Pedro Sánchez acusa a la gestora de dejar al PSOE “en tierra de nadie”

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Pedro Sánchez ha reivindicado en un nuevo acto multitudinario, esta vez en Aragón, su candidatura a la secretaría general del PSOE como la única que representa un PSOE "fuerte y autónomo" frente al de la gestora. La dirección que preside Javier Fernández ha desdibujado, según su perspectiva, hasta tal extremo al partido que lo ha situado "en tierra de nadie". El exsecretario general de los socialistas ha protagonizado un encuentro con bases en Zaragoza al que han asistido más de un millar de militantes y simpatizantes según los cálculos de la organización. "Dijimos que la militancia también presentaría su candidatura a este congreso, y lo hemos hecho", se ha autoproclamado Sánchez como el candidato del socialismo de a pie.

Sánchez ha centrado su relato en la inquietud que su candidatura despertaría en el PP, a quien no habría dejado gobernar. "La derecha está preocupada si ganamos las primarias", ha sostenido. "El PSOE es de izquierdas aunque cueste a veces escucharlo, no somos un partido de centro moderado con sensibilidad social", ha clamado. Frente a los logros que el PSOE ha obtenido del Ejecutivo como el aumento del salario mínimo o la renuncia a las reválidas, provocados por la minoría del PP en el Parlamento, Sánchez defiende que en lo sustancial "nada ha cambiado". "Gobierna el mismo partido que con una mano robaba a los españoles y con la otra recortada derechos", ha sentenciado.

"Me alegro de haber dado un rotundo no al Gobierno de Rajoy", ha aseverado la anfitriona del acto, la diputada Susana Sumelzo. El encuentro también ha contado con la presencia de Zaida Cantera, Odón Elorza y María Luz Martínez Seijoo, otros de los parlamentarios socialistas que votaron en contra de la investidura de Mariano Rajoy. José Luis Ábalos, miembro de la dirección del grupo parlamentario en el Congreso y secretario general de la provincia de Valencia, también ha asistido, como el secretario de Organización de Navarra, Santos Cerdán. "Este proyecto se vio interrumpido hace cuatro meses y este tiempo de reflexión ha servido para que surja con más fuerza", ha afirmado Sumelzo, que ha afirmado, en lo que ha sonado una advertencia de interpretación orgánica, que la ilusión de la militancia "es imparable". La diputada también ha hecho un llamamiento a la unidad que ha traslucido el grado de división interna del PSOE: "Aquí no somos ni sanchistas ni susanistas ni patxistas. Es un proyecto común de liderazgos compartidos".

La elección de Zaragoza entronca con la primera fase de la estrategia de Sánchez en su pretensión de recuperar la secretaría general. Los cinco actos que ha celebrado desde su dimisión al frente del partido y posteriormente como diputado comparten que fueron en comunidades autónomas en teoría poco favorables y cuyos presidentes regionales, cargo que compaginan con el de secretarios generales de las respectivas federaciones, fueron determinantes en su caída. El primero de todos fue el pasado 26 de noviembre en Xirivella (Valencia), en el territorio que gobierna Ximo Puig. El siguiente fue en San Martín del Rey Aurelio, en plena cuenca minera de Asturias, el Principado que dirige el presidente de la gestora. La siguiente demostración de fuerza se produjo la semana pasada en Dos Hermanas (Sevilla), donde oficializó su candidatura a pocos kilómetros de la sede del Gobierno regional de Susana Díaz. La presidenta de Andalucía sigue sin formalizar su candidatura, aunque todos los sectores del PSOE la dan por segura y más después de su reciente gira por Castilla y León o del acto con alcaldes que encabezará la semana que viene en Madrid. Tras el de este miércoles en Castellón, el último acto relevante de Sánchez ha sido hoy en Aragón, cuyo presidente, Javier Lambán, no esconde su preferencia por Díaz.