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Patxi López, precandidato a la secretaría general del PSOE, es partidario de que el congreso del partido del 17 y 18 de junio regule las primarias socialistas con una segunda vuelta entre los dos candidatos que obtengan más respaldo. De esta forma se garantizaría un liderazgo fuerte. “Es la forma para que el elegido cuente siempre con más del 50% de apoyos de la militancia”, establece el documento político que el exlehendakari y expresidente del Parlamento presentará hoy en Getafe, en el que será su mayor acto desde que se postuló para liderar al PSOE.

La oferta de López se instala en políticas socialdemócratas diferenciadas de postulados más a la izquierda y con un cuadro de medidas que invocan el programa electoral de 2015 y 2016. Hay coincidencia con el programa presentado por Pedro Sánchez, el otro precandidato que ha dado el paso, en muchas medidas concretas. Pero en la definición del proyecto se diferencia por cuanto que Sánchez propone “política de alianzas” y “unidad de acción” de las fuerzas de la izquierda y sindicales. Frente a la “plutocracia” que pretendería afianzar la derecha, el papel del PSOE sería “atraer la centralidad política española, donde está la mayoría, a una izquierda coherente, consecuente y eficaz”.

En cuanto a los pactos con el PP, López cree que debe limitarse “a las reglas del juego democrático”, como la reforma de la Constitución, lucha contra el terrorismo o la proyección exterior de España. “Pactar los presupuestos no forma parte de este planteamiento”, sentencia el documento político que López expondrá este mediodía en Getafe. Su alcaldesa es la secretaria general de la federación madrileña, Sara Hernández.

La otra novedad de relieve del modelo de partido que López quiere para el PSOE es que el secretario general solo pueda ser “removido” de su cargo antes de la finalización de su mandato por una cuestión de confianza, a propuesta del máximo responsable de los socialistas, o bien por una moción de censura aprobada por el comité federal y que deberían ratificar las bases del partido. Además, el diputado vasco defiende las consultas directas a la militancia para cuestiones de “especial relevancia” como las propuestas de acuerdos o coaliciones de Gobierno. Tales consultas, que obligarían a elaborar “cuanto antes” un nuevo reglamento de participación de la militancia, serían posibles si así lo decide el comité federal, máximo órgano de decisión del PSOE entre congresos, o cuenta con el respaldo del 20% de los afiliados. La “reactivación” de las casas del pueblo es otro guiño con el que López otorgaría más protagonismo a la militancia. El PSOE tiene más de 4.000 agrupaciones a las que en líneas generales no suele sacar un gran rendimiento.

López promulga la reforma consensuada de la Constitución en clave federal y la elaboración de un nuevo Estatuto catalán en coherencia con el nuevo marco institucional. La voluntad de la ciudadanía catalana se expresaría así mediante dos votaciones: con el resto de los españoles en la reforma constitucional, y en el referéndum propio para la aprobación del nuevo Estatuto. Sánchez plantea una reforma constitucional federal que, manteniendo que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español, “debe perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado” apuntado en el artículo 2 de la Constitución.