Varias investigaciones pero ninguna condena hasta hoy en las casas reales
Andrés de Inglaterra, Lorenzo de Bélgica, Bernardo de Holanda y Chris O'Neill, marido de la princesa Magdalena de Suecia, han estado en el punto de mira por sus negocios
No es usual pero tampoco algo muy extraño que algunos miembros de la casas reales europeas sean investigados. Sí lo es, en cambio, que uno de sus miembros sea condenado a una pena de cárcel. Iñaki Urdagarin ha sentado un precedente. El marido de Cristina de Borbón, como ella y sus hijos, forman parte de la familia del Rey, ya que lo son por nacimiento, pero no de la Familia Real, reducida tras el relevo en la Corona a don Felipe, doña Letizia, sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía y los reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía. La medida forma parte de cortafuegos establecido por el palacio de La Zarzuela para desvincular en la manera de lo posible a Urdangarin de la institución.
Gran Bretaña
La casa real británica ha sido quien en los últimos tiempos más problemas ha tenido por los negocios de dos de los hijos de Isabel II aunque ellos, de momento, han eludido la Justicia sabiendo retirarse a tiempo por orden de la reina y del gobierno.
Andrés, el segundo hijo varón de la reina Isabel, desató la polémica a raíz de la venta de su mansión en el campo a un magnate de Kazajistán por 19 millones de euros. El empresario Kenes Rakishev, yerno de un ex primer ministro de la república exsoviética, pagó casi cuatro millones por encima del precio de salida para adquirir la que fuera residencia de Andrés y Sarah Ferguson. El dato tiene especial relevancia porque en el momento de sellarse la operación, el pasado verano, no había otros interesados en comprar el fabuloso inmueble. El palacio de Buckingham intentó refutar las acusaciones de que Andrés -cuarto en la línea de sucesión al trono- explotó su condición de embajador del comercio británico para desprenderse de una casa que llevaba cinco años en el mercado. Por estos y otros asuntos similares el papel de Andrés en la familia real cada vez es más reducido. Hasta tal punto que hace unos meses reclamó en una carta a su madre la reina más protagonismo. La petición cayó en saco roto.
El príncipe Andrés encontró en su exesposa, Sarah Ferguson, una excelente colaboradora. Una cámara oculta pilló a la duquesa de York aceptando un soborno. En el vídeo, publicado por el diario británico News of the World, se veía a Ferggie recibiendo 575.000 euros de un periodista convertido en supuesto empresario a cambio de concertar una cita con su exmarido, el príncipe Andrés. Sarah pidió perdón: "Estoy profundamente arrepentida de la situación y de la vergüenza pasada... Es verdad que mi situación financiera es precaria. Sin embargo, no es excusa para esta seria pérdida de juicio y lamento mucho lo ocurrido. El duque de York no era consciente ni estaba envuelto en ninguna de las conversaciones que tuvieron lugar. Lamento sinceramente mis acciones".
Bélgica
Lorenzo de Bélgica, el tercer hijo de los reyes eméritos Alberto y Paola de Bélgica, ha puesto en apuros primero a sus padres y luego a su hermano Felipe, el actual Rey. Un documental en la televisión pública francófona belga contó el enfrentamiento entre Lorenzo y Alberto por un viaje no autorizado al Congo realizado en marzo por el príncipe. El soberano y el primer ministro le habían indicado expresamente que no lo hiciera. El castigo por la desobediencia del 12º en la sucesión al trono fueron seis meses de ostracismo público de la familia real.
Pero no acaban ahí los problemas del príncipe. El reportaje ha revelado su complicada relación con las mujeres y su pasión enfermiza por el dinero. Diane de Schaetzen, novia de Lorenzo entre 1993 y 1995, lo ha contado: "Tiene un comportamiento que a veces falta al respeto. Respeta más a los animales". Y añade: "No me prometió que no lo volvería a hacer. Por eso le dejé". En 2007 se convirtió en el primer príncipe en declarar como testigo en un caso de desvío de fondos a su favor. Aunque fue exonerado de toda responsabilidad, Alberto II manifestó en el discurso de Navidad de aquel año que los beneficiarios del fraude deberían devolver el dinero. Fue el soberano quien cubrió el agujero dejado por su hijo. Ahora vive apartado de la escena pública.
Países Bajos
A pesar de la enorme popularidad de los Reyes de Holanda, Guillermo y Máxima han recibido muchas críticas su afición a las vacaciones exóticas y las villas costosas. Pagaron una parte de la casa que mandaron construir en Machangulo, al sur de Mozambique, a un agente inmobiliario de dudosa reputación. Si bien Guillermo y Máxima abonaron sus impuestos, el intermediario disponía de una cuenta en la isla de Jersey, un paraíso fiscal en el canal de la Mancha. La propiedad tuvo que ser vendida ante las críticas.
En Holanda también se recuerda que el fallecido príncipe Bernardo, esposo de la reina Juliana, y padre de la actual, Beatriz, en 1976 y en calidad de embajador extraordinario de los Países Bajos, medió en un contrato para la compra de unos aviones de combate F-104. La compañía estadounidense Lockheed logró el encargo oficial. A cambio, Bernardo recibió una comisión de un millón de dólares que finalmente, y en vista de la polémica, destinó a obras solidarias.
Suecia
La popularidad de Carlos Gustavo de Suecia descendió hace tres años un 30% tras las revelaciones sobre su vida amorosa extramatrimonial. La cantante Camilla Henemark, exvocalista de una popular banda de pop sueco de la década de los años ochenta, habló de su relación de un año con el monarca y reveló detalles sobre el tiempo que pasó junto a él. Los encuentros se celebraban en casa de algún amigo influyente del monarca, donde el grupo se divertía cantando canciones populares, siempre bajo la vigilancia de agentes del servicio secreto sueco, que alguna vez la llevaron en coche a su casa. La prensa sueca ha apuntado a que los reyes de Suecia estuvieron cerca de separarse en la década de los 90 y que las operaciones de cirugía estética a que supuestamente se somete cada año la reina Silvia en Brasil obedecen a su deseo de parecer más joven a los ojos de su marido.
El Rey de los suecos se vio obligado a abordar el asunto públicamente. "He leído algunos titulares que no han sido agradables, he hablado con mi familia y con la Reina. Pasamos página y miramos adelante, porque tal como lo entiendo, estos asuntos ocurrieron hace mucho tiempo", fue su explicación.
Las bodas de sus hijos y los nacimientos de sus nietos han contribuido a mejorar la imagen de la familia real que pese a ello tuvo que abordar las denuncias contra el marido de la princesa Magdalena, Chris O´Neill, y contra ella misma. En junio de 2014 el periódico Expressen asegura tener en su poder unos documentos del Tribunal de Florida, EE UU, en los que la hija menor de los Reyes de Suecia firmó como vicepresidenta de Wilton Payments y Belgravia Investment, dos de las empresas de su marido Chris O'Neill, ambas relacionadas con el sector de los pagos electrónicos. En la publicación se aseguraba además que la princesa tenía una partición del 5% en las compañías. La pareja vivía entonces en Nueva York.
La propia Magdalena de Suecia se vio obligada a hacer declaraciones. “Es triste que justo ahora se abra un debate sobre esto. Se trata de empresas estadounidenses y en Estados Unidos precisamente. Chris ya ha respondido a las preguntas que se le hicieron del asunto. Tengo una pequeña copropiedad del 5 %, pero no estoy en activo en ninguna de las empresas”. Chris O'Neill vive ahora en Londres donde desarrolla sus negocios.
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