Ignacio González acudió a una agencia para “investigar” a un periodista de EL PAÍS

Según consta en las diligencias de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, González pidió al consejero delegado de la agencia de mercadotecnia y comunicación NCA y Asociados, Alejandro Navio Berzosa, que investigase a José Antonio Hernández, jefe de sección del área de investigación de este periódico, y descubriese si "sabía algo gordo" del Canal de Isabel II.

“Es un bicho, es peligroso…”, describió Navío más tarde a Ignacio González mediante un sms, se supone que tras realizar sus primeras indagaciones. Así consta en el sumario de la Operación Lezo que instruye el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, y que ha conducido a prisión incondicional a González y a su principal testaferro en América Latina, Edmundo Rodríguez Sobrino. "Podemos tener acceso a él pero también saber lo que metemos... tiene peligro…”, indica en un mensaje el expresidente madrileño al consejero de NCA.

José Antonio Hernández mantuvo los primeros contactos telefónicos y a través de mensajes con Edmundo Rodríguez Sobrino seis meses antes de que estallase Lezo, el pasado 19 de abril, en el marco de las pesquisas que realizaba sobre los turbios negocios del Canal en siete países sudamericanos. Edmundo Rodríguez accedió a darle una cita, pero la víspera de la reunión se disculpó y la suspendió. 

“Necesitamos a alguien que pueda sonsacar información al periodista sobre algo gordo"

El pasado 19 de diciembre de 2016, en una de las cuatro reuniones secretas que ha mantenido con Edmundo Rodríguez Sobrino, el expresidente de la Comunidad escribió “una cadena de sms" destinados a Alejandro Navio Berzosa” en los que le muestra su preocupación por el periodista. Navio es socio a partes iguales en la agencia NCA (33%) de Antonio Rodríguez, accionista de Titania Compañía Editorial, dueña de El Confidencial.

Navio Berzosa negó a este este periódico haber realizado ninguna investigación sobre el redactor de este medio, pero al informarle que sus sms aparecen en las diligencias pidió media hora para comprobar su teléfono. "No puedo ni desmentir ni afirmar nada. He borrado todos los sms de mi móvil, hablo con tanta gente que no recuerdo que me hayan pedido esto". El responsable de la agencia NCA afirma que conoce a Ignacio González.

En otro mensaje, Alejandro Navío ·explica a Ignacio González que sus "primeras sensaciones" sobre el citado informador "son negativas". “Tengo un primer input del tal J. A. Hernández muy negativo, por bicho. Continúo investigando y si me llamas ampliamos”.  Y añade: “En Google puedes ver artículos de JAH (iniciales de José Antonio Hernández) en EL PAÍS”. Ese mismo día, pero a las 17.22 de la tarde, Navío agrega: "Podemos tener acceso a él pero también saber lo que metemos, tiene peligro…”. Ignacio González replica que se “necesita a alguien que pueda sonsacar información a José Antonio Hernández sobre algo gordo relacionado con el Canal y Edmundo Rodríguez".

“Me pongo en marcha”, le dice Navío a Ignacio González. Una hora después vuelve a mensajear al expresidente y le sugiere buscar a alguien “que se amigase (con el periodista) y le sonsacara hábilmente” (…) Creo que podemos [hacerlo], pero necesito saber exactamente de qué necesitamos sonsacar”, le pregunta el consejero de NCA.

La Guardia Civil sostiene que el 19 de diciembre de 2016, Ignacio González mantuvo otra reunión secreta con Edmundo Rodríguez para hablar de dos temas: para contarle Edmundo que alguien se había metido en el correo de su despacho, Rodríguez Sobrino Abogados, y para expresarle su preocupación por la llamada del periodista de esta casa. “Es significativo cómo Edmundo Rodríguez acude a Ignacio González rápidamente alarmado porque pudiera haber habido una filtración de información, y que Ignacio González se preocupe por la información que el periodista pueda manejar”, señalan informes internos de la Guardia Civil que constan en las diligencias judiciales que instruye el juez Eloy Velasco.