terminar como había empezado, el ministro Méndez de Vigo subrayó que Catalá siempre ha comparecido ante el Congreso cuando se lo han solicitado, ha respondido preguntas y ha acudido a muchas sesiones en la cámara en cumplimiento de sus funciones "con el apoyo del presidente del Gobierno y del resto del Gobierno". Y apostilló: "Con el respaldo unánime".