Iglesias y Errejón llevan su disputa al escaño del Congreso
El líder y su 'número dos' alcanzan al final un acuerdo de mínimos sobre el órgano de garantías
La batalla entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón alcanzó este martes niveles de tensión máxima, en tiempo de descuento para alcanzar un acuerdo que evite la confrontación en el próximo congreso. El líder de Podemos y su número dos terminaron discutiendo en el escaño durante el Pleno, a la vista de todo el hemiciclo, por la disputa sobre la renovación del órgano de garantías. El sector de Errejón había denunciado un “golpe de Estado burocrático”.
La escena en el escaño fue ilustrativa de lo dañada que está la relación entre el líder y su número dos. Iglesias y Errejón no se habían visto este martes hasta las tres de la tarde, cuando ambos tomaron asiento codo con codo en el Pleno del Congreso. La negociación de las últimas horas, no ya para buscar un acuerdo que evite su pugna con distintas listas en el congreso —algo que en ambos sectores se da ya por imposible— sino para alcanzar un pacto de mínimos sobre el órgano de garantías, había embarrado de nuevo todo. El sector de Errejón había acusado por la mañana al de Iglesias de perpetrar un “golpe de Estado burocrático”. Nada más ver aparecer a su número dos, Iglesias explotó, a la vista de todo el mundo.
Las imágenes captadas por los fotógrafos del Congreso muestran que la discusión empezó con una reprimenda de Iglesias. Con gesto serio, el líder reprochó a su número dos la postura demasiado firme, a su juicio, que este estaba manteniendo en la negociación sobre el órgano de garantías. En varias ocasiones le puso la mano en el hombro. El portavoz parlamentario de Podemos le rebatió también apasionadamente. No elevaron la voz, pero sus gestos demostraron un profundo desencuentro, llamativo toda vez que son los dos máximos dirigentes del mismo partido.
“No somos holandeses, gesticulamos”, se justificó después Iglesias en los pasillos del Congreso, antes de reducir la discusión a una “conversación normal y natural”. Errejón sí admitió la disputa, pero le restó importancia. “A veces discutimos con pasión, pero no nos peleamos. Seguiremos trabajando juntos”, escribió en su cuenta de Twitter. Ambos se encontraron después de la escena en la cafetería del Congreso para limar asperezas.
A veces discutimos con pasión, pero no nos peleamos. Seguiremos trabajando juntos.
— Íñigo Errejón (@ierrejon) January 31, 2017
En el partido no ocultaban su bochorno por el “espectáculo” que está provocando la disputa por el congreso. La mecha que prendió el incendio total fue la renovación del órgano de garantías, el “poder judicial de Podemos”, objeto de tira y afloja en el equipo técnico que prepara el cónclave. El sector del portavoz parlamentario, que considera que la comisión actúa de parte de Iglesias y debe asegurarse su independencia y evitar que el líder la controle, elevó el tono de sus críticas, en vistas de que el equipo de Iglesias no cedía en sus exigencias. La portavoz en el Ayuntamiento, Rita Maestre, estrecha colaboradora de Errejón, denunció en La Sexta el "golpe" que pretendía el secretario de Organización, Pablo Echenique, y se quejó de que el órgano no podía seguir “controlado por un matrimonio”, en referencia a la presidenta, la diputada Gloria Elizo, y su marido, Pablo Fernández, miembro de la comisión.
Iglesias pidió "altura" y "responsabilidad", pero también dejó claro que trabajará "para evitar que nadie convierta a Podemos en un partido como el PSOE".
Para evitar el cisma total, a última hora de la tarde el equipo de Iglesias cedió a parte de las exigencias de Errejón y Anticapitalistas y las tres corrientes firmaron un acuerdo de mínimos sobre la renovación del órgano. Los diez nuevos miembros de la comisión serán elegidos en el congreso, sin que los candidatos puedan estar vinculados a listas a la dirección, sin que puedan repetir los mismos miembros que ya estaban y asegurando que al menos la mitad de los mismos no tenga también otros cargos internos ni públicos del partido. Las incompatibilidades pueden ser mayores a estas si ganan en el congreso los documentos organizativos de errejonistas y Anticapitalistas en el congreso, que establecen un modelo más exigente y podrán ser aplicados retroactivamente.
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