Convergència impide la fiscalización de las cuentas de la Iglesia
La ausencia de los diputados catalanes hace que no prospere la iniciativa socialista
Los votos del PP y de UPN, junto a la ausencia de los diputados de PDECat (antigua Convergència), hicieron ayer que fracasara la iniciativa del Grupo Socialista para que el Tribunal de Cuentas fiscalice el 0,7% que obtiene la Iglesia católica de la cuota del IRPF. El PSOE volverá a intentarlo con otros grupos al considerar que la confesión “debería ser la más interesada en dar confianza a los contribuyentes aclarando la utilización del dinero público”, declaró a EL PAÍS el portavoz socialista en esa Comisión Mita del Tribunal de Cuentas, Antonio Hurtado.
El resultado de la votación fue una sorpresa, dado que no correspondió al criterio político mayoritario que los portavoces habían expresado días pasados en la reunión de la Mesa de la comisión. A la misma asistió un diputado del PDECat que no dejó la menor duda respecto al criterio favorable a conocer en qué emplea la Iglesia ese 0,7% del IRPF, que piden otras confesiones religiosas y no obtienen. Pero ayer a la comisión no asistieron ni el portavoz de PDECat ni su suplente. Si el representante nacionalista hubiera asistido, la iniciativa del Congreso para que el Tribunal de Cuentas estudie esa partida hubiera salido adelante. Al tratarse de una comisión compuesta por miembros del Congreso y del Senado se realiza una ponderación de la representación de las dos Cámaras, que inclinó la balanza a favor del PP y de UPN.
“Lo que ha ocurrido es un cierre en falso y no lo vamos a dar por bueno”, afirmó rotundo el portavoz socialista en la comisión. “Una mayoría parlamentaria está a favor de ejercer el control sobre ese dinero de los ciudadanos para lo que pedimos la asistencia técnica del Tribunal de Cuentas como establecen la Constitución y la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas”.
Este argumento no le resulta ajeno a los propios consejeros del tribunal, que lo escucharon de Hurtado y otros portavoces en una reunión que mantuvieron con ellos el martes. “Debía ser el propio Tribunal de Cuentas el que fiscalizara a iniciativa propia ese 0,7% de la Iglesia católica habida cuenta de que la mayoría del Parlamento así lo quiere, a pesar de la votación fallida de ayer”, afirmó Hurtado, que citó a PSOE, Podemos, Ciudadanos y buena parte del Grupo Mixto, entre ellos la antigua Convergència. Los socialistas hicieron esta propuesta parlamentaria tras quedar fuera la fiscalización de la Iglesia católica del programa para este año del Tribunal de Cuentas. “La casilla de la Iglesia”, recuerdó el portavoz socialista, “suma más de 1.240 millones de euros entre 2010 y 2015”, por lo que no debe extrañar que “se pida su fiscalización”, concluyó.
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